081

1K 82 8
                                    

"Querida Bea. ¿Has mirado mi habitación? No hay nada, nada mio, nada que me ate a este lugar, menos tú. Pero me tengo que ir. Esta vez no son mi padres soy yo. Dirás "¿Por qué? ¿No iba todo bien?" Todo iba fenomenal, pero esto es lo mejor para ti, para mi y para... Cuando te des cuenta de por qué lo hice, seguramente me des las gracias. Seguramente ahora mismo me odiaras, por haberme ido y por despedirme mediante una mísera carta ¿qué no tenía valor para hacerlo cara a cara? Pues no, no tengo valor, ya que me derrumbaría delante de ti y echaría todo mi plan a perder y no quiero que pase eso. Quizás dentro de unos cuantos años, cuando nos volvamos a encontrar, nos acordaremos de esto, arreglaremos nuestros problemas e incluso podremos volver a seguir con nuestros planes de boda... No, no, olvida lo último, no quiero retenerte a mí, quiero que seas feliz... Sin mí. Lo último que quiero es que vuelvas a odiar la música, quiero que te desahogues en ella, en vez de odiar míralo desde otro modo, piensa que la música es ahora tu única amiga. Quiero que termines tus estudios. Sé que no tengo derecho a pedirte nada... Pero te quiero decir que yo lo voy a pasar mal, pero no volveré a cortarme. Jamás pensé en que esto podría llegar a pasar, tenía mis ideas de un futuro a tu lado, pero al parecer ya no podrá ser así... Algo se ha interpuesto entre nosotras, un deseo que tu no puedes cumplir. Te pondría más cosas, pero no tengo a penas tiempo, todo esto ha pasado por mi cabeza en cuestión de horas. No quiero que me busques, que preguntes a nadie de mi, ya que nadie sabe a donde he ido. Por último, quiero que le cuentes que me he ido a Perrie y a Jesy, a David también. Me he quedado con el anillo, espero que no te importe.

Con todo el amor del mundo,____.

Te amo demasiado, tanto que haría lo que fuera para que vivas feliz, sin preocupaciones."


Me quede mirando la carta... ¿QUÉ MIERDA ES ESTO? ¿UNA CARTA DE DESPEDIDA? Obvio que si... ¿Pero por qué? ¿Por qué se fue? Esto es estúpido, no, no, no, no y mil veces no. No podía volver a irse, mi pequeña no podía abandonarme de nuevo. Mi vida se volvía a derrumbar. ¿Qué no la busque? ¿Esta loca? Esta vez no me quedaré de brazos cruzados, ella dice que lo hizo por mi bien, ahora sé que ella jamás supo lo que me convenía.

NARRA ____.

No habíamos salido de la ciudad. El taxi aparcó delante de una de las muchas casa que había iguales.

- Ya hemos llegado- aviso el taxista.

- ¿Tengo que pagar algo?- pregunte.

- No, esta todo pagado.

Bajé del taxi, el hombre me ayudó a bajar las maletas. Algo crujió en el cielo y como quien no quiere la cosa, empezó a llover fuertemente. ¿Podían salir las cosas peor hoy? Rápidamente arrastre la maleta hasta la casa que llevaba el numero 23 colgando de la puerta. Tragué saliva, no estaba muy segura de esto. Pegué al timbre, se oyeron unos pasos corriendo detrás de la puerta. A los minutos, se abrió la puerta. Se apartó de la puerta, dejándome pasó para que me guardara de la lluvia.

- Lo mejor será que te cambies... Luego si te apetece, hablamos- me dijo sonriendo.

- Gracias por todo- dije arrastrado las maletas.

- No tienes que darlas.

Me acompañó hasta la planta de arriba, una pequeña habitación, pero perfecta para mi. Me dejó sola en la habitación. Me cogí el pijama que tenía que más abrigaba. Rápidamente me cambié, luego aprovechando que mi cuarto tenía un cuarto de baños, me sequé el pelo. Limpié las gafas... solo me apetecía dormir. Así que eso hice, ya tendríamos el día entero de mañana para hablar de lo que pasaba y espero que me entienda.

