Compartir es vivir

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Ha sido más de un mes desde la última vez que actualicé, Lo se.

Le dedico el capítulo a SoraSkies por haber estado ahí desde el principio desde Amor Yaoi y acabarlo conmigo aquí ahora :)

Ahora mismo estoy llorando un poquito, pero ya os doy la tabarra después de el capítulo. Ahora sí disfrutad(?)

No dije nada mientras me sentaba a su lado y ella esperó, también en silencio, mientras yo pedía una cerveza al barman. Sara bebió con lentitud de su botellín mientras observaba con desinterés como el camarero dejaba en la barra el mío. Al fin fue ella quien decidió hablar primero.

-Eres un idiota - No sonaba enfadada, pero lo decía totalmente en serio. La rubia se restregó la boca con la manga de la chaqueta que llevaba y continuó-. ¿Sabes cómo están todos por ti? No te ven en meses.

-Un mes y tres semanas - Murmuré, pero la mirada que me echó me recomendó cerrar el pico.

-Mía se preocupa como una madre desamparada, Haddock está continuamente diciendo que te vas a quedar canijo sin sus entrenamientos y...-La chica enmudeció abruptamente, como si hubiese estado a punto de decir algo que no debería, y volvió a zar un sorbo a su botella. La imité, sintiendo los remordimientos invadirme. No es que hubiese desaparecido por completo, seguía en contacto por mensajes y alguna que otra llamada, pero no había vuelto a ver a nadie después de todo lo que pasó-. Dime una cosa, novato-sentí una extraña opresión en el pecho al oír ese mote. Hacia mucho que nadie me llamaba así-, ¿No se te ocurrió pensar que, como mejor amiga, podrías haberme pedido consejo a mi en vez de comerte el coco tú solo?

Aquello me cogió por sorpresa. Me sentí un completo estúpido en aquel momento. Nunca lo había pensado, ni siquiera se me había pasado por la cabeza.

-Lo siento-La chica soltó un gruñido.

-Se que no soy una persona muy agradable para mantener una conversación, pero te habría ayudado. Al menos para hacerte dar cuenta que la única relación que peligraba con Nay era la mía.

-¿Ehm? -Estaba demasiado distraído por escuchar el nombre del peliazul como para intentar descifrar sus quejas. Sara negó con la cabeza y terminó de un trago su cerveza.

-Olvídalo, no pienso luchar sus batallas. ¿Qué tal en la universidad?¿Qué estás haciendo?

La miré en silencio unos segundos, hasta que la chica pareció captar mi mutismo. Soltó un bufido extraño

-No pienso contarle nada a él si es lo que temes-Aunque sus palabras me parecieron sinceras tardé un rato en contestar, me lamí el labio inferior pensativo. No quería perder el contacto de nuevo de aquella manera tan estúpida

-Astronomía ¿Y tú?

No volvimos a tocar el tema de los reproches y los errores. Sara se tiró media hora hablando del overwatch y me hizo prometer que me uniría a su equipo de competitivo y no me dejó marchar hasta que le prometí que llamaría a Mía para quedar con ella algún día.

Cuando llegué al piso ya era pasada medianoche. Al cruzar la entrada Crystal esperaba en la entrada, apoyada contra la pared del pasillo. La miré unos instantes, sorprendido de que siguiese en la casa a aquellas horas, pero mucho más sorprendido de que me estuviese esperando. La chica parecía incómoda y sus ojos verdes evitaron el contacto visual en todo momento. Con desgana alzó un pequeño sobre hacia mi.

- El viernes Isai celebra su cumple. Me dijo que quería que estuvieses- Observé el sobre que me extendía con la boca abierta, antes de que Crystal pudiese decir algo más (Y temiendo que se arrepintiese en cualquier momento) me apresuré a cogerlo, sin apartar la vista del rostro de mi amiga... o ya no tan amiga.

La vida es AburridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora