Capítulo 24

177K 6.9K 6.4K
                                    

                Camila's POV

Comenzaba a no gustarme aquello del embarazo. Tenía calor las veinticuatro horas del día, si me pasaba más de diez minutos de pie se me hinchaban los tobillos, no podía cambiar de postura y ya no me veía los pies. Miami no ayudaba en eso del calor, aunque en la habitación del hotel teníamos el aire acondicionado puesto todo el día. Lauren cruzaba la habitación hasta llegar a su lado de la cama, y yo intentaba acomodarme un poco en la cama, pero no podía. Estaba ya de siete meses, y la tripa no era algo que facilitase mi movilidad precisamente.

Cuando tenía aquellos días de trabajo en Miami, normalmente me iba a casa con mi madre, o a casa de su madre. Siempre era agradable tener esa compañía y a veces poder estar con la pequeña Hayley, que aún alucinaba con las patadas de su prima.

Lauren se tumbó en la cama y la miré. Estaba bastante cansada, así que alargué una mano hacia ella, que yacía a mi lado. Tenía ojeras, pero no se le borraba la sonrisa de la cara.

-Estás preciosa. –Me decía con una sonrisa, que no pude evitar responder. No sabía si era verdad, porque tenía una tripa descomunal y casi no podía abrazarla.

-Si tú lo dices.. –Mi voz era más baja que de costumbre, intentando que a Lauren no le sonase muy fuerte mi voz y que no molestase.

Al cabo de un rato, cerró los ojos intentando dormirse, y yo también lo hice, necesitaba descansar porque estaba agotada. Otra de las cosas odiosas del embarazo era tener que ir al baño cada cinco minutos. Justo cuando empezaba a coger el sueño, la pequeña empezó a removerse en mi interior, y yo lo único que quería era dormir.

-No, ahora no cielo.. –Puse una mano en la tripa negando, pero no paraba de jugar en mi interior. Cerré los ojos intentando dormir, pero no podía por las patadas que estaba dando. No sabía qué quería, y Lauren ya estaba durmiendo a mi lado como un lirón. La estaba envidiando demasiado, y más con esa cara de paz y tranquilidad que tenía. –Por favor.. –Rodé los ojos con un suspiro, intentando no odiar a Lauren por su facilidad para dormir. Tenía a un bebé pateándome desde dentro, y que a ella le parecía divertido. Acaricié la tripa como si así pudiese hacer que parase, pero no lo hacía. –Malditos genes Jauregui. –Musité al recordar lo revoltosa que era Hayley, y cuántas veces me había dicho eso de 'genes Jauregui'. Estaba empezando a odiarlo.

La pequeña no paraba de moverse sin dejarme dormir, y Lauren se giró para abrazarse a mí. Su mano pasó por encima de mi tripa, y soltó un largo suspiro. En aquél instante, la pequeña dejó de moverse en mi interior.

-¿Te gusta que mamá te abrace? –Cerré los ojos apoyando la cabeza en la almohada, y solté un suave suspiro de tranquilidad, pudiendo de una vez conciliar el sueño.

* * *

Y durante el día, el calor era aún más insoportable, aunque la piscina del hotel ayudaba a pasar el trago. Lauren estaba en las oficinas, y Sofi, Chris y yo estábamos en las hamacas.

-Mierda, cómo se lo monta Lauren. –Comentó Sofi, cogiendo un cóctel, bebiendo un poco. Ya era mayor de edad, así que podía beber lo que quisiese y no reprimirse, cosa que me hacía gracia.

-Sí, es impactante cuando ves que esto es suyo. –Puse las manos en mi tripa y me levanté con ayuda de Chris, caminando con mi hermana hasta la piscina.

-¿Dónde está? –Chris preguntó y suspiré, porque me estaban empezando a doler las costillas.

-Trabajando. ¿Sabéis? Odio los genes Jauregui. Os lo digo en serio. –Bajé las escaleras de la piscina hasta estar dentro, soltando un suspiro y Chris y Sofi rieron a la vez, pero negué. –No para de moverse.

room 72; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora