CONTIGO EN LA ETERNIDAD

CAPITULO 7

DE COMPRAS

Naoli
Albert llegó tarde a la oficina ya que tenía una reunión con un cliente. Al verme se acerca a mí y me pregunta preocupado qué me ha pasado. Le narró los hechos omitiendo el por qué me encontraba en ese callejón y se alegró al saber que no llegó a más y que un buen samaritano me ayudara. Sí, samaritano que no podía sacar de mi cabeza y que era endiabladamente sexy y que moría por volver a ver.

-¿Y esas flores? ¿Acaso un admirador? -Sonríe con picardía.

-No, el buen samaritano me las mandó con una tarjeta deseando me sintiera mejor.

-Ummm, verás en mi experiencia como hombre te digo que él está interesado en ti y no sólo por estar pendiente de tu condición. ¿Sabes lo que significan las gardenias?

-No. -Respondo con sinceridad.

-Representan el amor secreto, la pureza y la alegría. Además que es bien sabido que las rosas rojas son el símbolo del amor. Pudo enviarte amarillas o cualquier otro color.

-Cómo sea, no lo volveré a ver.

-¿Cómo lo sabes? Apuesto a que pidió tu número de celular

-Lo hizo. -Contesté sorprendida que lo supiera.

-No me mires así, soy hombre, ¿Lo olvidas? cuando alguien nos gusta, hayamos la forma de seguirla viendo. Apuesto que quedo en llamarte.

-Lo hizo pero....

-Ya te envió flores, lo segundo será una cita, acuérdate de mí cuando te llame. Apropósito, quiero que me acompañes de compras.

-¿De compras? -Lo miré extrañada.

-Sí, Leandra y yo cumplimos veinte años de matrimonio este fin de semana y quiero regalarle un detalle especial.

-Felicidades señor.

-Gracias, verás no confío mucho en mi juicio y me gustaría una segunda opinión.

-Si el señor Jenkins no se opone, yo tampoco.

-Ya hablé con él, no te preocupes.

-¿Y qué le va a regalar a su esposa? -Pregunté curiosa.

-Un auto. -Y sonrió.

***************************
Marco
El Ferrari me encantó, no me gustan los automóviles convencionales, prefiero uno con el cual pueda recorrer la carretera a toda velocidad. El vendedor seguía hablando, ya he decidido comprar el rojo, pero dejé que terminara su ensayada presentación.

-¿Y bien señor qué le parece?

-Me lo llevo. -Contesté y vi como sus ojos se iluminaron complacido con la venta que de seguro le proporcionará una buena comisión.

Terminaba de llenar el aburrido papeleo, al fin me entregaron las llaves, me iría de ahí con mi auto nuevo. Salí tan ansioso que no me percaté de la persona que tenía por adelante y chocamos sin poder evitarlo.

-Lo siento tanto. -Me disculpo reconociendo de quién se trata. Me quedé sin palabras, es Naoli, esta al frente de mí mirándome tan sorprendida como yo. El destino juega conmigo, he decidido no verla más y éste me la pone en el camino.

Un hombre afroamericano se acerca a ella, me mira curioso extendiendo su mano hacia mí: -Mucho gusto Albert Miller.

-Marco Aurelio. -Me presento tomando su mano en respuesta.

-Ohhh Marco. -Replica intercambiando una mirada con ella.

Puedo notar como Naoli se sonroja. ¿Qué, le ha hablado a este tipo de mí?