11.

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Narra Nina.

Por tercera y última vez revise todo lo que tenía en mi mochila, linterna y agua. Me maldije lo tonta que fui al despertarme tarde. No se veían las estrellas, el cielo estaba completamente oscuro, era como ver un agujero negro, lo que único que iluminaba era la luz de la luna. Apagué la luz del living, y fui a buscar las llaves en la entrada. No tuve ni tiempo para secarme el cabello. Salí de casa oyendo a los perros ladrar.

Los nervios me ganaban ¿Quién iría a un cementerio a media noche? Pues claro, yo. Andy llegaría mañana, revise mi móvil y tenía un mensaje de Ashley diciendo que se quedarían a dormir en cada de Anne, no me pude negar, Andy tiene que pasarlo bien y yo no puedo impedirlo.

Mientras caminaba, pensaba en las cosas que podía contarle, eran hartas pero iría de a poco. Ni siquiera podía descifrar mi estado de ánimo. Tire mi cabello hacia atrás. Quizás debería oscurecermelo más, las chicas con las me junto a beber café en Los Ángeles los días en efectivo me han dicho que no importa que color me ponga, siempre se me vería genial. A Jeff no me gustó mi color de cabello pero ¿A él que le importa? Solo es un estorbo. Incluso, pensar en él ya me hizo enfadar. Recordé que una vez Jeff casi me hizo nadar en septiembre en agua que estaba congelada.

— Vamos no está tan fría Wilson.- Dice Jeff metiendo sus dos pies por completo en el lago y niego haciendo una mueca de escalofrío.- No pongas esa cara sabes que quieres.

— Claro que quiero pero no en ¡Septiembre!.- Enfatize con obviedad. Estaba nevando, el río, a pesar de este frío que tiene congelado hasta los árboles no ha podido congelar el lago.

— ¡Nina te vas arrepentir!.- Insiste ya más allá del lago.

— ¡No quiero!.- Me quejo sentandome en la rama de un árbol, en la misma de siempre. Jeff se hunde de bajo del agua y solté un bufido. Me perdí uno de los capítulos de mi série favorita solo por venir a ver a a este... Tontito como nada.

Salía y se hundía como un pecesito. Alce una ceja cuando me guiño un ojo antes de volver a hundirse. Sonreí. ¿Es qué acaso quiere volverme loca? Casa segundo me hace pensar cosas diferentes sobre él, no puedo saber si es bueno o malo, en ese caso, no me interesa, Jeff puede ser tan estúpido en varías ocasiones, pero ahora, es un chico juguetón, se divierte. Y eso es algo que él ni siquiera se da cuenta.

Sale a la superficie con el cabello en todo su rostro, me reí y veo entre su cabello su sonrisa. Se sacude rápidamente y también se ríe.

— Pareces un perro mojado.- Digo entre risas. Ya no veo a Jeff, pero me sigo riendo. Debió haberse hundido, me seque una lágrima que caía y mire hacia el lado. Me levante algo nerviosa ¿Y se habrá perdido aire? ¿Tendré que nadar hasta el fondo solo por salvarlo?. Puse una mano en mi pecho, no sabía que hacer.

Unos brazos empapados se enrollan en mi cintura y grité cuando mi cabello roza con el agua, al abrir los ojos veo a Jeff me está sosteniendo, las gotas caen de su cabello y luego chocan en mis mejillas. Estoy jadeando del susto. Sus ojos están clavados en mi, quiero quitar el contacto visual que tenemos. Está poniéndome los pelos de punta.

— Si me tiras al lago, nuestra amistad se acaba.- Amenazo en un tono seguro. Si lo hace me pegará una pulmonía.

Sonrie.- ¿Amistad?.

Asentí.- Amistad.

Sin soltarme aún sonríe picaron.- creí que éramos novios.

Estoy segura de que mis mejillas están más que rojas, peor que un tómate, peor que la sangre. ¿En serio está diciendo eso?. Nuestra amistad es sólo una de muchos.

¿Juntos, jeff? 3.Where stories live. Discover now