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Me di la vuelta lentamente y la vi, sonreí. Pero ¿qué hacía aquí? Me alegraba de verla, mucho, pero me extrañaba verla en esta mesa.

- Hola- dijo sonriendo.

Bea se sentó a mi lado.

- ¿Bea? ¿Qué haces aquí?- pregunte.

Note un brazo en mi cintura que me acercaba a ella, note mariposas.

- ¿Te molesta que este aquí?
- No, en absoluto, pero se me hace extraño...
- -Bea se acercó a mi oído- supuse que esto solían hacer las novias...

Me reí como tonta.

- ___... Nosotras nos vamos, nos vemos en clase- dijo Perrie.

Es verdad, había más gente en la mesa.

- Eh... Sí, claro, nos vemos- sonreí.

Se fueron y yo me quede unos segundo más con Bea. Me di la vuelta, me subí en sus piernas y la bese la boca dulcemente.

- Recuerda que todavía no somos nada- dije tocando nuestras narices.

Pero aunque no fuéramos nada, me consideraba ya su novia.

- ¿Tengo que pedírtelo?
- Si, es lo que hacen las novias.
- Pero si sabes que te quiero- dice sonriendo.
- ¿Qué? No te escuche.

Era broma, pero me encantaba escucharla decir eso.

- Que te quiero- dijo mirándome a los ojos.
- No te escucho con tanto ajetreo...

Bea movió su cabeza hasta mi oído.

- Te quiero- me susurro y luego me mordió el lóbulo.

Sentí un escalofrío en mi columna vertebral. Me separe de ella lentamente cuando sonó el timbre, tocaba la primera clase. Las clases pasaron aburridas, en ninguna estaba con Bea y solo tuve una con David pero se tuvo que ir por una cosa del baloncesto. Así que cuando por fin sonó el timbre de la última clase, que era la que tenía con David, me levante de la silla, recogí mis libros y fui hacia la salida.

- Eh, ___, espérame que le doy una cosa al profesor, te tengo que decir una cosa- me dice David que acababa de llegar corriendo.
- Vale.

Me apoye en la pared, salió Pezz y me pregunto si iba a ir con ella a cenar, pero le dije que iría más tarde. El pasillo estaba más vacío y David no salía de la clase, pero luego por fin salió.

- Lo siento por la tardanza, pero es que el profesor empezó a hablar y no paraba- dijo cogiéndome del bazo.
- No pasa nada, bueno ¿Qué querías?
- Era solo que me esperaras para ir a la cafetería- se rasca la nuca.
- - me rio- Venga, vamos.

Vamos juntos hacia la cafetería, nuestros brazos se tocan. ¿Se lo digo ahora? ¿Le digo que estoy saliendo con una chica? Bueno... todavía no estamos saliendo... ¿le digo que me gusta Bea? Agh, no sé. A lo tonto llegamos a la cafetería, cogemos las bandejas y nos sentamos en la mesa en la que ya estaban Jesy y Perrie. Miro a un lado y a otro ¿Y Bea?

- ¿Buscas a alguien?- me pregunta David.
- No- digo sonriendo.

Terminamos de comer, nos levantamos para dejar las bandejas pero David me llama para que vaya un segundo.

- Te quería decir una cosa- se rasca al nuca, así se pone cuando está nervioso.
- Dime.
- Te quería pedir perdón por aprovecharme de que estabas ayer mal para besarte...
- Ah, no importa David, yo te lo pedí- dije sonriendo.
- Ya... Bueno... ¿Me das un abrazo?
- Claro.

David abrió los brazos y nos fundimos en un profundo abrazo. Me gustaba David, sí, pero como amigo, yo ahora solo tenía ojos para Bea y se lo tenía que decir, justo cuando me iba a separar de él, oí una voz:

Mi Alma Opuesta | Bea Miller y túWhere stories live. Discover now