27: Tzuyu

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Cuando salgo del baño, Sana y Minnie todavía están en el sofá, pero Lisa y Jennie ya no están. No estoy particularmente emocionada con la proximidad entre Sana y Minnie. Ana está sentada tan cerca de ella que podría muy bien estar en su regazo.

Sin embargo, no puedo decir nada, porque dejé bastante clara mi posición la semana pasada. Le dije que solo quería que seamos amigas. Lo que significa que, si ella quiere ligar con mi compañera de equipo, sería una gran imbécil si tratara de detenerla. Y sería una capitana egoísta si bloqueara un ligue de una de mis chicas. Esa es la regla número uno de cinco mil, borrador tres del manual de la capitana. El ligue de tu compañera va primero.

A pesar de su fragante coqueteo, ellas no me piden que me vaya. Y como una tonta no me voy, a pesar del hecho de que soy muy perceptiblemente la tercera rueda.

Minnie murmura algo que hace que Sana se ría.

Me erizo.

—¿Qué están susurrando por ahí?

—Nada. ¿Me pasas la botella? -Minnie extiende la mano.

Miro hacia Sana. Sus mejillas están sonrojadas, pero no sé si sea por el excesivo consumo de alcohol, no puedo estar muy segura.

—Es para mí -dice Minnie a sabiendas.

Me inclino para pasarle el whiskey y ella toma un trago directamente de la botella.

Ella me la pasa, y tomo un trago también. Tal vez eso es lo que necesito hacer, ponerme estúpidamente borracha. Porque es inevitable que Sana encuentre su rebote esta noche y que me parta un rayo si no es Minnie. ¿Y por qué no?
A pesar de su reputación de mujeriega, nunca he escuchado a una sola mujer expresar que se sienta usada por ella o no haya tenido un buen momento.

—Así que ustedes chicas se han besado —dice Minnie de repente, sus ojos fijándose en mí-. ¿Cómo fue eso? Fenomenal.

-Estuvo bien —digo en voz alta.

El jadeo indignado de Sana me hace sonreír.

—¿Solo bien? Que te den, Monja. Mis besos son más que bien. Soy una excelente besadora. -Sus ojos me desafían a contradecirla.

—Es una excelente besadora -admito.

Ella me mira.

—¿Y quieres hacerlo de nuevo...? -sugiere ella.

-Nop.

Minnie resopla.

—Maldición, hermana, no eres buena para el ego de una mujer.

—Créeme, su ego está muy bien.

-Sí -confirma Sana -. Soy muy segura con mi general genialidad como persona.

-¿Sí? -Minnie ahora tiene el brazo alrededor de ella, mientras los dedos de su otra mano burlonamente acarician su muslo desnudo.

A pesar de sus mangas largas, el vestido negro de Sana es indecentemente corto. No la recuerdo usándolo en el juego. ¿Cuándo tuvo tiempo de cambiarse?

Se está volviendo difícil respirar. No estoy lo suficientemente borracha para esto. Y definitivamente no estoy lo suficientemente borracha cuando la mano de Minnie se desliza hacia arriba, sus nudillos casi rozando el seno derecho de Sana en el camino hacia su cuello.

Ella comienza a acariciar eso, también.

A ella se le corta la respiración.

—¿Acabas de tocarme el pecho?

—No. —La lengua de Minnie está atrapada entre sus dientes cuando ofrece una sonrisa divertida.

—Casi me rozaste el pecho.

—Sí, un roce, no un toque.

—La misma cosa. ¿Verdad, Tzuyu?

No respondo. Mi boca está completamente seca.
Recuerdo besarla en el club en Boston, lo mucho que quería acunar sus tetas con ambas manos, mover mis pulgares sobre sus pezones hasta que estuvieron tan duros como carámbanos. Pero estábamos en público y no lo hice. E incluso en privado, aún no puedo hacer eso.

¿Tal vez ver a Minnie hacerlo me proporcionará alguna clase de satisfacción?

¿Tocar pechos a segunda mano es una cosa?

Pero el enfoque de Minnie ya no está más en las perfectas tetas de Sana. Ella baja la cabeza, y Sana chilla en sorpresa.
Me endurezco con la vista de su cabeza pelinegra acercándose al cuello de ella.

-Hueles bien, Sana -dice Minnie

Sana, por otro lado, se relaja un poco. Su cuerpo prácticamente se derrite en el de Minnie , y ella incluso inclina su cabeza para que le sea más fácil olerla.

Ya no es difícil respirar, es imposible. Los celos golpean un tambor constante en mi sangre. Pero también lo hace la excitación. Debería levantarme e irme, ya mismo.

Cualquier cosa menos que eso es una auto tortura.

Pero mi trasero permanece pegado en el sofá.

Minnie levanta la cabeza, y le da una sonrisa
divertida

-Quiero besarte —le dice ella a Sana, quien inhala profundamente.

Enrollo mis dedos sobre mi rodilla para evitar que se aprieten a un puno.

Minnie me lanza una breve mirada, guiña un ojo, y luego baja su boca a la de Sana.

Hija de puta.

Sana da la bienvenida al beso, separando los labios para ella, y yo casi maldigo en voz alta.

Aprieto los dientes. Finalmente encontrando mi voz

—Solo me voy a ir...

sana rompe el beso y planta su mano en mi muslo.

-Quédate.

Oh dulce Jesús. Si, definitivamente ya no hay más oxígeno en esta habitación.

—No. —Me muevo—. Siento que ustedes podrían necesitar algo de privacidad.

Minnie me da una sonrisa.

—Cuando estabas en el baño, le estaba contando a Sana de esa vez que entraste cuando estaba siendo chupada. Ella dijo que era la cosa más caliente que jamás había escuchado.

Miro bruscamente hacia Sana, cuyos labios se curvan un poco.

—Lo más caliente -dice ella con voz ronca-. ¿Por qué no te les uniste?

—¡Eso fue lo que dije! - dice Minnie.

Cuando Minnie arquea una ceja y su mirada va a la mía, como si dijera, Voy con todo. ¿Qué hay de ti?

No sé qué demonios estoy sintiendo. Sé que estoy tan dura como una roca y que no debería estarlo.

Sé que cuando las vi besándose, quise arrancarle la lengua a Minnie de su boca y usarla alrededor de mi cuello como un trofeo de guerra mientras follo a Sana frente a ella.

Y ahí es cuando me rompo. Los celos abrasadores en mi sangre rivalizan con la primitiva necesidad fluyendo en mi sangre.

Gruño como un perro territorial y salto en mis pies, enérgicamente tirando de Sana conmigo.

一No.

Los ojos de ella se abren.

—¡Qué demonios!

Minnie simplemente se ríe.

—Nos vamos —espeto a ella, mientras mi pulso se acelera y mi respiración sale disparada.

ーPero..
Silencio su protesta con un gruñido.

-¿Quieres tu rebote? Te daré tu jodido rebote. Vámonos.

ONE OF THE GIRLS | SATZU [ADAPTACION]Where stories live. Discover now