Yo no solía ser así [Magcon Boys]

Capítulo 65

Desperté con unos rayos de sol golpeándome directamente en la cara y me froté los ojos mientras bostezaba en plan león hambriento. Inmediatamente me senté en la cama mirándolo todo medio atontada por culpa de acabarme de despertar. Desde luego el día empezaba mejor que el anterior.

De momento...

Salí de la cama y me dirigí a la de Hayes, donde él seguía durmiendo a pierna suelta con la caja de pizza vacía al lado. Era bastante tierno cuando dormía.

Me acerqué a él despacio y le aparté el pelo de la frente sentándome en el borde de su cama y él ronroneó como un gatito. Acerqué mi cara al hueco en su cuello, entre el cuello y su oreja y...

-¡Hayes! - grité a todo pulmón en su oreja y él pegó un salto sobresaltado.

Carcajadas surgieron de mi boca mientras él abría los ojos como platos mirando a su alrededor, y de un ligero empujón me tiró de su cama. Yo no podía parar de reír.

-Eres imbécil... - murmuró frotándose los. Ojos con el ceño fruncido.

Me levanté del suelo sin parar de reír para coger el móvil de mi mesilla mientras él se incorporaba en la cama medio dormido.

Corrí al baño riendo y cuando cerré la puerta.

Empecé a prepararme, dándome una ducha primero y luego seguí con el procedimiento de cada día, cuando de repente llamaron a la puerta del baño.

-Sara... - escuché la preocupada voz de Hayes. - Sara, son las doce... Habíamos quedado a las 9, se han ido sin nosotros.

¡QUE! Otra vez no... ¿Qué manía tiene esta gente con olvidar a sus alumnos?

Salí del baño acelerada, a medio maquillar y medio vestir, llevaba la camiseta de pijama y unos vaqueros, el eye-liner y máscara de pestañas en solo un ojo... UN AUTENTICO DESASTRE.

-Sara... - murmuró Hayes.

-Tenemos que irnos, nos hemos dormido. - le recordé metiendo las cosas en mi pequeña mochila.

-Pero Sara....

-Rápido, si nos damos prisa tal vez los encontramos... - dije cerrando la cremallera de la mochila y intentando. Ponerme un zapato al mismo tiempo.

Pero me vi frenada cuando Hayes me quitó el zapato de las manos y me cogió por los hombros para que parara y lo escuchara.

-Hace tres horas que se han ido, no vamos a encontrarlos. - me explicó lentamente, tenía razón. - Podemos hacer turismo por nuestra cuenta... O quedarnos aquí en el hotel juntos.

Suspiré mirando al suelo, le estaba estropeando su viaje a España. No iba a ver nada si se andaba con esas...

Me senté en el borde de mi cama malhumorada.

-No te pongas así...

-Te lo estas perdiendo todo por mi culpa... - murmuré - No estas disfrutando de nada.

Hayes se puso de cuclillas frente a mi para mirarme a la cara.

-Eh... - atrapó mis manos entre las suyas y esbozó una sonrisa. - Me lo estoy pasando bien, contigo.

Negué con la cabeza mientras sonreía. Hayes era muy dulce. Sus manos siguieron sobre las mias por un rato más, sin decir nada.

-Vine a este viaje para estar contigo... Estoy contigo. - me explicó acercando una de sus manos a mi mejilla. - No es culpa tuya que nos hayamos dormido. Además, prefiero que estemos los dos solos aquí que con los estirados de nuestros compañeros.