CONTIGO EN LA ETERNIDAD

CAPITULO 20

Capitulo dedicado a:
PinkMu
Stefyparco
ChoukoAkai

              ENTREGA
Naoli duerme entre mis brazos, luce tan relajada. No puedo dormir, me deleito observándola, acarició su cabello y le planto un beso en la frente. Ha sido increíble, es como haber hecho el amor por primera vez. Sólo a una persona la he hecho realmente mía, y es a Julia.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me sentía así. Tener sexo te sacia de momento, pero hacer el amor te llena, lo sientes en tu piel, en tu corazón, no es sólo algo físico, es entregarse a la otra persona en cuerpo y alma, es la mayor expresión del amor representada en la unión de dos personas que se aman. O al menos esa es mi percepción.

Sí, estoy perdidamente enamorado de ella, ya no lo puedo negar, es imposible escapar de lo que siempre estuvo ahí, porque desde el instante en que la vi supe que era la mujer que esperaba hace tanto tiempo.

No quiero que despierte, no quiero que se vaya, deseo que permanezca a mi lado por la eternidad. Ya no sé vivir sin ella, no soy capaz de dejarla ir, no después de anoche, no después de haberla hecho mía. Mi garganta me arde, ¡Demonios! ¿Cuándo fue la última vez que me alimenté? Ni siquiera lo recuerdo, una semana talvez.

Mi mirada se pierde en su cuello, en su vena tan palpable y tentadora. Me alejo de ella un poco, me siento al borde de la cama, mis manos tiemblan. Siento como el demonio que habita en mi interior me grita que lo alimente, de continuar aquí le haré daño.

Me visto sin hacer el menor ruido y decido ir a buscar mi alimento. Debo decirle la verdad, no puede pasar de hoy, si me rechaza tendré que aceptarlo y alejarme de ella, aunque se me desgarré el corazón, pero quizás, sólo quizás, exista la remota posibilidad de que se quede a mi lado, aun sabiendo lo que soy.

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Abro mis ojos y mi brazo busca automáticamente a Marco pero no está en la cama. Todavía medio adormilada hago una inspección de la habitación y me doy cuenta que estoy sola ¿Dónde pudo haber ido?

Me recuesto de nuevo y recuerdo la noche anterior, una inmensa sonrisa se dibuja en mi rostro. ¡Oh Dios! ¿Qué tiene este hombre que me enloquece? La manera en que me hizo suya. Sin ser consciente me estoy tocando los labios anhelando tener los suyos sobre ellos una vez más.

Voy al baño y tomo una ducha, se siente bien sentir el agua tibia sobre mi cuerpo, mis mejillas se sienten calientes, claro, me he sonrojado otra vez remembrando aquel hermoso momento.

No tengo ropa limpia así que decido ponerme algo de él. Encuentro una camiseta que me llega un poco más abajo de los muslos pero por lo menos me cubre. Llego a la cocina esperando verlo ahí pero sólo el silencio me recibe. Me preparo  para desayunar, ¡Demonios! Hoy viene Albert por mí, debería llamarlo y decirle que cambié de opinión, pero.... aunque lo de anoche fue alucinante aún existen muchos vacíos sobre Marco que no sé. Mejor sigo con los planes de mudanza, ya veremos qué sucede luego.

La puerta se abre y lo veo entrar, mi corazón como de costumbre se dispara como en maratón y otra vez siento mi cara roja, bajo la mirada y de reojo puedo notar esa pícara sonrisa ensanchar su cara.

-Naoli. -Me dice haciendo que lo mire de nuevo. Su ceño está fruncido.

-¿Qué sucede? -Le preguntó sintiendo la tensión en el ambiente.

-Tenemos que hablar, te voy a decir todo sobre mí y si cuando termine de contarte, aún quieres estar conmigo, me harás inmensamente feliz, pero si por el contrario decides marcharte, no te detendré, pero debes saber que saldré totalmente de tu vida y no me volverás a ver.

-Me asustas. -Le respondo con sinceridad.

-Lo siento, por favor ven.

Me extiende su mano y la tomo, sentándonos juntos en el sillón grande. Luce diferente, sus labios están rojo manzana, más tentadores que nunca, y su piel menos fría.

Él suspira, está nervioso, ¿Qué es lo que tiene que contarme para se ponga en ese estado?

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Muchísimas gracias por leer mi historia, por sus votos y comentarios, son súper importantes para mí, sorry me quedó cortito el capítulo.

Espero les haya gustado el capítulo, un abrazo.