Capitulo 13

2K 108 2
                                    


- ¿Podemos parar? – Pregunto fastidiada – Hemos recorrido casi todas las tiendas y aun no se deciden. Ya tengo hambre y estoy cansada

Desde que llegamos hemos pasado de tienda en tienda, por todos los pisos y ningún vestido era favorable para ellos, mi opinión no importaba, era como si estuviese pintada en la pared; vestidos lujosos, cortos, coloridos... Perdí la cuenta de cuantos me hicieron probar y ninguno fue de su agrado.

El debate ha sido entre mi tía Carmen y Clarisa, Ismael no más vino a dar su aprobación como hombre y pues Lluvia solo nos mira a todos expectantes.

- ¿Cansada de qué? No haces nada, niña – Replica mi tía – Además no justifiques este motivo con que tienes hambre, tu siempre tienes hambre

La miro fulminante ¿Por qué todos creen que el colegio no cansa? Claro por ser adultos piensan distinto y cada obligación es diferente si, pero las tareas, exámenes, tener que aguantar a tus compañeros, todo eso agota. Mi estómago ruge al momento que mi tía nombro la palabra hambre.

- Tenemos que encontrar el vestido perfecto, An – Dice Clarisa colocando su mano en mi hombro – Además de unos buenos tacones

- Puedo escoger uno de mi closet. Créeme, tengo la suficiente ropa como para no repetir el vestido que use en la fiesta pasada – Me siento en el primer banco que veo – Es una simple fiesta, no es como si fuese la graduación

- ¡Es el primer chico que te gusta, gusta! ¿Cómo vas a decir que no es importante? Perdóname, prima, pero no dejare que vayas como un machito

¿Qué? Vestirse con convers o vans, unos jeans y una camisa sencilla y a la vez linda no quiere decir que me vista como chico. Puede que siempre a cada fiesta que voy o a las pocas que he ido lleve conmigo mis usuales gorritos. Pero eso no quiere decir que no sea femenina ¿O sí?

- Opino igual que Annie – Interviene Lluvia – Tiene que colocarse algo con lo que se sienta cómoda. Tener su propio estilo y no tener pena en mostrarlo es lo que demuestra seguridad y confianza en la persona

- Hija, no te lo tomes a mal, pero, te di esa voluntad y mira no más el resultado – La señala de arriba abajo, haciendo que ría bajito. Lluvia estos últimos años ha tenido un estilo de vestir muy ¿Hipster? - No le perdiste el rastro a tu madre

- Tiene que usar algo atrevido pero sencillo. Que llame la atención apenas llegue – Dice pensativa mi tía.

- Que sea sofisticado y para nada vulgar – Continua Clarisa, dándose pequeños golpecitos con su dedo en su boca.

- Mujeres, los chicos a esa edad solo buscan diversión y pasarla bien. No nos fijamos mucho en lo que llevan puesto sino al momento de quitárselos – Interrumpe Ismael con una sonrisa perversa – Con el cuerpo que tiene Annie cualquier vestido que sea un palmo más arriba de la rodilla hará que el chico caiga rendido a sus pies

- ¡Pero, si yo no quiero acostarme con él! – Bramo exasperada.

- No seas idiota, Ismael. La idea es que lo deslumbre no que crea que es una zorra

- Todo esto es una tontería. Daniel ya tiene algo con Patricia, Clarisa, lo sabes – Observo mi muñeca – Ya van a cerrar el centro comercial

- Pues, apurémonos entonces – Toma mi mano y de un tirón hace que me levante para guiarme a las tiendas que faltan.

Por suerte, por ser día de semana no hay mucha gente, eso y que ya es tarde como para que la gente esté haciendo compras a esta hora, hace que el entrar y salir de cada tienda sea más cómodo. Sin embargo, jamás llegaremos a un acuerdo por la simple razón de que mis gustos y el de los demás no se parecen en nada.

Esta soy yoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora