Capitulo 32

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¿Alguna vez han sentido como todo su mundo se viene abajo? Que todo cae y no hayas como protegerte porque simplemente todo fue de repente, nadie te advirtió que sería así, o tal vez sí, pero estábamos tan ciegos que no lo podíamos ver. Luego cuando todo cae, nos damos cuentas que lo que quedara de nosotros será un simple recuerdo, un cambio de lo que éramos a lo que seremos; solo quedarían las cenizas.

Mi pecho se tranca y mi respiración es pesada, un pitido ensordecedor me aturde y no me deja salir del estado de shock, porque quiero pensar que todo es una pesadilla o una broma de mal juego, que realmente no lo hizo. No, no pudo haber hecho algo así.

- ¿Qué...? No, tu no, no – Me remuevo hacia atrás en la cama, cubriéndome lo más que pueda con la sabana.

- Mi amor, perdóname... Yo no

- ¡¿Tu qué?! Por Dios, Daniel, No seas tan básico – Grito mientras mis lágrimas caen sin cesar - ¿Qué no quisiste hacerlo? ¡Claro porque fue muy difícil meter tu miembro en ella! ¿no? ¡¿Cómo pretendes que te crea?!

- Escúchame, yo, yo... No estaba consciente – Chasqueo la lengua mientras desvió la mirada – Pero no quería hacerlo, no sabes cuanto me arrepiento, mi amor, perdóname por favor – Su voz se quiebra e intenta acercarse a mí.

No se lo permito, me genera repulsión estar a su lado. Viví en un cuento de hadas soñando con un príncipe azul para que luego al final de la historia, el príncipe azul se transformara en el más temible demonio. Mi corazón pide a gritos auxilio, y yo no sé cómo hare para repararlo. Lo tomo, lo envolvió en la más suave seda para luego tirarlo y convertirlo en un montón de pedacitos.

- ¡ALEJATE DE MÍ! Eres un imbécil, Daniel, un asco.... ¿Por qué? – Rio cínica – Ya se, todo formaba parte de su plan ¿no? Eso era lo que querían, destrozarme; probar que alguien si podía romper el escudo de la chica más peligrosa – Hago comillas con mis dedos – de El Williams pues déjame felicitarte, porque lo lograste

- Annie, no, cariño... Ninguno sabía lo que hacía, por favor no me hagas un lado, por favor – Sus mejillas se empiezan a humedecer – Se... Sé que podemos superarlo

- ¿Superarlo? Daniel, no es un examen que fallaste, jugaste conmigo; me endulzaste hasta lograr lo que querías: acostarme contigo. Me entregue a ti en cuerpo y alma y ahora solo fui una parte más del montón... Sabia, sabia que algo pasaba pero fui tan estúpida en creer que todo estaba bien.... Ahora entiendo que todas las veces que estuviste con ella, diablos... Como no lo vi venir – Rápidamente me visto siendo vigilada bajo su atenta mirada. Intenta acercarse pero me alejo – Espero que te haya sido suficiente, Adiós, Daniel

- Annie, no

- Vete a la mierda

Salgo corriendo mientras mis lágrimas siguen ardiendo a su paso y mi corazón palpita tan rápido que duele, o tal vez es el dolor en mi pecho. Todo paso tan rápido que me golpeo sin siquiera prepararme, lo de mis padres y ahora lo de Daniel, son tantos sentimientos que mi corazón no estuvo lo suficientemente entrenado para poder con algo así sin derrumbarse, perdió su fuerza poco a poco y ahora no sé cómo juntarlo o como tan siquiera levantarme.

¿Cómo podemos tener todo a pasar a no tener nada en cuestión de segundos? Porque justo así me siento; que estuve todo este tiempo en un profundo sueño donde no quería despertar, porque al hacerlo me encontré en la más horrible pesadilla, estuve atrapada en una red de mentiras, todo termino siendo distinto a lo que creía conocer.

Deposite mi confianza, abrí mi corazón a alguien que llego tan lejos, a un lugar donde nadie nunca había llegado, me lance en un abismo cuando tenía miedo de hacerlo, confié; pero al final el paracaídas no abrió y recibí el más duro de los golpes. Me acostumbre a tenerlo, a que sus palabras endulzaran mis problemas y mis miedos, a que sus besos acariciaran mi alma, que sus caricias fueran como el más hermoso abrigo y ahora todo se desvaneció.

Esta soy yoWhere stories live. Discover now