CAPITULO 32

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SIN SALIDA

-Dime, debe ser muy grave para que olvidaras la invitación a almorzar, además has estado actuando muy extraño, te siento cada día más distante y todo comenzó cuando tuve ese sueño.

Los ojos de Naoli están cristalinos, se controla para no llorar, mientras que yo me siento el ser más miserable del universo.

-Tiene que ver con el sueño. -Le afirmé mirándola de reojo. –Podemos sentarnos por favor. -La invité.

-Para qué, lo que me vayas a decir, sentada o de pie tomaré la noticia igual.

Metí las manos en las bolsas de mis jeans, me siento inquieto, nervioso, le romperé el corazón a Naoli y ella no lo merece.

-Te he contado de mi pasado. -Comencé a hablar. –De mi esposa Julia, de lo que ella significó para mí.

Guardó silencio, Naoli se encuentra con los brazos cruzados y no me quita la vista de encima, la situación es bastante incómoda.

-Naoli te amo, quiero que tengas eso claro, y te lo he demostrado muchas veces.

-Ve al grano Marco por favor.-Su voz suena cansada como si esperara una mala noticia, encierra resignación.

-Recuerdas que te mencioné a mi progenitor y cómo me había transformado y el hecho que estoy casi seguro que ha regresado. Ha ocurrido un acontecimiento inesperado.

Mi mirada se pierde en el piso y me veo mordiendo mi labio del lado derecho tan fuerte que el dolor me hace reaccionar.

-Naoli. -Ahogo una sonrisa para mis adentros. –Julia.... Mi esposa ha regresado.

Me detengo y analizo su reacción, sus ojos están muy abiertos, se acerca a la ventana, observando hacia afuera.

-Ahora entiendo, creo que todo tiene sentido. Tu comportamiento, el sueño, mi perseguidor, todo está enlazado ¿Cierto?

Me veo asintiendo con la cabeza no le puedo sostener la mirada, simplemente soy un cobarde.

-Ella es como tú ¿Verdad? Él la convirtió también.

Asiento otra vez y la miro con el rabillo del ojo. Sonríe con amargura y las primeras lágrimas se precipitan en numerosas cantidades.

-Empezaré a empacar, no te preocupes por llevarme, llamaré a alguien para que lo haga.

Mi corazón técnicamente se detiene ¿Se va? No ¿Por qué? ¿Debo dejar que se marche?

-No tienes que irte. -Le contesto.

-Marco no soy tonta, sé lo que Julia es para ti, y también sé cuál es mi lugar, y tengo mucha dignidad como para convertirme en plato de segunda mesa.

Diciendo esto se encamina a su cuarto y escucho como saca la maleta de debajo de la cama y empieza a guardar sus cosas. Estoy congelado, no puedo moverme, no quiero que se vaya, pero siento que es lo mejor por ahora. Algo en mí se rompe, es mi corazón.

*************
Cierro la puerta, no es mi deseo que me vea llorar, estúpida Naoli, como si no tuviera oídos vampíricos, te escucharía así me encontrara a un kilómetro de distancia.

Me veo empacando mi ropa, las manos me tiemblan, no puedo respirar, el sueño se repite en mi mente, Marco yéndose con su esposa, se ha cumplido, está hecho.

Me siento en la cama tratando de recuperar la compostura, la opresión en el pecho se incrementa, es un dolor tan grande que me destroza por dentro. Agradezco no haber entregado el apartamento que me consiguió Miller, le mentí a Marco, al menos tendré un lugar al cual llegar.

CONTIGO EN LA ETERNIDAD Where stories live. Discover now