ONE OF THE GIRLS | SATZU [ADAPTACION]

40: Tzuyu

No tengo ni idea de lo que está sucediendo mientras entro en el vestidor. Las chicas están todas preparadas. Soy la única medio vestida y me importa una mierda en este momento. El padre de sana me pisa los talones, sorprendiendo a cada una de mis compañeras de equipo por su apariencia.

Las cejas del entrenador se elevan.

-¿Quién es este? -pregunta.

-Es el padre de Sana - explico-. El doctor Taeyang Kim.

—Guau - exclama Ryujin , mirando boquiabierta al recién llegado—. ¡Llego rápido! Esta noticia literalmente acaba de salir.

—¿Qué está pasando exactamente? -exige el Doctor Kim, ignorando a todas menos al otro adulto en la habitación.
El entrenador extiende una mano.

—El entrenador Osamu, y me temo que no puedo responder eso para usted. Todo lo que tenemos es una imagen granulada en un teléfono.

—Es Sana -digo con los dientes apretados.

El Doctor Kim asiente sombríamente.

—Esa es mi hija. ¿Dónde está este lugar exactamente? ¿Casa Bristol?

—Es un dormitorio en el lado oeste del campus — dice Lisa—. Diez minutos a pie, dos minutos en auto.

El Doctor Kim ya está de vuelta en la puerta.

—Chou -espeta-. Necesito que me muestres dónde es.

Mis pies permanecen arraigados al suelo. Porque... el equipo está a punto de ir al hielo. Este juego determina quién va a las finales de nuestra conferencia y, a partir de ahí, pasa al torneo nacional. El Frozen Four.

Pero no puedo jugar hockey en este momento. Mi novia está en una maldita azotea a mediados de febrero, tratando de hablar con un saltador suicida. Leí varios tuits que me mostró Lisa, y no parece que solo haya dos personas simplemente pasando el rato allí. Suho claramente está amenazando con saltar.

Me paso las manos por el cabello. Mis dedos tiemblan salvajemente. Estoy preparada con mis almohadillas inferiores, pantalones de hockey y calcetines. Pero arriba solo tengo una camiseta. Mis hombreras y coderas están en mi casillero. Mi protector de pecho está en el banco.

Tragando con fuerza, deslizo mi mirada por la habitación. Estoy a punto de romper todas las reglas del manual de la capitana.

Quería ser una buena capitana. Quería poner al equipo primero, apoyar a mis chicas, ser pacientes con ellas, seguir todas las reglas que he estado compilando desde que comenzó la temporada. Me prometí a mí misma que no dejaría que las chicas interfirieran con el hockey, y ahora estoy a punto de tirar el libro de reglas por la ventana... por una chica.
Pero literalmente no hay otra opción aquí para mí. Chicos como Soobin, Jungkook, y Jeno, creo que lo entenderían. Creo que nunca pondrían el deporte por delante de sus parejas. Entonces, si mi equipo me odia, que así sea. Todo lo que sé es que si Sana está en problemas, entonces ella es primero.

—Chicas. —Mi voz es áspera—. Lo siento. No puedo jugar esta noche.

Nadie dice una palabra.

La culpa me atraviesa en espiral y forma un pretzel apretado en la boca de mi estómago.

—Créanme -continúo desesperadamente-, no quiero perderme este juego, pero incluso si saliera y jugara, sería una carga para ustedes. Mi cabeza no está aquí, está con Sana. No podré concentrarme hasta que sepa que está a salvo y...

—Ella acaba de subir a la cornisa - espeta Lisa, sus ojos pegados a la pantalla de su teléfono.

El Doctor Kim se congela en la puerta. Estoy segura de que el puro terror en sus ojos refleja el mío.