Esta soy yo

Capitulo 33

- Tienes anulado el examen, Annie – Tira sus papeles en el escritorio con desdén – Pensé que todo esto había quedado atrás

- Si eso es todo ¿ya me puedo retirar? – Asiente. Tomo mis cosas y me preparo para salir de la oficina de Mijares.

- Ana, recuerda que estas a poco de graduarte. No dañes eso que venias construyendo – Asiento a regañadientes y salgo.

Sé que tiene razón, si no hubiese tenido mi cabeza en otro lugar, el examen lo fuese respondido con los ojos cerrados. No diré que soy la alumna estrella, pero me se defender y por suerte la profesora sabe cómo dar su clase, vuelve todo más fácil. Pero en mi mente se viene desarrollando una batalla entre el amor y la razón; amor por tener un poco más de ese cariño que me daba Daniel y razón porque no merezco seguir en su juego, sufrí lo suficiente como para volver a caer.

Iba todo bien, hasta que Samantha decidió lanzar uno de sus comentarios para despistar a la profesora y todo lo que vino después fue... Ya saben la historia.

Ahora es cuando más deseo irme de aquí y volver a empezar, no sería como una escapatoria, lo veo más como deshacerme de toda esa basura que llena mi vida, dejar todo atrás para volver a empezar de cero. Tal vez en Londres es donde realmente pueda encontrar a lo que era antes, no más Daniel, no más Patricia y no más todo los problemas que se presentan en mi familia.

- Sabes, no sé cómo haces siempre para salirte con las tuyas. Es otra de tus influencias eh, niñita – Samatha y su sequito me rodean al final del pasillo. Justo como en las películas, no se encuentra nadie que pueda salvarme, tampoco es que lo necesito.

- ¿Te importa acaso?

- Estas acabada, Ana. Ya no tienes ese poder sobre todos, llego tu fin... Es hora que te den tu merecido – Sisea.

- ¿Es todo lo que tienes para decir? Porque realmente tengo hambre y quisiera aprovechar este tiempo haciendo otras cosas – Intento pasar por su lado pero me detiene.

- Ya sé, de seguro tienes amenazado al director como a los demás ¿No? Dime, Annie... ¿Qué pasaría si le dan el castigo que merece su hijita? – La empujo fuertemente contra la pared hacienda que suelte un quejido.

- Metete en tus asuntos – Siseo muy cerca de su cara y me retiro echando humo por los oídos literalmente. Mi humor estaba bien, toda esta semana nadie se había metido conmigo directamente salvo por los murmullos, pero no me importaban.

Pero el que Samantha se refiriera a mí con tanto desprecio, como lo hace Patricia, fue el detonante para desatar mi rabia. Soy como una pequeña granada que si la tocas con lo más mínimo, explota. Y sé que Patricia le lleno la cabeza con que sabe qué; Samantha siempre ha tenido esa idea loca de querer que todo el colegio bese su andar, pero se vio interrumpida con mi grupo de amigos. El ver que todos nos tenían respeto, que hacían lo que le pedíamos y que nadie se metía con nosotros ocasiono una ola de celos y rencor a lo largo de todo este tiempo.

Se hizo popular por acostarse con medio colegio, fue la única reputación que obtuvo. Por lo tanto, siempre me vera como una amenaza, esa persona que le quito el puesto de líder en el último año.

- Hola – Volteo para encontrarme a Carlos a mi lado. Frunzo mi ceño pues, hace mucho que no platicábamos. Era como si se hubiese esfumado - ¿Volviendo a los viejos tiempos? Es raro verte fuera de clases, pensé que ya eras una típica nerd – Rio.

- Eso no pasara ni en un millón de años, Carlos... Me sacaron de clases que es diferente ¿Tu qué haces aquí?

- ¿Copiándote en un examen? Vaya... Si atraparon a la estrella, estamos todos jodidos – Reímos al unísono bajito. Sé porque lo dice; antes ningún profesor me había atrapado copiándome en un examen ¿Qué puedo decir? Sabía hacer mis jugadas. Pero siempre hay una primera vez – Necesitaba un nuevo aire, te vi y dije: Porqué no saludar a una vieja amiga