Capítulo 18

35.7K 2.2K 73
                                    

Edward Brooks.

Abrí la puerta principal de la casa y escuche murmullos en la cocina, pero todo estaba oscuro como ya era normal. Guarde las llaves del carro en mi bolsillo, y levante mi vista para luego mirar a mi hermana que estaba arriba de Briana apretando sus mejillas con su mano. Mi boca se volvió amarga, y temí muchas cosas.

-¡Franceca déjala!-Exclame. Mi hermana se levanto en cuanto me vio asustada o eso pende ver en sus ojos, Briana en cambio se apoyo de sus manos para vomitar y luego pararse corriendo. Le caí atrás no sin antes darle una mirada asesina a mi hermana, subiendo las escaleras corrí lo mas rápido que pude y ya en el piso de arriba le agarre la mano. Estaba llorando e hizo fuerza para apartarse de mi pero no la deje.-¿Que fue lo que paso?

-Déjame por favor...-Murmuro. Trate de levantarle su cabeza pero no me dejo. Quería mirarla a los ojos y decirle cuanto lo sentía. Sabia desde el principio que ese bebe era mio pero no quería sentar cabeza en estos momentos, sentía algo por ella, una necesidad de protegerla hasta de mi mismo pero como cobarde que soy, huí. Ahora quiero arreglar las cosas y que este conmigo, conocer a mi bebe y dejarle claro a mi padre que me uniré a la Empresa para trabajar con el y ayudarlo. Haré mi propio dinero para mantenernos porque eso es lo que quiero en estos momentos, nunca había sentido este sentimiento tan profundo por otra persona. Es a Briana a quien quiero en mi vida, y mas ahora que estaba embarazada de una niña o un niño mio. Renunciare a mis sueños si es posible para darle una mejor vida, ya que ha pasado por muchas cosas.

-Dime que te hizo, hablare...-Me interrumpió con un sollozo. Levanto su mirada y esbozo una sonrisa.

-No harás nada Edward, quiero que me dejes, aléjate de mi...-¿Que? ¿Por lo menos tenia idea de como esto me estaba haciendo sentir? Trague fuerte, no podía rendirme tan rápido.-Por favor...

Me quede parado mirándola como se alejaba de mi y entraba a la habitación que mi padre le había dado, cerro su puerta sin mirar atrás y sentí algo extraño. ¿Que había pasado? Ya que ella no me diría, mi hermana lo haría en estos momentos. Baje las escalera otra vez y entre a la cocina, Francesca estaba sentada en el taburete y se había servido un trago por el liquido ámbar que pude ver. Se rascaba la cabeza y tenia un cuchillo en la encimera.

-Me dirás ahora mismo que fue lo que vi...

-No viste nada, después me lo agradecerás hermanito. Es increíble que tenga que cuidar tu estúpido culo-¿Se había drogado otra vez? Se que se drogaba, una noche entre por sorpresa a su habitación y la encontré, me prometió que lo dejaría y que no le dijera a nadie pero se que no lo había dejado. Camine hasta ponerme frente a ella y quitarle el vaso de la mano echando el liquido en el lavabo.

-Francesca, no necesito que cuides mi culo, ¿Que fue lo que le dijiste?

-Nada, solo estaba jugando con ella

-¡¿Jugando?! Esas no son formas de jugar por si no lo sabias, ya estoy harto de preguntar y quiero una respuesta!

-Ya te la he dicho, solo estaba jugando con ella. No le hice nada-Se bajo de la silla y tomo su cartera que estaba en la mesa, salio contoneando sus caderas y tambaleándose un poco. No entendía nada... Volví a subir las escaleras y me senté al lado de la puerta de la habitación de Briana, tenia que hablar con ella cuando fuera mas temprano. Teníamos que aclarar lo nuestro porque quería decirle lo que tenia en mente para nuestro futuro. Recosté mi cabeza de la pared y cerré mis ojos. Quería protegerla y estaba tan arrepentido del daño que le había provocado... Me gusto que fuera dura conmigo, por haber sido tan estúpido pero ya seria hombre, solo por ella y por nuestro bebe. 

*****

Maldición. Me quede dormido como un león, moví la cabeza a los lados y lleve mis manos al cuello. Que mal posición la mía de dormir, mire la puerta y me sorprendí porque estaba entre abierta, no me di cuenta cuando salio. Me levante lo mas rápido que pude y entre, la cama estaba muy ordenada y la habitación también. Las puertas del armario estaba abiertas y sin ninguna ropa, no quería creer lo que se asomo por mi cabeza. No podía creer que se había ido. Me senté en la orilla de la cama y mire una nota que había en la mesita de luz, mi garganta se había secado. Tome la nota, la mano había comenzado a temblar por el miedo que me había embriagado. 

" Edward

No te diré que lo siento por lo que haré, ni me disculpare. Tampoco te diré sobre mis sentimientos que tengo sobre ti porque lo has destruido todo. ¿Porque me diste esa mirada anoche? ¿Como si fuera a la única persona que quieres en tu vida? Se que no es así. Soy para ti una mujer miserable que no merece estar contigo, a pesar de todas las cosas que me hiciste quiero que sepas que te perdono. No me busques, ni trates de encontrarme. Cuidare de mi bebe muy bien, haz de tu vida lo que mejor te convenga porque ya no seré un obstáculo en tu camino. Estoy cumpliendo lo que querías aunque nunca me lo dijeras, tengo vergüenza y dignidad. Le demostrare a tu familia lo que puedo llegar  hacer y que nunca anduve detrás de su dinero. Se muy feliz, como yo también lo seré. 

Solo nos queda decirnos un simple adiós..."

No podía apartar mi mirada de la nota "Adiós..." se ira, pero ¿Adonde? Me iba a dejar por todo lo que le hice ahora cuando quería arreglar las cosas, no.. no.. esto no puedo dejar que pase. Guarde la nota en mi bolsillo trasero y baje las escaleras corriendo para luego subirme en mi carro y arrancar a toda velocidad a la casa de la hija de Martha. Se que últimamente estaban yendo mucho para ese lugar, no sabia porque pero lo mas seguro es que tenia que estar allí. Recuerdo todavía la dirección de su casa, una vez había llevado a Martha un día lluvioso porque no había podido encontrar un taxi. Rebasaba a todos los vehículos que estaban delante, mi cuerpo comenzaba a sudar a pesar de que tenia el aire a tope. Tenia mucho miedo, esto no podía estar pasando ahora... Limpie las gotas de sudor que bajaron por mi frente. Me aparque mal cuando llegue a la casa, baje corriendo como me había subido al carro y me acerque a la casa tocando con desesperación. Martha abrió la puerta, me examino con la mirada y suspiro ladeando la cabeza.

-Se ha ido Edward...

-No... ¿Adonde se fue? ¡Dime!-Exclame perdiendo la razón. Martha agarro mi cara entre sus manos y comenzó a llorar.

-Se fue... Ya no puedes hacer nada, la perdiste...

-Nunca la tuve...-Murmure.

*****

OH DIOS MIO QUE TRISTE ESTUVO ESTE CAPITULO... ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ASÍ Y TODO, NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y VOTAR. LES INFORMO QUE PASARA EL TIEMPO PARA QUE VEAN COMO SERA SUS NUEVAS VIDAS. LE AGRADECERÍA SI COMENTAN PARA SABER QUE TAL ESTUVO Y QUE NO LES GUSTO.

¿QUE PASARA AHORA?

Los quiere mucho L.T.

Un Pedazo de MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora