044 [Hot]

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Bea se separó unos milímetros de mí, pude coger aire aunque todo mi cuerpo seguía temblando por su proximidad. Me miro a los ojos y yo la imite, mire sus ojos marrones, tenían un color precioso y eran profundos, cuando la mire sentí el dolor de su pasado, de un pasado que yo no sabía nada, pero también vi una dulzura especial, un brillo que me mataba... La mirada de Bea era especial. Cuando volví a mí ser, pude hablar.

- Y yo que venia a echarte un sermón- dije sonriendo temblorosa. Escuche una dulce risa de Bea cerca de mi oído.

Bea levanto un poco mi camiseta, coloco justo en mi curva su mano fría. Ya hacía frío de invierno, aunque seguíamos en otoño, aunque aquí seguro que nevara dentro de poco. Sentí la otra mano de Bea sobre mi piel, tenía la piel de gallina.

- Se me ocurre otra cosa...- gimió en mi oído y me mordió el lóbulo- que podríamos hacer.

Entonces decidí que esta vez tomaría yo el control; quería ser la activa. Iba a separar un poco a Bea de mi, pero ella se resistió.

- No, no vas a tomar el control... hoy te toca ser la pasiva querida- rio.
- ¿Cómo lo sabías?- me mordí el labio inferior.
- Eres muy predecible- dijo poniendo un mechón que caía sobre mi frente detrás de la oreja.

No me gustaba ser predecible. Roce su feminidad suavemente con mi mano, sonreí. Le desabroche el pantalón. Ella tenía una sonrisa burlona en su cara y se dejaba desvestir... Planeaba algo. Cuando dejé a la vista la ropa interior inferior de Bea me mordí el labio, fui a meter mi mano dentro pero algo me lo detuvo. De repente me encontraba encima del hombro de Bea.

- ¿Qué? ¡Venga ya!- dije protestando.

Ella me soltó con delicadeza en su cama, me quito las gafas y se quitó la camiseta, pude ver su precioso cuerpo. Mis manos fueron solas a su abdomen plano, Bea cogió mi cabeza entre sus manos y beso delicadamente mis labios. El beso subió de tono solo, ella empezó a gemir en mis labios cada vez que nos recostábamos más y más en la cama.

- Hacía mucho que no te tocaba.

Bajo mi camiseta y toco mis senos por encima del sujetador. Gruñó y me quito la camiseta. Me dio un beso cerca de mi ombligo y subió. Llego a mi cuello, lo lamio mientras que hacía un masaje en mi bajo-vientre. Yo tenía las manos entrelazadas en el pelo de Bea. Creo que me hizo un chupetón en el cuello.

- - Di un gemido ahogador- ¿Cómo me tapo eso?
- Ella rio- Eso no es lo que más te tiene que preocupar ahora...

Bea bajó con sus besos hasta donde empezaba mi jean. Lo desabotono y lo bajo por mis piernas. Desde que la conocí, desde esta tarde lejos del internado procuraba que mis bragas y sujetadores conjuntaran, nunca se sabe que puede pasar con Bea. Aproveche un descuido de Bea y me escape de su agarre en la cama. Me levante y ella me siguió. Sentí que me agarraba desde atrás, noté como agarraba con fuerza mi cintura y su aliento en mi nuca. Menos mal que me tenía agarrada que si no, yo caía al suelo.

Bea bajo sus manos por mi tripa hasta llegar al centro húmedo, metió una mano dentro y me penetro con dos dedos. Giraba muy rápido y los giros eran muy intensos.

- Te dejo unos cuantos días sin sexo y ahora estas ansiosa... ¡eh!- dije excitada.

Ella gimió en mi oído como respuesta, me iba a mojar lo sabía, me empezó a hacer cosquillas mi bajo vientre y mi cabeza daba vueltas. Empecé a gemir, mi cara debería de ser un poema o algo parecido, esto era la gloria. Empecé a gemir descontrolada, Bea sacó sus dedos de mí. Yo me gire y ella me cogió de la cintura, me impulsó y agarre su cintura con mis piernas, mi espalda choco con la pared y mis labios chocaron con los de Bea. Gemí cuando mi espalda chocó con la pared.

Mi Alma Opuesta | Bea Miller y túWhere stories live. Discover now