- ¿Me dirás que te paso? – Pregunta Clarisa, posicionando su brazo encima de mi cadera para colocar su quijada en ella.
- No es nada importante, ya paso – Digo irguiéndome rápidamente – No viene al caso
- ¿Qué no? Llevabas como media hora nadando entre tus lagrimas – Rio
- ¿Por qué no me sorprende el que exageres todo?
- Porque así me amas. Además es tu deber como prima aceptar mis virtudes y debilidades – Le doy un leve empujoncito mientras seco el ultimo rastro de lágrimas - ¿Fue Daniel? Dime si fue Daniel y lo mato fue justamente lo que le dije que no hiciera
- ¿Se puede saber que le dijiste? – Pregunto un tanto molesta y furiosa a la vez. Obviamente el tema de Daniel me hace experimentar miles de sensaciones al mismo tiempo y sabía que lo del picnic nocturno fue idea de Clarisa. Esto solo confirma mi teoría ¿Pero, por que lo hizo?
- No es nada importante, ya paso – Dijo con un eje de soberbio. Le dedico una mirada achinada mientras niego deliberadamente.
- Hasta luego, chicas – Mi madre asoma su cabeza por la puerta - Annie trata de no tumbar la casa estando a solas con tu padre, por favor
- ¿Te vas? ¿A dónde? – Pregunto frunciendo mi ceño - ¿Te vas de viaje?
- Argentina. Regreso en unos días – Me da un beso rápido en mi frente – Cuídate.
- ¿Por qué te vas? – Detiene su paso en seco - ¿Paso algo con la tía Andrea?
- Iré a resolver algunas cosas, hija
- ¿Sobre qué? ¿Por qué no podemos ir todos? – Cruzo mis brazos bajo mi pecho, enarcando mi ceja.
- ¿Desde cuándo dejaste de ser mi hija para ser mi madre que tengo que darte explicaciones? – Pregunta con un eje de molestia. Dándome entender que el tema ha quedado zanjado. Suspira, tomando mis mejillas en sus manos – No me iré por mucho ¿Si? Adiós – Asiento mientras la observo tomar sus cosas y salir disparada a la camioneta.
- ¿Podemos ir por algo de comer? Muero de hambre – Clarisa toma mi mano para llevarme arrastras a la cocina, interrumpiendo mis pensamientos.
- Vives al lado ¿Por qué tienes que venir a comerte mi comida?
- Porque las cosas tomadas de la nevera de otro saben mejor
***
- Hey – Doy un respingo, cerrando el libro que estaba leyendo, de golpe.
- Daniel, me asustaste – Digo con apenas voz audible.
- No es mi culpa, has estado distraída todo el día ¿Estas bien? – Pregunta, pasando su brazo por mis hombros, atrayéndome más hacia el. Y ahí está el inevitable cosquilleo que no puedo evitar cuando lo tengo así de cerca – Cuando salí a buscarte ayer no estabas, alguien tenía que ponerle los puntos claros a Patricia – Dice con su semblante serio.
¿Me defendió? No, capaz es mi subconsciente que me hace suponer cualquier cosa.
- Si... No fue nada, comentarios así me valen gorro – Me encojo de hombros – Es como si me hablaran en otro idioma
- ¿Segura? Ayer cuando
- Si. Daniel – Interrumpo. Camino a paso apresurado para entrar a la clase de historia.
DU LIEST GERADE
Esta soy yo
RomantikCamino resignado hasta llegar a la oficina del director y me siento en un asiento que vi disponible al lado de una chica que al parecer espera recibir su castigo, como yo. - ¡Wou! Tremendo lio que hay allá adentro ¿no? - Pregunto luego de e...