31: Sana

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Víspera de Año Nuevo y Tzuyu me tiene en la cama antes de que pueda decir hola. Su codiciosa boca se pega a la mía, el beso me roba el aliento de los pulmones.

-Extrañé esto -gimoteo, y siento su gemido de respuesta vibrar a través de mi cuerpo. Envuelvo mis piernas alrededor de sus caderas y me muelo descaradamente contra su prominente bulto.

-También te extrañé -murmura. Sus labios están explorando mi garganta ahora. Chupa el costado de mi cuello, luego nos da la vuelta para que yo esté a horcajadas sobre ella.

Sus manos se deslizan debajo de mi camisa para ahuecar mis pechos. No llevo sujetador, así que sus largas palmas son un delicioso roce sobre mi carne sensible.

Mis pezones se arrugan al instante y se tensan contra su toque.

-Joder -gime-. Quítate esta cosa irritante.

Me quita la camisa y la arroja al otro lado de la habitación.

Una risa sale de mí.

-Oye, mi camisa no hizo nada malo.

-Estaba cubriendo estas tetas perfectas. Estoy furiosa por eso.

El susurro caliente me golpea el pezón y gimo cuando se lo lleva a la boca y chupa profundamente. Dios. No puedo creer que hayan pasado dos semanas desde que la vi. ¿Como me he estado sin esto durante dos semanas?

Ruedo mis caderas, moliéndome en su erección cubierta. Ella toma y aprieta mis senos, luego cierra una mano detrás de mi cuello y me jala para besarme. Su lengua toca la mía y es como un rayo directamente a mi núcleo.

En un frenesí sincronizado no planificado, buscamos a tientas las cinturas de la otra. Me baja los pantalones de pijama. Intento hacer lo mismo con sus vaqueros, pero la mezclilla se atora en sus muslos. Ella sonríe y levanta el trasero para ayudarme.

Sigue usando una camisa, pero está desnuda de la cintura para abajo, y su polla se levanta, larga y gruesa. Mi boca de verdad se hace agua.

-Joder -dice Tzuyu ahogadamente mientras su mirada recorre mi cuerpo desnudo.

Nuestras miradas se bloquean. Un segundo pasa, dos, tres.

Y luego nos estamos atacando de nuevo. Encuentro un condón y se lo pongo. Me tira de nuevo a su regazo. Me empalo en ella y luego la monto.

No sé cuánto tiempo pasa. Pueden ser segundos, minutos u horas. Todo lo que sé es que el nudo de placer entre mis piernas es casi doloroso, insoportable. Mi respiración es temblorosa. También mis manos. Las puntas de mis dedos hormiguean cuando acaricio su bonito abdomen. Señor, sé que estoy cerca.

Nayeon tenía razón cuando dijo que tal vez he estado teniendo sexo malo. O tal vez el sexo simplemente se vuelve predecible cuando lo has tenido con la misma persona durante años. Con Tzuyu, es completamente impredecible, y ahora estoy saboreando la novedad, todas estas novedades con ella. Primer beso. Primera follada. Primer orgasmo mientras estoy montando su polla.

Yo me corro primero, colapsando sobre ella, y ella empuja sus caderas, clavando sus dedos en mi trasero. Muerde mi hombro cuando se corre, y me río sin aliento contra sus pechos húmedos.

Nos quedamos allí por un momento, sus brazos envueltos cómodamente a mí alrededor, su polla aún enterrada dentro de mí.

-Oh, Dios mío -digo soñadoramente-. Eso fue muy bueno.

-Muy bueno -murmura.

Nos quedamos en esa posición durante casi un minuto antes de retirarse a regañadientes. Me siento y la ayudo a quitar el condón.

ONE OF THE GIRLS | SATZU [ADAPTACION]Where stories live. Discover now