Yo no solía ser así [Magcon Boys]

Capítulo 32

Me llevó hasta el salón y me tumbó en el sofá bocarriba.

-Espera un momento aquí - dijo alejándose de mí.

-No me dejes sola, Matthew - le llamé por su nombre y juro que sin mirarlo sabía que estaba sonriendo. - Si te vas me voy a morir.

Se volvió a acercar y se puso de cuclillas para estar a la altura de mi cabeza.

-Si te mueres te mato - me sonrió - ¡JACK! - gritó a todo pulmón y un "qué" se escuchó a lo lejos - TRAE LOS TAMPONES AL SALÓN

-¡QUE! - exclamé

-Tu nariz no para de sangrar y en la caja pone que son super-absorbentes - me explicó

-¿Para eso compráis tampones? - reí

-Si... Ninguno de los chicos tenemos la regla - me dijo limpiándome la sangre que me caía de la nariz con la manga de su sudadera (ya no blanca)

-WOWOWOWO, ¿alguien ha tenido un problemilla con su menstruación? - preguntó Johnson mirando mis pantalones, rojos por el tomate.

-No recuerdo que Madison sangre tanto en sus días - dijo Gilinsky mirando mis pantalones también.

-Tampones para la señorita - habló el rubio de bote entregándole una caja de tampones a Matt - Wow, ¿se lo vas a poner tú? Qué relación más abierta...

-Eso es tomate - dije levantando la cabeza para señalar mis pantalones.

-TE ESTAS DESANGRANDO, HERMANITA - exclamó Johnson mirándome la cara - ¿Los tampones eran para eso?

-Obviamente - dijo Matt apoyándome la cabeza otra vez sobre el sofá y los chicos se sentaron a nuestro alrededor

Matt sacó un tampón de la caja y le quitó el plástico con los dientes, luego lo miró, miró a los chicos y me miró a mí.

-¿Cómo va esto? - me preguntó mostrándome el tampón

-Yo que se

-Eres una chica, se supone que tú usas estas cosas - me dijo

-Yo soy más de compresa - reí y él puso cara de terror

-No te vamos a meter una compresa por la nariz

-Obviamente - dijeron los demás al unísono

-Me duele la cabeza - dije

-Se va a desangrar - habló Gilinsky - Apoya los pies en el respaldo y echa la cabeza hacia atrás.

Matt me ayudó a poner las piernas en el respaldo del sofá y dejé mi cabeza colgando donde deberían ir los pies. Él se sentó a mi lado (pero normal) y me limpió los restos de sangre con su manga otra vez. En un par de minutos dejó de sangrar.

-Me duele la cabeza de estar bocabajo - dije colocándome bien en el sofá.

-A lo mejor te duele de la hostia que te has metido contra la pared - se rio el tatuado, Skate.

-Por tu culpa - replicó Matt

-¿Qué hora es? - pregunté

-Las cinco y cuarto- me respondió Sam mirando la pantalla de su móvil

-¿Me llevas a casa ya? - le pregunté a Matt y él asintió

Se levantó del sofá de un salto y tiró de mi brazo para levantarme.

-Señores, señoritos, Nate - se despitió Matt y Skate le sacó el dedo de en medio - Nosotros nos vamos, un placer no haber pasado el día con vosotros.