Un Pedazo de Mi

Capítulo 23

-¿Eso es todo lo que diras?
-¿Qué más quieres escuchar?-Lo mire fijamente deseándole todo el mal posible, no se para que demonios me subí a ese bendito vehículo. Ahora mira, estábamos en la nada.
-Sacame de aquí Edward, yo no tengo que pagar que todavía seas tan estúpido
-Oh si, porque fui yo quien dije "Da la vuelta aqui"-¿Me estaba imitando? Comenzaba a sacarme de quicio, esto fue lo peor que pudo pasarme en este día.
Le di la espalda y volví a subirme a la Jeepeta, tenía que calmarme. Discutir con el ahora mismo era para nada, el cielo se vio iluminando por un relámpago. Que no llueva por favor... Edward tenía su celular en la mano y se movía de un lugar a otro para ver si tomaba cobertura. Cuando se agotó, subió al vehículo y suspiro.
-No podemos estar andando sin rumbo o se acabará el poco combustible que tenemos, no he podido tomar señal y al parecer lloverá...-No quería discutir con el pero se me hacia tan difícil...
-No se como Edward pero me sacarás de aquí
-Si pudiera volar, estaríamos afuera-Cerró la puerta y bajo los cristales recostándose del sillón, y un poco el asiento, que buen momento para relajarse.-Ponte cómoda
-No soy como tu, saldre y veré que encuentro-Abri la puerta para bajar pero me agarró de la mano. Fue suficiente para no sólo sentir la corriente bajar por mi espina dorsal. Mis mejillas se ruborizaron y por más que quise apartarlo no pude. Sin mirarle para que no se diera cuenta del efecto que por mala suerte todavía ejercía en mi, cerré la puerta y mire hacia afuera todo el tiempo. No puede ser que sólo yo lo haya sentido, el se quedó callado así que eso significaba que el también la sintió.
-Puede ser peligroso y no quiero que expongas la vida de mi hija
-Por si se te olvida, también es mia-Moje mis labios y aparte un mechón de cabello ocultándolo por detrás de mi oreja.-Tu sólo diste esperma
-Pero lo has disfrutado tu solita, ¿eh?
-Si, lo he hecho y no me arrepiento de no haber compartido la felicidad que he sentido en estos últimos meses. Desde que me aparte de ti, he vuelto a ser una mujer distinta y muy feliz.
-Pero gracias a mi porque sin mi esperma, no hubiera bebe-Que inmadurez. ¿Qué cambio? Qué se vestía diferente y ayudaba a su  padre, ¿y ya?
-¿Se lo diras a todo el mundo ahora?
-Lamento decirte que ahora tendrás que compartirla conmigo, porque estaré cerca de mi hija quieras o no-Esta vez si lo mire. Lo decía completamente en serio por su mirada llena de sinceridad, o ¿sólo era un camuflaje?.
-Sacame de aquí Edward Brooks
-¿Ya hemos terminado de hablar?-Preguntó.
-Si, quiero que te vayas y que regreses el día en que sea ingresada al hospital. Estos próximos días no quiero verte ni en pintura-Asintio y arreglo el asiento volviéndolo a poner normal. Sonrió y encendió.
-Tu amor lo compartes...-Murmuró.
-¿Que?-Dio riversa, mirando por los retrovisores.
-Con las hijas de Martha, se que vives con Clarissa
-¿Sabes que puedo...-Me interrumpió. ¿Porque no titubeaba al tomar ahora los caminos? Espera, no puedo creerlo.
-Se que diras
-Todo fue un maldito plan... ¡Me trajiste aquí para asustarme!-Exclame tratando de controlarme.
-Oh, ¿Te asustaste?-Apartó un rato la vista de la carretera para mirarme.
-Hijo de...-Frenó de golpe pero aún así la goma cayó en el agujero del que no se percató, la parte de atrás de la Jeepeta no se como pero se dio con un árbol y por suerte no me pegue en ningún lado por el impacto tan fuerte. Edward se quedó mirándome fijamente analizandome para ver si no me había hecho nada, estaba fingiendo, lo se. Fingía preocupación este estúpido que me trajo aquí para asustarme, lo había logrado.
-Sólo te falta decir el "bu"...-Se quedó igual de serio-¿Y ahora qué pasa? ¿Salen camarógrafos de los árboles y comienzan a burlarse de una mujer embarazada?
-Esto no es planeado Briana, estas loca si piensas que lo fue, si no freno estuvieramos muy lastimados en este momento-Trague fuerte. Estaba todavía asustada y nerviosa. Mire a los lados pero todo continuaba igual, el cielo se estaba tornando grisáceo y esto no podía ir de mal en peor-¿Estas bien?
-¡Todo esto es tu maldita culpa! ¡Si me hubiese pasado algo a mi  estarías en graves problemas!
-¿Terminaste? Si, estas bien, ya tus exclamaciones como loca me lo dejaron saber-Abrio la puerta de golpe, y se bajo a ver el daño y la abolladura que tenía que tener el vehículo. Yo hice lo mismo, la goma estaba explotada, no pinchada como pensé... Calmate Briana, todo estará bien. Esperó que lo este,  no quería estar aquí y menos con este desconocido.
-Sacame de aquí Edward vuelvo y te lo dijo...-Trataba de controlar mis nervios pero no podía muy bien.-Serán las 6 y casi estará oscureciendo...
-Sólo callate por unas horas si es posible...-Cerro los ojos y se llevó sus dedos a la cien. Se escucharon truenos a los lejos y cruce mis brazos por la ráfaga de viento. No tardaría mucho en llover y estábamos aquí... Tan expuestos... Y solos-Sube al vehículo, yo veré que veo en los alrededores, no te muevas de aquí Briana
-No, no quiero quedarme sola-Me aterraba más de sólo pensarlo.
-Seré rápido, no puedes venir conmigo porque pueda ser que llueva y no quiero que te mojes y te enfermes, no es bueno...-Si fingía, lo hacia muy bien. Asentí, se acercó a mi y tomó mi mano acercándola a su boca.-Estarás bien
-Si...-Iba acariciar mi mejilla pero me aparte. Estaba  asustada, pero no necesitaba su consuelos. Me subí en el asiento de en medio, el se llevó la llave de la Porsche y yo cerré desde adentro. Estaba muy asustada, sólo estábamos Marie y yo. Acariciaba mi vientre, y senti dos patadas de mi hermosa niña, estaremos bien mi bebé, te cuidare con uñas y dientes. No se en que momento pero mis párpados comenzaron a pesarme y me dormí.
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Estaba lloviendo fuerte, muy fuerte y estaba oscuro. Me levante desorientada y más asustada que antes si eso era posible. Edward no regresaba, y saque mi celular para ver la hora. Eran las 8pm, y el se fue... Oh no, confíe mucho... ¿Y si me dejó aqui? No no no... ¿Sería capaz? ¿Todo fue un plan? Confíe mucho en el, y me expuse. Nunca tuve que subirme a este vehículo, ahora estaba sola con mi bebé, en medio de la nada y con el cielo cayéndose.
¿Qué haré ahora?