- Annie.... Yo – Se pasa la mano por el cabello, nervioso – Yo
- ¿Quieres terminar? – Interrumpo diciendo quedito.
- ¿Qué? ¡No, no, mi amor! ¿Cómo crees? – Se acerca desesperado acunando mis mejillas en sus manos y limpiando con su dedo gordo una lagrima que se había escapado – Ni en mis más remotos sueños querría eso
- Pero tu... Yo pensé, que... Con lo que paso y – Sus labios sellan los míos y ahogo un jadeo por su invasión. No tardo mucho para que mi cuerpo reaccionara a su muestra de cariño, en cuestión de segundos me perdí en su mundo, nuestro mundo, moviendo mis labios acompañados con los suyos en un solo son.
- No tienes idea lo mucho que extrañe besar estos dulces labios cada día – Pasa su lengua por su labio inferior – Fue una tortura no verte, no tenerte, no abrazarte... ¿En serio crees que querría terminar con toda esta historia, Annie? – Lo miro dubitativa – Sé que se aproxima un final, pero ten por seguro, que hare lo que sea para alargarlo
- Daniel, yo no sé – Suspiro y clavo mis ojos en los suyos – Es todo muy confuso, nunca sé que quieres. Un día estamos bien y al otro... Todo cambia; vamos en distintas direcciones o por lo menos así lo siento. A veces creo que ya te cansaste de todo esto y la verdad, yo también me canse de participar en este juego
- Oye, sé que tal vez no he sido el mejor novio y no he estado contigo en los momentos más importantes ¿Qué digo? ¡Soy el peor novio del mundo! Pero déjame intentarlo una vez más, prometo no fallarte
- Ese es el problema, Daniel, que no sé cuándo pasara y no quiero salir lastimada. He pasado por mucho este año que otro dolor así, no lo soportaría
- Lo sé. Por eso déjame ser quien sane tus heridas prometo no ocasionar una más profunda – Sonrío no confiada del todo – Se también, que te debo muchas explicaciones
- Está bien, haremos como que nada ha pasado. No quiero ser de las novias que están sobre sus novios todo el tiempo, confiare en ti, Daniel – Me da un besito en mis labios y luego uno tierno en la punta de mi nariz.
- No dejare que nadie acabe con esto – Sonrió – Lo de Patricia – Dice y yo revoleo los ojos, la solo mención de su nombre causa piquiña en mi interior – No, escúchame, si vamos a empezar de nuevo quiero que todo claro; Patricia y su mamá fueron con nosotros porque ¿Recuerdas la aplicación de la prueba que te mencione? – Asiento – Mi padre le consiguió una también a ella
>> Dice que esa mujer ha pasado por mucho que quiere ayudarla, se ha vuelto una gran amiga para él y sabes, quiere que yo sea amigo de Patricia, su mano derecha – Hace un mohín – Pero la única dueña de mi corazón, siempre serás tú; no puedo mirar a otra chica sin buscar alguna comparación contigo, eres única, eres especial, Annie
Mi corazón da un brinco sintiendo que se saldrá en cualquier momento, al escuchar sus palabras. Estoy tan sensible que algunas lagrimitas se escapan de mis ojos y el rápidamente las borra dejando castos besos en su rastro. Por otro lado no quiero lanzarme a ese abismo de cupido, nuestra relación se ha vuelto y constante tira y afloja y yo no quiero estar tras alguien que no me acompaña en esta carrera, quiero confiar en él, porque así como él dice, él también se metió muy dentro de mi ser que al pensar tenerlo lejos hace que mi respiración falle.
Entiendo que no ha estado cuando más lo necesito y llámenme masoquista, pero las veces que he estado con él, ha tenido el poder de hacer olvidar cualquier dolor; con sus palabras, sus caricias, con sus besos... Daniel hace que mi mundo negro se pinte de color. Puedo ser un poco tonta al perdonarlo tan rápido pero ¿Qué más puedo hacer cuando mi corazón es el que gana la batalla con la razón?
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Esta soy yo
RomanceCamino resignado hasta llegar a la oficina del director y me siento en un asiento que vi disponible al lado de una chica que al parecer espera recibir su castigo, como yo. - ¡Wou! Tremendo lio que hay allá adentro ¿no? - Pregunto luego de e...