8.

116 37 2
                                    

Narra Nina.

Nos mirábamos, como nunca antes lo había hecho, como si jamás no hubiera conocido en mi vida, nuestros ojos estaban ocupados recorriendo cada expresión de nuestro rostro, solo que, él no se veía ni mostraba una pizca de alegría o impresión.

Aún acorralada a la pared, digo...

— No puede ser verdad, solo es una pesadilla más.- Cierro los ojos negando varias veces, no es posible.

— ¡Ni pesadilla ni una puta mierda!.- Rugió poniendo sus manos aun lado de mi cabeza.- ¡No puedes estar aquí, ¿Cómo puedes ser tan imbécil?!

Con toda mi furia, lo empujo con muchas ganas de darle unos buenos golpes, se los merece, por un estúpido, por ser tacaño, egoísta, mentiroso, y aparte, un grosero. Jeff solo me maldice entre dientes, es un... ¡Ah! Ya no tengo palabras para descubrirlo, porque no es nada bonito lo que le diría.

— ¿Imbécil? ¿Yo? Pues debería decir lo mismo, eres tan... Tan...

— Tan que, ¿Estúpido? Tu lo eres, sabiendo que hay mucho peligro en este asqueroso pueblo vienes igual!.- Me grita en la cara.

— ¡No eres nadie para decirme que hacer, quién te crees que eres ¿Eh?! !Nadie, eso lo que eres! ¡Nadie!.- Ahora estamos iguales, respiro hondo, necesito beber algo, quiero alejarme de él. Cuando empiezo a caminar pone un brazo en mi cuello para detenerme.- Déjame en paz.- Quito su brazo bruscamente.

Jeff había relajado un poco su expresión, yo aún tenía mi ceño fruncido, mis puños estaban más que listos para golpear su cara.

— Espera...- Me analizó varias veces, por fin lo miré, diciendo con la mirada que me deje ir, se alejó de mí.- Estás diferente.- Quería reírme antes sus palabras, que bipolar, aunque pensándolo somos iguales.

— ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué me quede siendo la misma imbécil? O cierto, ya lo soy.- Digo dándole una sonrisa irónica. Sigue mirándome, es incómodo. Austin no me mira así, y no me hace sentir incómoda. Austin... ! Austin!.

— Debo irme.- Digo murmurando bajo.

— Tu anillo dice todo.- Veo que su mirada va hacia mi dedo anular, lo que faltaba. Pienso en muchas cosas que dirá. Bonito encuentro que hemos tenido.

— Si.- Está vez miro a mi anillo.- Estoy casada.- No puedo olvidar eso.

— Que bueno por ti.- Se cruza de brazos. Iba a volver a caminar pero Jeff tiene esa maldita costumbre de interponerse en mi camino.

— ¿Crees qué te dejaré ir así nada más?.- Dice sonriendo, estúpida sonrisa, estúpida presencia, estúpidos sentimientos.- Tu sabes que yo no dejo ir tan fácil.

— ¿Sabes? Lo que hagas me importa un bledo, he oído eso antes muchas veces, ¿Por qué tenerte miedo?.- Lo desafío sin miedo.

— Sigues siendo ingenua.

— No lo soy, eso ya no existe en mí.

— Eres una estúpida, de verdad que lo eres.- No sé acerca a mí, trata de intimidarme, lo está consiguiendo, no le daré el gusto.- Soy un buen actor, tengo que decirlo, aparte de mi mentir sobre mí muerte, mentí sobre mí amor por ti.- Se ríe a toda ganas. Una risa no es elocuente. No, no voy a soltar lágrimas por él.- ¿Creiste que lo hacía verdad?.

Era predecible, sus palabras me clavan en el pecho, mis ojos se llenan de lágrimas. Me sigo manteniendo fuerte. No pasa nadie por la calle, solo se oye las risas de los hombres que están dentro del bar, botellas quebrandose. No puedo negar que me dolió, pero no puedo mostrarme débil

¿Juntos, jeff? 3.Where stories live. Discover now