Yo no solía ser así [Magcon Boys]

Capítulo 28

-¿New Year, New Me? ¿Qué es eso, un mensaje en clave o algo? - preguntó confuso y con diversión en su tono.

-No, solo intentaba que no te dieras cuenta de que te he llamado "Tio más perfecto y amor del mundo" para que no te echaras atrás en lo de darme mi regalo de Navidad? - le sonreí al tiempo que le guiñaba un ojo. Él rodó los ojos.

-Bueno... - se puso de pie - Pues no me he echado atrás así que ponte unos zapatos y te los doy. Lo tengo en el coche.

-Tengo que cambiarme, voy en pijama. - me dirigí al vestidor a coger ropa para cambiarme (por segunda vez en el día)

-¿Pijama? - rió - Pijama es lo que llevabas cuando me has cerrado la puerta en las narices, lo que llevas ahora es... - me miró de pies a cabeza repetidas veces y se puso serio - Una ropa muy inapropiada para una muchacha de su edad, señorita. - y entonces una sonrisa brotó de su boca - ¿No me hará avisar a su padre verdad? Tápese un poco por favor. - se dio la vuelta quedando de espaldas a mí y aún que no le veía la cara, sé que seguía sonriendo.

-Si mi padre se entera de que está usted conmigo le cortara en pedacitos, señor Espinosa - le respondí descolgando unos vaqueros azul oscuro de una percha provocando que cayera sobre la montaña de ropa que tenía en el vestidor.

El cayó durante unos segundos y cuando yo iba a encerrarme en el baño para cambiarme habló.

-¿Y a qué viene eso? - Preguntó dando la vuelta para mirarme - Yo no quiero esconderme de tu padre, quiero que todo vuelva a ser como antes. - todo tono de diversión desapareció de su voz, demostrándome otra vez lo rápido que Matt cambiaba de humor.

Uii Matt, yo también quisiera que todo fuera como antes.

La verdad es que me dolía bastante a mí también no poder estar con mis amigos solo porque a mi padre no le gustasen, y me dolía más pensar en Matt y en Megan, los cuales me vienen a la mente cuando pienso en aquella noche en la que me castigaron. Aquella noche, cuando Megan me partió la cara, lo que más me dolió no fueron los puñetazos, sino saber que Matt estaba junto a nosotras y que no hizo nada para evitar que "su novia" dejara inconsciente a "su mejor amiga", y que cuando lo hizo, no dudó en ir a ayudar a esa zorra sin preocuparse de mi estado. La verdad, es que me alegro de que Hayes me diera todas aquellas cervezas esa noche, porque de no haber estado borracha no hubiera podido soportar como Matt "me dejó tirada" por Megan aquella noche. Y en cierto modo eso es lo que hace que ya nada vuelva a ser como era con Matt, porque siempre tendré en el recuerdo como la prefirió ayudarla a ella antes que a mí. Y sé que es una tontería, pero es lo que siento. Luego cuando él me dijo que no sintió nunca nada por Megan y que lo había hecho para ponerme celosa empeoró las cosas.

-No me apetece hablar de eso ahora - me encerré en el baño y me cambié de ropa en silencio - ¿A dónde vamos a comer? - cambié de tema terminando con el silencio y empezando a trenzarme todo el pelo en dos trenzas.

-Vamos a mi casa

-Creí que no querías estar con los chicos - exclamé algo confusa

-Los chicos todavía no han vuelto, vuelven en una semana.

-¿Y por qué no me lo has dicho antes? ¿Eres tonto? - reí y salí del baño, para encontrármelo tumbado en la cama, tomándose el chocolate caliente que me había dejado en la mesilla cuando llamó a la puerta.

-Está frio - dijo mirando el chocolate y luego mirándome a mí. - ¿Trenzas? - rio

-¿Qué tienen de malo? - dije mirándome en el espejo de mi tocador - Son monas - le hice un puchero.

-Demasiado monas, diría yo - caminó hacia mí - Te hacen parecer más pequeña de lo que ya sueles parecer - rió y yo lo mire mal - Pero no te lo tomes a mal, te quedan bien - dijo mirándose al espejo también y retocándose su pelo rubio oscuro - Y conozco a pocas personas a las que le queden bien las trenzas.

-¿Gracias? - dije sarcásticamente

El me miró a través del espejo y sonrió.

-Te saco tres cabezas - dijo obvio mientras miraba nuestros reflejos en el espejo y rió tontamente

-Siento no ser un pino como tú - reí también.

-Disculpas aceptadas. - Sonrió - ¿Nos vamos?

Asentí y cogí una mochila, donde metí las llaves de casa, dinero, mi móvil y alguna cosa más.

Salimos de casa y nos dirigimos a su coche, aparcado en la acera frente a mi casa.

-¿Lista para tu regalo? - abrió el maletero

-¿Por qué no me lo das en tu casa?

-Porque si te lo doy ahora lo puedes guardar aquí y no lo tienes que llevar encima.

-Touché - respondí y me crucé de brazos mientras Matt rebuscaba en las profundidades del maletero.

Sacó un regalo envuelto en papel de regalo rojo, con un lazo pegado encima y una etiqueta en la que ponía: De Santa, para Sara

Me lo tendió y se rascó la nuca incómodo.

-No sabía que comprarte, nunca le he comprado un regalo a una chica. - miró al suelo y se removió incomodo

Yo empecé a rasgar el papel de regalo, lo cual me estaba costando mucho.

-Si no te gusta dímelo y te compraré otra cosa.

-No te preocupes - respondí deshaciéndome por fin del envoltorio rojo y dejando ver una caja negra no muy grande ni muy pequeña, en la cual pensé que habría un libro o algo parecido.

Miré a Matt que me miraba nervioso y con cuidado abrí la caja. En la caja había un marco de fotos blanco bocabajo, el cual saqué con cuidado de la caja.

-¿Qué te parece? - Dijo cuándo miré la foto - ¿No te gusta verdad? De camino a casa podemos parar en el centro comercial y te compro otra cosa.

-Eres imbécil. No quiero otra cosa, me encanta - miré otra vez la foto. La primera foto que Matt y yo nos tomamos juntos cuando nos conocimos, bueno, foto que nos tomaron sus padres porque recuerdo que esa noche nos quedamos fritos en el sofá viendo una película... Sus padres nos tomaron la foto mientras dormíamos, estábamos los dos tapados bajo la misma manta, durmiendo apoyados entre sí. Recuerdo que me sorprendí de mi misma al ver lo rápido que le cogí confianza a ese chico. - "¿Puedo ser la bestie de un famoso?" - leí una frase que había escrita en el marco.

-Fue lo que me dijiste cuando decidimos ser Best Friends Forevah -me sonrió

-¿Cómo te acuerdas de lo que dije? - pregunté sorprendida.

-Ya te lo he dicho - rodó los ojos - No se me olvidan las cosas importantes, y que tú y yo nos hiciéramos mejores amigos es importante para mí - dijo incómodo, mirando al suelo.

Si, definitivamente debía estar roja como un tomate, pero como no estarlo... No se cómo me he podido enfadar con un oso tan achuchable como Matt.

-También lo es para mí - le abracé - Gracias... Por ser mí amigo.

-Te he echado de menos - susurró