086

1K 78 9
                                    

 - No hay mucha gente- digo mirando la orilla de la playa casi desierta. 

- Mejor- dice Richard.

Empezamos a caminar sobre la arena. Si ya me cuesta de por si con esta barriga andar por la acera, andar por la arena me cuesta el doble. Richard me ayuda y conseguimos llegar hasta la orilla, pero un poco alejados. Sacamos nuestras toallas y las extendimos sobre la arena, me siento para descansar.

- Hago tres cosas y ya me canso.

- Normal, ya no tienes el cuerpo de antes.

- Tengo unas ganas de que esto acabe...

- ¿No te da miedo?- dice sentándose en su toalla a mi lado.

- Un poco... Sobretodo tengo miedo de que mis sueños se hagan realidad.

- ¿Qué sueños?- me mira raro.

No le había contado de mis sueños, los sueños que tuve antes de quedarme embarazada.

- Soñé que le cogía asco a mi niña, ya que cada vez que la miraba me recordaba a Bea... También soñé que yo ya tenía una vida hecha, con un hombre y mi hija... Y que un día nos encontrábamos a Bea en el parque sola, y mi niña se iba feliz hacía ella gritando mamá. No quiero hacer una vida lejos de ella, quiero que ella pertenezca a mi vida, no quiero vivir con un hombre; quiero a mi mujer.

Y empecé a llorar, desconsolada, me arrepentía de haberla abandonado y encima con el embarazo lloraba por todo.

- Ay cariño- dijo Richard abrazándome- Lo hecho, hecho esta... ¿vamos a meternos al agua?

- Ahora no me apetece. Ve tú.

- No te voy a dejar sola ¿y si viene un pervertido al que le pongan las adolescentes embarazadas? 

- Eso es una locura- dije sonriendo casi riendo.

- No me quiero arriesgar- se tumba en su toalla quitándose la camiseta.

Me quedo sentada en la toalla, observándolo, luego miro al cielo, hace calor pero hay nubes que cubren el cielo... Hace un día perfecto. No me quito la camiseta... así puedo disimular mi barriga, no me tumbo ya que luego me va a costar levantarme, tan solo me quedo sentada, viendo el agua romper en la orilla, a niños pequeños jugando, a sus madres corriendo detrás de ellos... Así estaré yo dentro de unos años.


NARRA BEA.

Vuelvo a pegar la timbre, entonces escucho la voz de un chico chillando "voy" ¿Un chico? ¿Por qué es la casa de un chico? ¿Y si es su nuevo novio? Tranquilízate Bea... trata de no aparentar que estas celosa. Entonces llega el momento esperado, la puerta se abre y deja a la vista a un chico de mi edad más o menos.

- ¿Quién eres?- me pregunta.

- Eh... perdona... ¿Esta ___?- su nombre sale con dificultad de mi boca.

- ¿___? ¿Qué ___?- me pregunta.

MI CHICA, MI COMPROMETIDA, ESA ___.

- Una chica morena... con gafas, un poco mas baja que yo y... Embarazada, psicologicamente - susurro lo ultimo.

- Ah, ___...- dice tan natural- Ella no vive aquí.

- ¿Sabrías decirme donde vive?- le pregunto.

Por favor, por favor, por favor.

- ¿Quién eres?- me pregunta dudoso.

Mierda ¿y ahora que le digo?

- Soy... soy... Su prima.

Mi Alma Opuesta | Bea Miller y túWhere stories live. Discover now