Capítulo 13: ¿Quién es Gaelle Milner?

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-Si tenemos un barril con un volumen de 20 decímetros cúbicos de agua, a presión constante de una atmósfera y...

Mientras Aggie O'Connell, la eterna profesora de Física y Química del Internado Brotherhood, escribía el problema en la pizarra, la clase se dedicaba a cualquier cosa menos que a copiarlo en sus libretas: algunos, como Keegan, dormían; otros se mandaban notitas, otros jugaban a Angry Birds en el móvil y otros, simplemente, miraban al infinito dejando pasarla hora.

Bueno, quizá hubiese alguien haciendo algo un poco distinto. Jay y Kathleen estaban pensando en todo lo que habían descubierto la tarde anterior, y Abby se dedicaba a mirarles atentamente desde la parte trasera de la clase.

-Sissie- llamó de repente Kath a su compañera de mesa, y ahora buena amiga.

-¿Qué pasa?- Sissie se sobresaltó. Había estado muy enfrascada en dibujar 'Keegan y Sissie' y un montón de corazoncitos alrededor en la última hoja del cuaderno.

-Necesito un favor- le contestó al tiempo que garabateaba algo en un trozo de papel-. Mándale esta nota a Jay.

-¿Y por qué no se la mandas tú? Está dos mesas a la derecha de aquí.

-Porque...

No le hizo falta terminar la frase, solo un leve gesto de inclinación que le indicó que la pelirroja estaba echándoles el ojo.

-AHHHHHHH, VALE VALE, no hay problema, dame la notita- le guiñó un ojo, y se encontraba girándose hacia su derecha cuando...

-Señorita Tanner, salga a la pizarra, por favor.

El rostro de Sissie empalideció en cuestión de segundos. Se levantó, no obstante,decidida y con paso firme hacia la pizarra, dejando a Kath con la nota en la mano, nerviosa porque no tenía un plan B.

Se giró, y vio a Abby lanzándole una maliciosa mirada. Vale, no era la mejor opción arriesgarse, no si quería mantener el cuello en su sitio. Y no era por los ataques celosos de Abigail, o porque le montara un escándalo; era porque sospechaba que su nueva táctica contra ella era contarle a su padrastro, don Plassmeyer, hasta cuándo pestañeaba.

Mientras tanto, Sissie seguía en la pizarra escribiendo fórmulas a diestro y siniestro,intentando dar con la adecuada.

-Cecilia, ¿sabe usted dónde está Lourdes?

-¿En... Francia?-respondió, tímida. ¿Aquello qué era, Física y Química o Geografía?

-Pues ahí tendrá que ir usted a hacer peregrinación si quiere aprobar mi asignatura.

-No... no... Espérese, Miss O'Connell, que ya me he acordado.

Sissie buscó la mirada de Vanessa entre la multitud, y esta le respondió moviendo la cabeza afirmativamente. ¿Qué planearían las dos?, pensó Kath.

Lo descubrió al ver a Vanessa sacar su móvil y, conforme ella iba escribiendo, lo hacía Sissie. ¡Claro, una idea genial!

Kathleen sacó también su móvil, tecleó rápidamente el contenido de la nota, y le envió aquel mensaje por WhatsApp a Jay. Este, pocos segundos después, sintió vibrar algo en su pantalón y buscó su teléfono móvil. Se sorprendió al leer de quién era el mensaje, y miró hacia donde estaba sentada.

Kathleen: Cuando termine la clase, no vamos a ir a comer. Dile a Callum y Keegan que te encuentras enfermo, pero te vas a la salida. Yo llegaré después. Es importante, tenemos que aclarar muchas cosas sobre lo de ayer.

Jay la miró y le asintió.

Mientras tanto, y por desgracia para Sissie, el truco del teléfono les estaba saliendo igual de mal que a Babi y Pallina en el libro de Federico Moccia.

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