CAPITULO 21

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             LA CONVERSACIÓN
No sé cómo empezar a hablar. Naoli me mira expectante, espera que me abra a ella y no encuentro las palabras para iniciar. ¿Qué le voy a decir? "Hey no te asustes pero recuerdas el retrato del romano que me mostraste, ¿Adivina qué? "Soy yo" y no sólo eso, además soy un vampiro. ¡Rayos! Hasta en mi mente ha sonado horrible.

-Marco. -Me llama, volviéndome a la realidad.

Creo que empezaré por decirle lo básico, dejando el desenlace para el final.

-Lo primero que quiero que sepas es lo que no soy. No soy un asesino en serie, ni un violador, ni un ex convicto, ni un prófugo de la ley, ni ninguna de las posibles suposiciones que esa cabecita tuya haya podido imaginar.

Ok, hasta el momento voy bien, me ha sonreído.

-La razón por la cual soy un fantasma es porque yo lo he decidido de esa forma. La privacidad lo es todo para mí, y tengo personas como Rupert que se encargan de mis negocios, me representan, son la cara que doy al mundo.

Arquea una ceja quizás tratando de comprender lo que le estoy diciendo. Aún no ha salido corriendo por lo que continúo.

-Te preguntarás por qué actúo así y es cuando viene lo complicado.

Ahora tengo toda su atención, puedo jurar que ni siquiera ha pestañeado desde que empecé a hablar.

-Lo que averiguó Albert es cierto, no pueden encontrar nada de mí porque yo no existo y no existo porque no he nacido aquí, mi tierra natal ha quedado enterrada en el pasado y he preferido que sea así.

Hago una pausa, su mirada no ha cambiado, está seria, la noto ansiosa, y no la culpo porque me siento exactamente igual.

-Nací en Roma, mi infancia fue un poco compleja pero fui adoptado por alguien que creyó en mí y al cual le debo mi agradecimiento.

-Así que sí eres romano. -Me asevera.

-Así es. -Contesto mirando al suelo.

-Ése Marco Aurelio es tu pariente. ¿Desciendes de él?

Ok, aquí viene la parte difícil.

-El retrato que encontraste en la web, la esposa de Marco Aurelio lo mando a hacer como regalo de bodas.

Bien, comienza por contárselo como si fuera una historia y luego le dejas ir la verdad.

-Él sí perteneció a la Quinta Legión y sí murió en combate, pero algo le ocurrió. -Continué.

-¿Qué? -Me pregunta Naoli absorta en mi narración.

-Cuando moría, alguien o más bien una criatura, se acercó a él y le dio la oportunidad de vivir y regresar con su esposa. Él aceptó y cuando despertó era diferente.

-¿Diferente? No entiendo, me acabas de decir que murió en batalla. -Me contestó frunciendo el ceño.

-En cierta forma lo hizo, no fue el mismo, él ya no era humano.

-¿A qué te refieres con que no era humano?

-Él era otra cosa. -Sigo mi relato llegando a la parte delicada.

-¿Otra cosa? Quieres decirme de una vez en qué supuestamente se convirtió.

Tomé una bocanada de aire, ¡diablos! Cómo se lo decía.

-Naoli, antes de decirte el resto, quiero que sepas que jamás te mentiría, y lo que hasta aquí te he mencionado es cierto. ¿Comprendes?

-Sí, eso creo. -Agrega insegura.

CONTIGO EN LA ETERNIDAD Where stories live. Discover now