Capítulo 49

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Cuando desperté estaba sola en la habitación, miré a mi alrededor pero ni una pista de ellos. Bajé de la cama, y aspiré ese rico aroma que inundó mis fosas nasales, la puerta estaba abierta y pude ver la pared de la cocina. Edward estaba haciendo algo de desayuno, eran las 10am. Cumplía años y me iba a casar, una hermosa combinación. Amelie estaba en la alfombra y quería devorar al juguete de plástico que tenía en sus manos. Lo miraba como que si esperaba una respuesta de su parte en su mismo lenguaje, lenguaje de bebés. Solo estaba en pampers, caminé más adelante, vi la encimera, y la espalda de mi marido que estaba descubierta. Que linda vista, y la iba a disfrutar hasta cuando me muera.
-Te despertaste-Me sonrió cuando se volteó y sirvió el pedazo de tocino en un plato más grande. En el otro pequeño sólo preparó frutas y ensalada. Mi estómago gruño hambriento.-Este es tu plato
Señaló el de la ensalada y las frutas.
-Y este es el mío...
-No, no comeré eso-Mire el plato como si fuera la comida más horrenda que haya visto pero tenía tanta hambre que eso no me saciaría.-Quiero ese
-Ese es el mio-Trataba de esconder una sonrisa, levante una ceja y crucé mis brazos-Quise prepararte algo saludable cariño
-Ahora mismo quiero tantas cosas que no son saludables para mi... Como tu por ejemplo-Le sonreí y tomé el pedazo de tocino en mi mano corriendo en dirección a la sala por donde estaba la plasma. Amelie se asustó y dejó caer su juguete, Edward trataba de agarrarme pero era rápida moviéndome. El estaba detrás del diván, y yo estaba delante.-Huele tan rico...
-Briana no, te daré uno pero ese no-Rei, se movió a la derecha y yo me moví a la izquierda. Con su mano trató de agarrarme el brazo pero me aleje.
-Me gusta este-Ladeo la cabeza, cuando se movió a la izquierda ya iba a empezar a correr a mi derecha cuando un mareó me invadió. Me agarró y apoyé mi cabeza de su pecho soltando el tocino.
-¿Qué pasa? ¿Estas bien?-Me separó un poco para analizarme, me sentó en el diván y acarició mi mejilla.-Estas pálida, Dios...
-Me recuperó, sólo fue un mareó
-¿Mareó? Es por el hambre-Me ayudó a acostarme en el diván, y le pasó el juguete a su hija para después ir a la cocina-Te prepararé algo, no te levantes
-¿Ya no quieres tu tocino?
-Tu serás mi tocino una vez que te recuperes -Me ruborice y gracias a Dios que no puede verme.
-¿Haz hablado con las chicas?-Pregunté.
-Si, me dijeron que cualquier cosa les escriba. Tenemos que estar en la capilla a las 1pm, luego de eso, saldremos a celebrar tu cumpleaños-20 años, miré a Amelie que otra vez había dejado caer su juguete. Me levanté y la tomé del suelo.-Te dije que no te levantarás...
-Estoy bien-Ahora me sentía como si aquel mareó no me había dado, me sentía muy bien. A esta chiquilla le daré un baño mientras su padre me preparaba el desayuno.
*****
Salí del baño, y me coloque unas leggins negra y una blusa. Mi cabello lo había recogido en un moño alto, y el maquillaje ya me lo daría Channel cuando estuvieramos en la Capilla. Clarissa llevaba mi vestido que también allá me lo pondria y Edward por igual con su esmoquin. Se estaba vistiendo y estaba como un niño que con cualquier detalle se entretenía.
-Me estas haciendo esperar mucho...
-No, ya cuando volvamos a tener sexo, quiero que seamos marido y mujer-Lo agarré por el cuello de su Poloshirt y deposité un beso en sus labios. Fue muy corto para dejarlo con las ganas. A Amelie si la cambiaría aquí, le coloque un vestido blanco que tenía una cinta roja por encima de su abdomen con unas medias panties también blancas y unos zapatos rojos.
-Asi sera preciosa-Me dio una nalgada y tomó las llaves del vehículo que estaba arriba de la cama.-¿Ya tienes todo?
Si, tenía todo y esperó que nada se me haya olvidado porque de sólo pensarlo me dolía.
-Si-Me miró sonriente y acarició mi mejilla para luego darme un beso que se vio interrumpido por los gritos de Amelie.
-Te amo preciosa
-También yo-Tome a nuestra hija de la cama y el bolso, Edward cerró la puerta de nuestra habitación y tomó unos papeles que había sobre la encimera.
En el pasillo ya nos esperaba Channel y Clarissa, se acercaron a mi con una gran sonrisa y me abrazaron ambas. Un abrazo grupal.
-Felicidades...-Susurro Channel.
-Que Dios te bendiga hoy y siempre...-Término Clarissa para después separarse.-¿Descansaron?
-Si, ¿y ustedes?-El vestido no lo había visto, se que era algo estúpido pero Clarissa lo había comprado con compañía de su hermana. Me digo que quería dármelo como regalo para siempre recordarme de ella, se que era a mi a quien le correspondía comprarlo pero con todo lo del papeleo, pensé en alquilar un traje aquí. Este embarazo tenía a Channel más viva, sonriente y coqueta. Tenía un brillo en sus ojos como de diversión y era divertido verlo. Entramos en el ascensor, Edward comenzó a decir un chiste acerca de un pato y al final sólo el se río. Fue un chiste muy malo...
-No vuelvas a decir chistes Edward-Le digo Clarissa en cuanto se abrieron las puertas del parqueo subterráneo. Respire hondo y abracé a mi hija fuerte.
-¿Nada se les queda?-Clarissa y Channel se miraron y ladearon la cabeza, Edward abrió con el mando a distancia y me abrió la puerta para después quitarme a Amelie y dársela a su tía Channel quien la recibió con gran alegría.
-Pero que mona esta nena...-Le sonreí y asentí, lo estaba.
-Próxima parada... La Capilla-Me tomó la mano apretándola fuerte y después dejándola en su muslo derecho.-No la quites
-Cuidado con esa mano ahi-Channel se río, y luego la siguió Clarissa. El en cambio estaba disfrutando este momento, yo no, por eso la quite con la excusa de que "iba" a buscar una canción.
-The weekend, canta bien ese hombre-Su voz tenía como que una pizca de sexualidad, sabía cantar.

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