Me metí en una cama que no era la mía, pero que sería la mía hasta que pudiera permitirme un apartamento. No pude dormir, la cara de Bea llorando permanecía en mi cabeza, no me gustaba que sufriera, espero que me entienda, que opte por olvidarme y que siga con su vida, pero lo dudo. Puse mi mano derecha sobre mi barriga, cogí aire, solté las últimas lágrimas del día de hoy y pude caer en un largo sueño.

NARRA BEA.

A primera hora de la mañana me puse a buscar como loca a Perrie o Jesy por el internado, las encontré rápidamente.

- ¿QUÉ MIERDA LE HA PASADO A ___?- grite nada más verlas, mi tono era muy brusco, las dos se asustaron.

- ¿Qué pasa?- dijo David que estaba al lado de Jesy.

- ¿Dónde esta ___?- dije más relajada, pero roja de rabia, de impotencia.

- Bea, relájate- dijo Perrie- ¿Qué pasa con ____?

- ¡Eso digo yo! ¡No esta aquí! Se ha ido, me ha dejado- dije sin saber si llorar o gritar.

- No sabemos nada de eso- dijo Jesy mirando a Perrie.

- No mintáis- dije- Necesito saberlo, no sabéis lo importante que es ella para mi.

- No te mentimos.

- Por favor- dije sin poder evitar unas lágrimas- No puedo estar sin ella, necesito saber donde y por qué se fue.

- No sabemos donde...- empezó a decir Jesy- Pero si sabemos por qué.

NARRA ____.

Salí del cuarto que ahora iba a ser mio. Me sentía mal, sin ganas de nada, pero tenía que seguir a adelante.. No conocía esta casa, así que me guíe por el sonido y fui donde se escuchaba jaleo. Llegue a la cocina.

- ¿Qué tal?- me preguntó.

Me senté en un taburete, apoyé el codo en la mesa y la cara en la mano.

- Mal. Lo siento por no bajar ayer, pero estaba agotada.

- Lo suponía. ¿Qué tal tu nuevo cuarto?

- Esta genial. No sé como agradecértelo.

- No tienes por qué agradecérmelo- dijo colocando un plato con tostadas delante de mi.

- Nunca pensé que acabaría aquí.... En tu casa.

- Gracias ¡eh! A mi también me extraño que me llamaras a mi.

- Tampoco tengo muchos amigos... Y aunque haya malos recuerdos, creo que puedo confiar en ti, Richard.

- Me halagas... He cambiado. Cuando me fui a Alemania, a los días vinieron unos hombres y resulta que esta casa mis padres la habían comprado sin dinero negro, así que en cierto modo como ellos estaban en la cárcel, me pertenece. Así que nada más que lo supe, me vine aquí... Aun que seguía siendo menor de edad. 

- Hm... ¿Y solo has cambiado en eso? - dije comiendo un trozo de mi tostada.

- Mi forma de ser. Me arrepentí de como te trate y bueno... cambie, mucho.

Tocaron el timbre, Richard me sonrió y se fue a abrir. Se escucho el sonido de un beso ¿su novia? Cuando llego de nuevo a la cocina estaba acompañado de un chico de su edad, igual de alto y era guapo.

- ___, este es Fred... Mi novio- dijo Richard.

Casi se me cae el croissant al suelo... ¿Richard era gay? Ni podía haberlo imaginado.

- Encantada- dije ofreciéndole mi mano.

- Ella es ___, una amiga, se va a quedar una temporada en mi casa.

- Un placer... - dijo el chico que llevaba un gorro negro y que apretaba mi mano.

- Gracias, igualmente.

Que de vueltas daba el mundo. Yo embarazada psicologicamente en la casa de Richard, que por cierto es gay.  












N/A: adivinar con quien va a acabar David, lo prometido... es deuda 7u7 KAJAJAJAJAJA; aqui todos son gays, no se salva nadie. y espero que disfruteis del capitulo, por cierto.

Tal vez haga una novela de Lauren.

hasta lueh - xzoex

Mi Alma Opuesta | Bea Miller y túWhere stories live. Discover now