Capitulo 35

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Asustada.

Atemorizada.

Confundida.

Cualquier sentimiento ligado a la tristeza y el dolor es lo que siento ahora. Llevo exactamente una hora viendo un punto inexistente en el techo de mi habitación porque me parece más divertido que lo que pasa por mi cabeza, aunque diría que no hay nada... Todo se apagó. Las lágrimas caen por mis mejillas pero no tengo el poder de poder detenerlas ¿Qué ocurrió? ¿Cómo fue que llegamos a este punto?

Desde pequeña mi papá jamás se atrevió a ponerme una mano encima ¡Es más! Era el que intervenía cada vez que mi mamá iba a pegarme porque he de admitir que más de una vez provoque a mi madre hasta el punto que quisiera darme una paliza, pero el, él era el mediador entre las dos; a medida que fue creciendo mi papá intervenía cuando el orgullo entre mi madre y yo era tan grande que impedía que alguna diera su brazo a torcer ¿Cómo fue que todo cambio?

Masajeo mi mejilla y si cierro los ojos aun puedo sentir el escocer de su palma en ella, quedamos como personas irreconocibles: El no reconoce a la chica que ahora está frente a sus ojos y yo no logro conocer al hombre que se atrevió a pegarme, ahogo un sollozo mientras aparto las lágrimas con brusquedad de mis mejillas. Fue lo que me devolvió a tierra pero es que estoy tan cansada; cansada de sus peleas, cansada de querer aparentar que no pasa nada, que somos una familia feliz, cansada de Daniel, cansada de Patricia... Cansada de este mundo, y justo ahora lo que queda es nada.

Lanzaron una bomba explotando todo a su paso y ahora lo que queda son los escombros de algo que ya no puede ser reparado.

Ya no sé qué hacer, no sé qué camino tomar, la única solución que pasa por mi cabeza es la más descabellada que existe y soy tan cobarde que no me atrevo recurrir a ella pero entonces ¿Qué hare? A los brazos del hombre que podía recurrir ya no está y el que quedo como su suplente pues decidió desaparecer, al parecer lo que dijo Patricia es cierto; soy como un veneno, un explosivo, algo que nadie quiere mantener a su lado porque sabe que lo único que traerá serán desgracias. Y, es una historia que yo no pedí tener ¿Amo a mis padres? Claro que sí, creo que el amor a pesar de cualquier circunstancia es el único que se mantiene intacto aunque nuestra cabeza quiera decir lo contrario pero eso no quiere decir que no les guarde un poquito de molestia por todo lo que hicieron que aunque yo estuve exenta de todo, de alguna u otra forma termine involucrada... Termine marcada con su historia, así ¿Cómo podré continuar la mía?

Diría que esa fue una de las razones por las que no me aceptaron en la Universidad ¿Quién querría tener en sus instalaciones a una chica con un historial manchado? Nadie se arriesgaría. Estoy persiguiendo un futuro del cual no encuentro la luz del camino porque esa misma bomba me la apago, me borro las líneas dejándome varada en un punto blanco, perdida. Y no quiero seguir una historia, ni sombra ni una más, quiero tener una vida normal aunque lo que conlleve detrás de mí me lo impida, solo quiero ser una adolescente como los demás.

Solo quiero ser Ana...

- ¡No tenías que pegarle, Ignacio! – Escucho gritar a mamá con la voz quebrada – No tenías – Susurra – Sé que esto lo podíamos solucionar, pero no tenías que ponerle una mano a mi hija encima

- ¡¿Solucionar?! ¡Adriana, Annie estaba más que descarrilada! No iba a permitir una actitud insolente en esta casa, que sepa la verdad no le da el derecho de faltarnos el respeto

- ¿Pegarle si lo hará, uh? Dime ¿Qué crees que hará Annie ahora? ¿Venir corriendo a pedir perdón? No lo creo – Escucho un sollozo – Fue la última gota que rebaso el vaso, Ignacio... Lo que falto para destruir esta familia

Esta soy yoWhere stories live. Discover now