Capítulo 36

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Camila's POV

Se me hacía difícil dejar a Karla con mis padres mientras Lauren y yo volvíamos al trabajo, pero así era la vida, y así volvía al hospital. El pabellón con mi nombre que Lauren había hecho para mí estaba completamente terminado y en funcionamiento, y nada me hacía estar más orgullosa.

Sofi y Chris estaban de vacaciones, así que estaba prácticamente sola.

-¿Cuántas operaciones llevas hoy? -Preguntaba Ally mientras yo me ponía el gorro y entraba en la sala a desinfectarme las manos.

-Con esta dos de apéndice. ¿Quieres venir dentro a ayudarme? Igual te desmayas al no estar acostumbrada a ver sangre. -Me gustaba burlarme de Ally de aquella forma, y me dio un golpe en el hombro mientras me frotaba las manos con jabón.

-Veo más sangre todos los días en un parto que tú en una operación. Dame el jabón. -Casi me lo arrancó de la estantería y antes de eso, consiguió ponerme los guantes. -Nunca he operado.

-Es como una cesárea. Sólo que más pequeña, menos sangrienta y el bebé es una bolsa de pus. No tendrás que hacer mucho.

Y la verdad es que Ally lo hacía bien, no noté diferencia con Chris o Sofi, y eso decía mucho de Ally. En media hora habíamos terminado, y la dejé coser la herida porque tenía más técnica. Aquello de coser a chicas jóvenes que han dado a luz por cesárea y no quieren que se les quede la cicatriz hace carrera.

-¿No te cansa hacer tantas operaciones? -Dijo Ally al salir, y casi no me dio tiempo a responder cuando tenía a una señora gritando y tirándome de la camisa del uniforme verde.

-¿¡Y mi hijo!? ¿!Está bien!? -Cogí sus manos y las aparté con cuidado de mí, asintiendo lentamente.

-Señora, tranquilícese. Su hijo está muy bien, además sólo era una operación de apendicitis. -Respondí alejándome un poco de ella.

-Es que usted no es madre, no lo entiende, estaba preocupada le dolía mucho, casi no podía andar. -Sonreí un poco negando, intentando relajarla.

-Sí que soy madre, y sí que lo entiendo, ya está todo bien, nadie ha muerto de una operación de apendicitis, eso se lo aseguro. -Señalé el final de la sala, donde Dinah estaba pasando consulta a consulta. -¿Ve a esa enfermera? Si necesita cualquier cosa, ella sabrá qué hacer.

-Gracias, doctora. -Se alejó hacia el final del pasillo y me di la vuelta metiendo las manos en mis bolsillos.

-Esa mujer casi te arranca la camiseta. -Miré a Ally mientras entrábamos en el ascensor, encogiéndome de hombros riendo.

-Es normal. Es como si operasen a Karla de algo sin importancia y fuese Lauren la que está fuera esperando. No sabe nada sobre lo que van a hacerle. -Me encogí de hombros cogiendo un café de la sala de descanso, cogiendo el móvil que había dejado allí para la operación, y mi madre, como siempre, me mandaba fotos de Karla en el carrito mientras paseaban por Malibú. Mi padre la sostenía, en brazos en otra, y creo que mi hija trajo un poquito más de felicidad a nuestra familia.

-¿Tienes más operaciones ahora? -Preguntó Ally, mientras yo le daba un sorbo al café.

-Sí, y esta sí que es preocupante. -Respondí sentándome en el sillón, cruzándome de piernas.

-¿De qué es? -Ally se sentó frente a mí, y yo removí el café con la cucharilla.

-Operación de pulmón. -Miré el reloj de la pared y me levanté de nuevo con un suspiro, dejando el vaso en la mesa. -Y tengo que irme ya.

room 72; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora