☩ «Wicked» [Dean Winchester]

Capítulo [ 33 ]

Anteriormente en Wicked

Ni una señal de Sam a la vista, el bar entraba y salían personas, pero ninguno era Sam, en ningún lugar alrededor donde Dean y Freya se encontraban estaba Sam.

-¿Dónde puede estar?-pregunto Freya preocupada viendo a todos los lugares en esa desierta carretera que la única iluminación de la noche eran los pequeños faroles que a duras penas iluminaban el camino.

-No tengo idean, aunque tengo dos teoría. La primera es que Sam está siendo de galán y se ha ido con una chica a pasar la mejor noche de su vida. O la segunda que está en serios problemas-concluyo la teoría Dean dando crédito que Sam estaba en serios problemas y no con ninguna chica.

-¡¿Y?! ¡¿Qué averiguaste?!-lo bombardeo con pregunta con preocupación, esperando noticias de su mejor amigo.

-Nada, nada sobre Sam, ni un rastro-dijo Dean con decaimiento, Freya frunció el ceño preocupada desviando la mirada a otro lugar.

-Oye-susurro Dean llamando la atención de Freya-Lo encontraremos, te lo prometo-toco su hombro en señal de apoyo, Freya asintió levemente desviando la mirada entristecida aun-Ven aquí-susurro Dean atrayendo a Freya para darle un fuerte abrazo quien ella correspondió, un abrazo reconfortante que ambos necesitaban.

Sam estaba desaparecido, ni un rastro, nada. Ahora las mentes de ambos estaban hecha un nudo, preocupación, angustia, tristeza, desesperación. Todas las emociones se incrementaban y no podían pensar con claridad. Pero algo sabían, debían estar unidos para encontrar a Sam, unidos más que nunca.

Song (OneRepublic-All we are)

ONE MORE STEP

-¿Quieres que me quede?-pregunto indignada Freya con los brazos cruzados cuando Dean le pidió que se quedara en el motel mientras él va junto con la jerife a rescatar a Sam.

-Sé que no te agrada la idea, pero tienes que quedarte aquí. No tenemos la menor idea con quien esta Sam y no quiero exponerte-hablo seriamente Dean con mucha firmeza en su voz, Freya aparto la vista indignada.

-No me quedare aquí- sentencio con firmeza negando con la cabeza repetidas veces con seriedad.

-Tienes que hacerlo, por tu bien-trato de hacerla entrar en razón Dean a Freya pero ella no desistía.

-Dean...-interrumpió ella volviendo a negar, recalcando que quería ayudar a su mejor amigo.

-Volveré con Sam, todo estará bien. Deja un segundo de preocuparte por mí, estoy bien puedo con esto-pidió Dean comenzando a caminar hacia la puerta para abandonar el lugar y seguir el camino con la policía del condado que lo esperaba en su auto.

-Porque me preocupo aun sigues con vida-murmuro Freya lo suficiente fuerte como para que Dean la escuchara, pero este la ignoro saliendo de la habitación cerrando la puerta. Freya negó con la cabeza bufando levemente, preocupada y enfadada.

Freya estuvo caminando en la habitación, incapaz de calmarse, incapaz de poder sentarse y pensar. Su mejor amigo estaba en peligro, el idiota insensato de Dean estaba solo arriesgándose con quien sabe qué y ella en esa habitación, sola y sin hacer nada. No podía abandonarlos y no le importo lo que dijo Dean, tomo su mochila y salió de la habitación caminando con firmeza hacia el auto, decidida en ir para ayudarlos. Abrió la puerta del auto de Dean y subió dejando la mochila en el asiento del copiloto, pensó tragando saliva decidida y encendió el auto, escuchándose el ruido del motor. Freya emprendió el viaje a donde Dean le había comentado que había un posible rastro de Sam. En el camino pensaba que tal vez Dean no le agradaría verla ahí, pero no le importo se trataba de rescatar a Sam, su mejor amigo y el insensato de Dean no iba a impedirlo.

Freya paro el auto, sin poder creer lo que veía, una sonrisa burlona apareció en sus labios rojizos tratando de no reírse. Abrió la puerta tomando su mochila y se dirigió hasta donde se encontraba Dean esposado a la puerta de la patrulla de policía.

-Veo que si puedes con esto-comento burlonamente Freya caminando con calma hacia Dean quien bufo levemente al verla.

-No digas nada. Vale lo admito, ayúdame-confeso sonrojado y malhumorado, Freya negó levemente mientras se dirigía hasta el para ayudarlo a quitarse las esposar que no pudo evitar reírse de Dean.

-Vámonos-dijo Freya una vez que Dean pudo desacerarse de las esposa, ella comenzó a caminar por el sendero que seguro se dirigía a alguna casa.

-Oh no hermosa, tu no-dijo tomándola del hombro Dean deteniéndola evitando que volviera a caminar-Tú te quedas aquí como una buena chica mientras yo voy a rescatar a las damiselas en peligro-recalcando que también la policía que lo acompaño podía estar en peligro y recalcando a su hermano como damisela en peligro.

-No lo creo-aclaro ella firmemente con seriedad deteniendo a Dean-Pretendes que me queda aquí, no lo hare. Mi mejor amigo está en quien sabe qué condiciones y quieres que me quede-hablo volviendo a estar indignada pensando que tal vez, un tal vez Dean creyera que ella era débil y no podría con esto-Ni hablar-negó automáticamente comenzando a caminar, se trataba de su mejor amigo y ella haría todo por su mejor amigo.

-Tiendes a llevarme mucho la contraria-comento Dean caminado detrás de ella, fulminándola con la mirada, era la primera mujer que se oponía a algo que el ordenaba.

-Tienes a ser un idiota muchas veces-comento ella con algo de gracia y molestia en su voz no parando de caminar ni volteando a verlo.

-Este idiota tenía todo bajo control-aclaro Dean de forma molesta pateando unas piedras del camino con frustración.

-No desde mi punto de vista-detuvo la marcha Freya volteando a verlo de manera burlona que solamente hacia molestar a Dean.

-Eres la mujer más complicada que he conocido, y vaya que he conocido mujeres complicadas. Pero tú superas a todas con creces-dijo Dean con frustración y se podía decir que un toque de orgullo en su voz, Freya se encogió de hombros con una sonrisa.

-Gracias-agradeció de manera amable como si eso se trataba de un cumplido para luego acomodar su mochila en su hombro caminando hacia el sendero donde a lo lejos se deslizo una casa de madera en ruinas.

Donde Freya y Dean pararon de caminar quedando enfrente de la casa deteriorada, pensando que este podía ser el cautiverio de Sam durante casi dos días. Sin pensarlo dos veces comenzaron a buscar a Sam, sin importar el riesgo.

Continuara...