Sunghoon tenía un claro objetivo en ese san Valentin, entregarle esa caja de pasteles a su enamorado secreto.
Sunoo, no entendía porque todos los estudiantes lo miraban mientras veian, a su vez, caminar al alfa más lindo hacia su dirección.
SUNGSUN...
Por su seguridad, Sunoo habia sido privado de sus redes sociales y teléfono, Sunghoon no queria que leyera todas las estupideces que publicaba aquel sujeto y prefería mantenerlo con la poca estabilidad mental que le quedaba. Llegaron al acuerdo de que usarian el celular de Sunghoon cuando Sunoo quiera hablar con sus amigos y familia, pero solo eso.
Claro que le dolia que su novio no pueda salir aunque sea a caminar sin sentir miedo y panico de que le suceda algo, o también que no pueda usar ni siquiera su plataforma social favorita, como lo era twitter, porque temia ver fotos suyas ahi. Charlaron sobre eso, y en una inesperada propuesta para cuidarlo con mas calma, Sunghoon prefirio irse unos dias a la casa de los Kim, en lo que Taehyun hacia lo posible para localizar al bastardo.
—No tienes que hacerlo, hyung.—Le dijo Sunoo con pena, mientras acomodaba la cama en la habitación de invitados, sus padres asi lo habian dictado y no tuvieron problema en aceptar, ya que ambos todavia eran muy recientes en su relación para dormir juntos.
—Pastelito, si tuviera hasta que mudarme lo haria.—Contestó Hoon acomodando su ropa en el armario, volteando a ver a su pareja con una sonrisa amorosa.—Claro, hubiese preferido quedarme en otra circunstancia, no porque un maldito psicópata anda al acecho.
Gruñó, un gruñido de molestia que asustaria a cualquiera pero solo logro que Sunoo sonría por lo bajo ante lo adorable que sonó, sin poder evitarlo fue hasta su novio para tomar entre sus pequeñas manos el rostro del mismo, logrando que sus ojos se encuentren.
—Hoonie prometo que todo esto pasará pronto.—Olvidó los honoríficos, porque a solas Sunoo tenia la libertad de tratar al mayor como su par, una acción que enloquecía a Sunghoon. —Cuando menos lo esperemos, Tae hyung y Hyunjin hyung van a tenerlo bajo custodia.
—Tendría yo que estarte tranquilizando, pero tú lo haces por mi.—Rió literalmente, disfrutando como las diminutas manos dejaban tiernas caricias sobre sus mejillas, analizó con atención el rostro de su pareja, pensando en como habia sido tan afortuando de tener al más hermoso omega junto a él, barriendo su mirada en los ojos ámbar, pasando por las abultadas mejillas rojizas, junto a la perfecta nariz y rellenos labios cerezas, que inevitablemente beso con rapidez.
—Alfa, te calmare como tú lo haces por mi, somos un eclipse, ¿Lo recuerdas?
El corazón de Sunghoon bombardeo con rapidez, habia escuchado a su omega llamarlo de esa forma, pero cuando tuvieron esa pelea con Jay, en un lastimero gemido de la parte lobuna de su omega, luego de eso el apodo cayó en el olvido, quedando como un hermoso recuerdo. Escuchar a Sunoo nombrarlo asi por voluntad propia, remarcando que era su alfa, solo lo hacia querer saltar de felicidad, y su olor a chocolate exparciendose por el cuarto lo dejaron en evidencia.
—Lo recuerdo, omega, somos el sol y la luna.—Sonrió por lo bajo dejándose mimar, recibiendo con gusto el beso en sus labios correspondiendo cada toque, era sin duda adictivo a los labios rojizos de su omega.—No peligras conmigo, mientras tu alfa este contigo, voy a ser tu caballero de brillante armadura.
Ambos rieron a la par, Sunghoon era un completo cursi y Sunoo solo se enamoraba más y más.
—Esta bien caballero, mientras tanto yo seré el que te cure, ¡Seré tu medicina! Lo prometo.
El alfa extendió una gran sonrisa, llena de dulzura, puesto que su omega solo provocaba que su corazón explote por tanta ternura.
—Ya lo eres, no te preocupes por eso.
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