Capítulo 3.

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Contiene leve desarrollo de tortura, sadismo sexual y tortura. Leer bajo su responsabilidad.



















El sabor era extraño, Jungkook no mentiría al decir qué de cierto modo la carne resultaba algo díficil de masticar teniendo cierta dureza, pero pese a eso sabía bastante bien. Comía en silencio teniendo la mirada de Taehyung fija a sus acciones intimidándolo e inevitablemente le es imposible no sonrojarse viéndolo de reojo.

—¿Te gusta?—Indaga el mayor alzando una ceja viéndolo comer, sonriendo complacido cuándo el pelinegro asintió quedo sin dejar de masticar.—,me alegra perrito.

Oh por supuesto que le alegraba, Kim Taehyung era lo suficientemente hijo de puta cómo para sentirse dichoso de qué a su nueva mascota le gustase aquella comida.

—V tenemos que hablar.—Se escucha entonces en el sepulcral silencio del inmenso comedor, ocasionando que el castaño alzara una ceja girando su rostro contemplando al dueño de aquel pedido exigente encontrándose con Hoseok.—Ahora mismo.

—Estoy ocupado ¿no ves?—Pregunta en tono burlón, pareciendo divertido escondiendo la leve molestia que le causó aquella orden por parte de su hyung y es qué claramente, Taehyung detestaba recibir órdenes.

—No me interesa, te dije que tenemos que hablar,—Responde el pelinegro clavando sus orbes oscuros a la figura tímida de Jungkook comiendo en silencio, resultándole raro el hecho de que el menor estuviese cenando a la mesa junto a Kim y no en el suelo, cómo las anteriores mascotas de su jefe.—ahora Taehyung.

¿Por qué veía a Jungkook? ¿por qué mierda estaba mirando lo suyo? SUYO Y MALDITAMENTE SUYO JODER.—Pensó el castaño alzando ambas cejas, paseando su mirada grisácea de Jeon a Hoseok contemplando a este de forma ausente, incorporándose lentamente de su silla alzando una de sus manos para acariciar el cabello azabache del pequeño junto a él, rodeando la mesa caminando con tranquilidad hasta enfrentar a Jhope a pocos centímetros.

—Y yo te respondí, Hoseok.—Mierda. Jodida mierda, es lo único que puede pensar el pelinegro ante la calma escálofriante que posee Kim en ese instante, perfilando una sonrisa ladina mirándolo sin aparente vida en sus grisáceos orbes.—Estoy con mi puta mascota, cuándo decido dedicarle mi tiempo nadie se lo quita. Es SU puto TIEMPO CONMIGO, ¿te queda claro, eso?—Grita sonriendo ampliamente, bajando su mirada ante el silencio nervioso del mayor ante él haciéndolo reír levemente sin humor, sucediendo a continuación algo extrañamente inesperado para Jhope, pues en ningún momento esperó aquella reacción de V, con este propinándole un puñetazo violento directamente al rostro cortándole la mejilla con los varios anillos que portaba en sus dedos, rompiéndole el labio inferior y enrojeciendo su piel haciéndolo tocarse la zona golpeada con sorpresa.—, esto es por si no te había quedado clara la explicación precioso,—Dice aprovechando el instante en dónde el pelinegro lo miró para darle otro golpe a modo de bofetada estruendosa haciendo que su rostro se voltease al otro lado.—y eso, es por retrasar la cena de mi mascota al andar manoseando a la perra en celo de Jimin, ahora lárgate de mi maldita vista.—Exige retrocediendo mediante arreglaba su cabello.—Vete antes de que te vuele los putos sesos y se los dé de pudín a mi perrito.

Hoseok no le respondió, simplemente asintió presionando sus labios lastimados retrocediendo lentamente para finalmente girarse retirándose del comedor, perdiéndose por el pasillo robándole una sonrisa burlona a Taehyung quién se giró observando fijamente a Jungkook.

—Lévantate.—Exige cabreado, se acerca al menor tomándolo del brazo y sin un poco de compación le arrastra sacándolo del comedor llevándolo a jalones por las escaleras dirigiéndose a la segunda planta de aquella inmensa mansión tornándose tétrica.

𝐔𝐍𝐇𝐄𝐀𝐋𝐓𝐘 © → Libro 𝐈. TaeKookWhere stories live. Discover now