ONE OF THE GIRLS | SATZU [ADAPTACION]

13: Sana

Hay un mensaje de texto de Tzuyu cuando salgo de la clase de biología al final de la tarde. Se supone que debe venir esta noche para una sesión de terapia falsa, pero aparentemente ahora está cancelando.

TZUYU: Necesito cancelar esta noche. Cosa de última hora en Boston.

YO: ¿Acaso no hablamos LITERALMENTE en clase y confirmamos?

TZUYU: Sí, y luego LITERALMENTE recibí un mensaje de texto de un amigo y ahora tengo que cancelar.

YO: Exijo saber por qué.

TZUYU: Juego de los Bruins.

YO: ¿Realmente hay un juego o simplemente estás mintiendo para dejar de estudiar? Porque estabas actuando súper extraña esta mañana. Incluso Suho lo notó.

TZUYU: No estaba actuando extraña y realmente hay un juego. Búscalo en Google.

YO: Elegiré creerte. ¿Cómo vas a llegar allá?

TZUYU: Teletransportándome, obviamente.

YO: Zopenca. ¿Estas conduciendo?

TZUYU: Sip. ¿Por qué?

YO: ¿Cuándo te vas? ¿Tal vez pueda ir contigo?

Tengo esperanzas mientras espero su respuesta. Un viaje gratis a Boston me permitiría visitar a mis padres, a quienes no he visto desde el fin de semana del Día del Trabajo. Ya es mediados de octubre, pero no he tenido mucho tiempo libre para hacer el viaje a la ciudad. No tengo auto, un Uber sería demasiado caro y el autobús tarda demasiado. En lugar de enviar mensajes de texto, Tzuyu me llama.

—¿Por qué necesitas ir a Boston?

—Mis padres viven allí. Nuestra casa está cerca de Beacon Hill.

-Bonito.

—Mira quien habla, chica rica. Entonces, ¿puedo ir contigo?

—Claro. Me voy a las seis, pero si quieres un viaje de regreso, no será hasta las once.

-Está bien. ¿Me recoges aquí?

— Síp síp.
—Por favor, no digas síp síp. No me gusta.

—No me importa. Te veo en una hora.

Cuelga y sonrío al teléfono. Tzuyu me divierte. Ella hace una buena adición a mi lista de amigas.

Me doy una ducha rápida y luego me pongo un vestido verde y los aretes dorados que mis padres me regalaron para mi cumpleaños en enero.

Odio estos aretes con pasión. Son grandes aros, y si fuera por mí, los grandes aros estarían prohibidos en este país. Pero ahora los uso porque quiero que mamá y papá piensen que uso los aros con regularidad. Tienen tendencia a actuar como heridos si no adulo sus regalos.

Tzuyu envía mensaje de texto cuando está afuera, y no me sorprende encontrar un brillante Land Rover negro estacionado en la acera. Me deslizo hacia el lado del pasajero y me acomodo en el elegante asiento de cuero.

—Hola —dice. Lleva un jersey negro y amarillo, su cabello oscuro delicadamente peinado y ese flequillo habitual lejos de su rostro.

—¿No estás usando tu flequillo?

—¿Estás usando enormes aretes de aro?

—Yo pregunté primero.

—Sí, no estoy usando mi flequillo.