CAPITULO 15

7.5K 714 35
                                    

EN CONFIANZA
Le enseñaba a Naoli la que sería temporalmente su habitación, y digo temporalmente porque no creo que se quede mucho tiempo, aunque guardo la esperanza que lo haga.

Ella miraba todo anonadada, entró con timidez colocando sus pocas pertenencias sobre la cama matrimonial. Se sentó observando a su alrededor. Sus ojos por primera vez tenían brillo, ya no estaban tristes ni opacos.

-Apenas encuentre donde alquilar me iré. -Me dijo. -No te importunaré más de lo suficiente.

-Puedes quedarte cuanto desees. -Le contesté esperando que tomara en cuenta mi oferta.

-En cuanto tenga dinero ahorrado buscaré un lugar pequeño para mí. Pero por el momento te tomaré la palabra.

Me alegré porque la tendría conmigo algunos días, y me entristecí porque tal como supuse se iría luego.

-Te dejo para que acomodes tus cosas. Cuando estés lista te espero en la cocina.

Llegué a la cocina y registré en la refrigeradora. Es obvio que no necesito tener comida en la alacena pero en ocasiones Rupert se queda a dormir por lo que conservo algunos víveres.

Lo único que encontré fue pan cuadrado, jamón y mayonesa y una caja de leche sin abrir. Parece que todo se encontraba en buen estado, le preparé un emparedado y le serví un vaso con leche. ¿Y si era intolerante a la lactosa? Sonreí por dentro ¿Qué diablos estaba pensando? En que lío te estás metiendo Marco.

Naoli apareció con las manos cruzadas sobre su pecho, se había recogido el cabello en una coleta y luce nerviosa.

-Te preparé de comer. -Le indiqué el emparedado. –Si no tienes hambre lo guardaremos. Lo siento, suelo comer fuera y no tengo abastecida mi alacena.

-No te preocupes, muchas gracias, muero de hambre.

Se acomodó en el desayunador y empezó a comer despacio. Creo que sí tenía apetito porque al poco tiempo sorbía el último trago de leche.

-Umm, Marco....

Se quedó pensativa mirándome, ¿Qué tenían esos ojos que me podía perder en ellos durante horas?

-Sí. -Respondí al otro lado del desayunador. Por más que quería evitarlo la miraba fijamente y esto parecía incomodarla ya que poso su mirada en la puerta del refrigerador.

-Yo no tengo como pagarte todo lo que has hecho por mí. Es decir, soy una extraña, ¿Qué tenemos de conocernos? unos cuántos días, y.... has hecho más por mí de lo que nunca nadie.

Pude notar como sus pupilas se dilataban, se contenía para no llorar.

-Lo que quiero dar a entender es que.... Juro que te pagaré cada centavo Marco, así me tome el resto de mi vida hacerlo.

Eso me molesto, qué parte de "No te estoy cobrando no entendía"

-Naoli, ya te dije que no tienes que devolverme el dinero. No quiero sonar pretencioso pero dinero es lo que me sobra. Créeme cuando te digo que no lo necesito, sin embargo, si sientes que debes hacerlo entonces hablaremos con mi abogado y fijaremos cuotas de acuerdo a tu salario ¿Te parece?

Primero me miró un poco aturdida, creo que la parte de "Me sobre el dinero" la sorprendió ya que abrió los ojos como platos cuando lo mencioné, pero pareció convencida.

-Estoy de acuerdo, y mientras permanezca aquí déjame ayudarte con los quehaceres de la casa, puedo cocinarte.

-Ya te dije que como fuera, y ya hay alguien que se encarga de la limpieza. Estás aquí como invitada no como empleada doméstica.

CONTIGO EN LA ETERNIDAD Where stories live. Discover now