¿Juntos, jeff? 3.

24.

Valeria estaba parada frente a la mesa donde estaban todas las fotos, ella ponía su mano en la de su madre, con sus pequeños dedos trazo el recuadro, cruce mis brazos y sonreí.

- ella te quiere.- hable y ella se dio la vuelta y negó.- por qué no iba hacerlo, cariño ella lo hace.- camime hacia ella y me agaché a su altura tomando sus manos.

- no me quiere, me odia.- los ojos se le criztalizaron pero yo los limpie rápidamente antes de que salieran las lágrimas.- me dijo cosas horribles de papá, del tío Liu, no la quiero.

Me daba tanta pena por Sally, no se imagina la hija que tiene.- ella tiene otro carácter, mira quizás por fuera se muestre valiente y fuerte, pero en el fondo dentro su cabeza dice que te ama mucho.- acarició su cabello y ella sonrió un poco.

- gracias Nina.- me abrazo y asentí.- a hora tu eres mi familia.- pregunto mientras se alejaba para verme.

Asentí.- si, a hora seré tu madre.- y ella chillo de alegría.

- quiero conocer a Andy.- dijo emocionada.

- eh.- mire hacia otra parte nerviosa.- puedes guardar un secreto.
Asintió.- Andy no es mi primo, es mi hijo.

Ella me quedo mirando con duda.- pero tu le habías dicho a papá que...

- lo se pero lo hice para protegerlo.- murmure.- lo que quiero decir es que
... A ver, tu padre te protege de tu madre porque no quiere que te pase nada y quiere que que tengas una vida mejor, yo protego a Andy de la misma manera solo que de tu padre.

- pero él no es malo.- hizo un puchero triste.

- no claro que no, pero él tiene a enemigos que le no le agradan mucho a tu padre y todo lo que...- no sabia como decirlo, no sabia como explicarle.- ellos son malos y si le hacen algo malo a tu padre nos harán daño a nosotros, por eso prefiero tener que esconderle ese secreto a jeff.

- lo prometo.- al menos ella si es de confiar.

- Andy.- grito y no tardo en recibir una respuesta.

- ya voy mami.- grita devuelta. Oigo que sus pasos bajan por las escaleras, tener que hacer esto por jeff es lo más arriesgado que he hecho, ¿cómo es que pude llegar a esto?, ¿Por qué tuve que volver? ¿Las cosas hubieran sido diferentes? Las preguntas siguen en mi cabeza y solo puedo tener paciencia.

Ya le he prometido a esta niña que estaré con ella en todo lo que pueda, después la tendremos que adoptar y... Ser mi hija legalmente. Por a hora quiero que jeff la disfrute lo más que pueda en estos pocos meses que me quedo, ya ni quiero pensar en cómo será mi vida después de todo este lío.

Andy y Valeria se presentan de una forma tierna y les digo que vallan al baño a lavarse las manos, Andy la lleva y yo voy a servir el almuerzo.

Los tres estábamos comiendo en un silencio algo incomodo, Valeria me había dicho de que jamás había visto este tipo de comida porque su "madre" jamás ha cocinado una mierda, bueno... No con esas palabras pero algo así. Tanto que me enfada, Sally tiene una hermosa hija que cualquier madre quisiera tener, mientras ella solo piensa en si misma.

Para cuando terminamos de comer les digo que vallan a la sala y que descansen un rato para después salir a dar un paseo, ellos obedecen y empiezo a sacar los platos de la mesa, lavo y limpio la cocina. Paso por el salón y Andy está acostado en la alfombra con una almohada en su cabeza, Valeria está echada en  sillón apoyando su cabeza en un cojín.

Subo las escaleras y voy a mi antigua habitación, mis ojos recorren todo, cada mueble, hasta cada pelusa que hay en el piso, y pensar que jeff lo había conocido en una noche cualquiera, cerré los ojos al recordar.

Cerré la ventana y oí una respiración detrás de mí, me quede quieta en el mismo lugar sin parpadear, entonces por el reflejo de la ventana pude ver a alguien con una escalofriante sonrisa. Toco con su cuchillo mi espalda, bajando de a poco haciendo que me tensara, cerré los ojos y de un fuerte y rápido moviente me giró, pero yo era capaz de abrirlos.

-abre los ojos.-ordenó, tenía mucho miedo tanto que quería ir donde mis padres y acostarme con ellos pensado que todo esto era una pesadilla.-dije que los abrieras.

Y así lo hice.

Los abrí y el tipo estaba parado aun con la sonrisa, entonces pude saber que era Jeff the killer. Mis lágrimas nublaban la vista.

-te comió la lengua el gato.-dijo con burla, negué con la cabeza.-entonces habla.

Traje salida y hable.-que...que...mhm...yo, ah...que qui...eres, de mi.-estaba muy nerviosa, tanto que quería lanzarme por la ventana.

-supongo que matarte.-dijo como si para el fuese normal.

-vuelve a dormir.-dijo de la nada.

Entonces me corrí al lado con lentitud sin despegar sus ojos con los míos, camine a mi cama y me tape, entonces él seguía mirándome con su sonrisa.

-cierra los ojos.-dijo frío, lo hice y me acomode entre las sabanas. ¿Por qué no me mataba?.-eres igual a ella.-susurro con...¿dolor? ¿Tristeza?

Los volví abrir y note como mi vello se erizaba al recordar todo esto, tener que lidiar con un asesino no es lo más normal del mundo, pero jeff no es clásico asesino, el diferente a cualquier hombre que he conocido, y no porque sea uno famoso, lo digo por el motivo de que nadie ha logrado lo que he hecho por jeff, nadie sabe lo bueno que puede llegar hacer.

Ordenó la ropa de mi hijo y la dejo en la armario doblada y limpia, hago la cama y termino, en una esquina veo un cuaderno tirado, camino hacia el y lo tomo, tiene algo de polvo por lo que soplo y toso cuando la suciedad hundida mis fosas nasales.

La jodida vida.

Este maldito cuaderno, lo había encontrado hace unos años al lado de la mesita de noche, yo era muy inocente como saber a lo que iba a enfrentar más adelante, me senté sobre la cama y lo abrí, releo cada palabra otra vez hasta que pienso en toda la mierda que Sally paso, pero en el fondo de que ella no es mala, solo quiere a alguien que esté allí para ella, como jeff, a hora no puede arreglar sus errores.