Yo no solía ser así [Magcon Boys]

Capítulo 66

Se recomienda poner el audio de arriba mientras se lee.
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-¡¿Qué?! ¡NO! - respondí casi en un chillido, pero intentando no gritar para que Hayes no me escuchara.

No podía pedirme hacer eso, él no era nadie para pedir hacerme eso. No iba a romper con Matt, ni de coña.

-Me has dicho que no te ibas a enfadar... - respondió Jack.

-¡Y tú que tenía que hacer algo por ti! Que yo rompa con Matt o no, no tiene nada que ver contigo. - le reproché enfadada.

Escuché los pasos de Hayes, indicándome que se acercaba y bajé un poco el tono, rebajándolo a un susurro. Lo último que necesitaba es que Hayes se preocupara.

-Ya sé que parece que no pero... Tienes que hacerme caso. Tienes que romper con él. - me pidió suplicante. - Y ya sé que parece estúpido que te esté pidiendo esto yo mismo, porque tú y yo no hemos hablado para nada más que para bromear y pasarlo bien, aun así soy el Magcon Boy con el que más has hablado si eliminamos del mapa a Matthew y a Hayes. Y por eso el resto de los chicos me han pedido que hable contigo, que te pida que rompas con él.

-Bueno, pues diles que he dicho que se callen la boca, y que no romperé con Matt a menos que él me lo pida. - respondí antes de colgar el teléfono sin dejarlo contestar.

Dejé mi móvil sobre la encimera del lavabo antes de mirarme al espejo y darme cuenta de que necesitaba terminar de maquillarme y vestirme. Estaba enfadada, estaba enfadada con Jack, no podía soltarme eso de la nada, sin darme explicaciones, al fin y al cabo, ¿quién era él? Uno de los amigos de mi novio, un conocido... Me di cuenta que el resto de Magcon, exceptuando a Hayes y Matt, eran solo conocidos a los que consideraba amigos para sentirme menos sola, pero ellos no sabían nada de mi ni yo nada de ellos.

-Sara, ¿Estas bien? Llevas quince minutos en el baño. - escuché la harmónica voz de Hayes cuando dio unos pequeños golpecitos a la puerta del baño.

Le respondí abriendo la puerta del baño porque ya estaba lista y él apretó los labios, apartándose hacia un lado para dejarme pasar. Él también se había vestido, llevaba una camiseta completamente negra de manga corta, con unos vaqueros grises y unas Vans blancas. Doblé mi pijama y lo dejé sobre mi mesilla de noche, mientras Hayes me observaba desde el centro de la habitación.

-¿Vamos a quedarnos aquí o... Vamos a dar una vuelta? - preguntó midiendo cuidadosamente sus palabras y yo me di la vuelta para mirarlo.

No quería salir por ahí, pero no quería que Hayes se perdiera nada de España, él mismo lo dijo... No había gastado cientos de dólares para viajar a España y estar así.

-¿Qué te pasa? - preguntó de improviso antes de que yo pudiera decir nada. - Y no me digas que no te pasa nada... ¿Es por la conversación que hemos tenido antes?

Negué con la cabeza apretando los labios y jugando con mis manos nerviosa. ¿Y si le preguntaba a Hayes? Él tenía que saberlo...

-Puedes contármelo... Ha sido por quien te ha llamado, ¿verdad? - preguntó sentándose en el borde de mi cama y cogiéndome una mano, buscando mi mirada.

Hayes era tan comprensivo...

Pero no podía hablarle de Matt a él, no podía hacerlo sabiendo lo que sentía al respecto.

Pero él era inteligente, sabía lo que pensaba, siempre...

-Sara... Puedes contármelo, sabes que no me importa... Si lo que te preocupa es Matt puedo soportarlo, puedes hablar conmigo... - insistió cogiendo mi otra mano sin dejar de mirarme a los ojos, con una chispa reconfortante en la mirada.