22. Paciencia

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Es curioso, porque yo nunca he pensado (Ni tengo pensado) hacerme un tatuaje, pero como tengo que pensar los de Crystal me he vuelto una obsesionada ahora mismo y ya no puedo parar jajaja hasta me hice uno de henna de mi pequeña obsesión. 

Había planteado la idea de poner una foto de mis inspiraciones para el tatuaje, para que comprendieses un poco mejor como era, pero luego he dicho " Que leñes Vinca. Una escritora no necesita una imagen para poder explicar lo que quiere" Así que me he obligado a mi misma a no ponerla jajaja Os lo tendréis que imaginar como queráis.

Siento la (Mini) tardanza, pero ahora con las vacaciones mi casa es invadida por un montón de primos/amigos/tíos  y como siempre que viene gente comparto habitación, pues no puedo escribir. ( Por que no se vosotros, pero a mi me da cosa escribir yaoi o cualquier género si hay alguien delante)

Pero ya está. En realidad quería llegar un poco más lejos en este capítulo, pero como siempre me alargo demasiado con las cosas, y pensé que se me haría muuuuuy largo. Así que es mejor solo esto.

Disfrutad^^


Asomé mi rostro por detrás de Nay para observar con curiosidad cómo ponía el papel con la calcomanía del tatuaje justo en la zona de la clavícula de Crystal, pero antes de poder ver nada más el chico me empujó ligeramente hacia atrás, bloqueando la vista.

—¿Por qué tanta prisa? Ya lo verás cuando esté acabado. Si Crystal va a esperar a verlo hasta el final tú también te aguantas —A su lado Crystal sonrió.

—Merece la pena esperar, ya verás —No pude evitar hacer un puchero infantil aprovechando que, al estar de espaldas a mí, el peliazul no podía verme.

—Nunca he visto cómo se hace un tatuaje —Tanto Crystal como Nay soltaron una risa al unísono.

—Era de esperar, con esa vida de mojigato que llevas —Fruncí el ceño molesto. No era mi culpa que me hubiese pasado 18 años de mi vida encerrado en mi casa sin hacer nada interesante "En realidad sí es tu culpa Dan...Tuya y de los videojuegos" El sonido de la pistola de tatuar me sacó de mis pensamientos, a pesar de que el cuerpo de Nay me impedía ver lo que estaba haciendo sí podía observar el rostro de Crystal y la expresión de dolor contenido de la pelirroja lo decía todo.

— ¿Tanto duele hacer un tatuaje? —Mi amiga hizo una mueca indescifrable y supuse que estaba evitando encogerse de hombros debido al tatuaje.

— Algunos sitios duelen más que otros, pero si de verdad lo quieres merece la pena —No añadí nada más, sorprendido por las palabras de mi amiga. Fue Nay quién retomó la conversación con tono burlón.

— ¿Replanteando la idea de hacerte uno? —Bufé ante su pregunta y me crucé de brazos.

—No pienso dejar que nadie me clave unas agujas en ningún sitio

El peliazul desvió fugazmente la mirada del tatuaje para mirarme.

— ¿Miedo a las agujas?

— ¡Por supuesto que no! —Mierda, ¿Acaso no podía tener una conversación normal con este chico sin que saliese a la luz algún aspecto patético de mi vida? Crystal sonrió con la mirada perdida, como si recordase algo.

— Yo al principio tenía miedo a las agujas, hasta que vine aquí a por mi primer tatuaje —Aunque no podía ver el rostro de Nay sí aprecié cómo asentía levemente.

— Sí, lo recuerdo. Por un momento temí que me clavases la aguja en el ojo aquel día —Crystal contuvo la risa para evitar sacudidas indeseadas en la zona del hombro. Yo me erguí en el asiento que me había agenciado detrás de Nay.

La vida es AburridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora