Capitulo 30.

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Un pitido ensordecer resuena en mi cabeza.

Las palabras de papá de Daniel hacen eco dentro de ella.

¿Asesina? ¿Qué quiso decir con eso? De lo que mi concierne jamás he hecho algo que provoque la muerte de alguien más y no creo que las moscas y los mosquitos entre en colisión, pero entonces ¿De quienes hablaba? No entiendo cómo es posible que ese señor tenga conocimiento de algo que yo realmente desconozco.

- Annie ¿De qué...De que hablaba mi papá? – Daniel se acerca con sigilo mientras mi cabeza sigue yendo a mil revoluciones por minuto.

- Yo... No sé, me tengo que ir, si – Recojo mis cosas con rapidez y me calzo mis zapatos – Nos vemos – Deposito un beso rápido en su mejilla y me despido solo con la mano, de su mamá.

Manejo con mi cabeza perdida en otro lado, realmente necesito encontrar una respuesta a todas estas incertidumbres pero no sé por dónde podría empezar o a quien pudiera acudir por ayuda.

Claramente se refería a mis padres, no es raro cuando alguien tiene alguna idea errónea de lo que realmente son; para todos son gente que tienes que mantener distancia, personas peligrosas pero jamás lo vi así; simplemente eran dos personas con una vida distinta a las demás, y si, aunque el tema del tráfico de drogas es delicado, nunca lo vi como algo tan alarmante... Hasta ahora.

Si bien es cierto que jamás me vi involucrada en sus asuntos, era ajena a todo ello... En mi cabeza mentalizaba que la gente que se mete en ese mundo era por decisión propia, por lo tanto ellos no le hacían daño a nadie. Ahora entiendo que viví engañada todo este tiempo ¿Y si hubo personas involucradas en esto donde su vida corrió peligro? No quiero ni darle cavidad a ese pensamiento.

No podría ver a mis padres como dos personas que decidieron acabar con la vida de otros solo por negocios...

Llego a mi casa y las luces están todas apagadas por lo que entiendo que ya todos duermen. Mejor. Aun con la opresión en el pecho, me adentro a la casa haciendo el menor ruido posible; entro a la cocina en busca de agua y algún dulce que pueda calmar mi ansiedad, necesito pensar que hare hasta que enloquezca por completo.

Diablos, se supone que es un tema que no me debería de importar porque es su vida, se supone que yo estoy haciendo la mía, pero mi lado curioso puede más y sé que la detective que habita dentro de mí no sé qué quedara quieta hasta no unir todas las piezas del rompecabezas.

Tengo un mal presentimiento que me dice que no me va a gustar lo que encontrare, bien dicen que el que busca encuentra y yo no estoy segura si quiero des-empolvar eso que está guardado bajo cuatro llaves.

De un suspiro, dejo el vaso en el fregadero y decido irme a dormir, ha sido mucho por hoy. Paso por la habitación de mis padres y veo que la puerta está entre abierta, extraño, siempre duermen con ella cerrada por el tema de la privacidad. Me asomo un poco y veo que solo mamá es la que yace en la cama ¿Dónde se metió papá? Niego con mi cabeza y sigo mi camino y a mi habitación cuando Eduardo irrumpe mi camino.

- Enana ¿Qué haces llegando a estas horas? – Pregunta con la voz ronca.

- Vengo de la casa de Daniel – Me encojo de hombros - ¿Noche dura? – Resopla mientras asiente – Nadie dijo que la vida de padres sería fácil – Rio bajito.

- ¿Quieres venir a verla? – Lo observo con suma obviedad y el despeina mi cabello. Me toma de los hombros mientras me guía a la habitación de la bebe.

Entramos a hurtadillas y la observo dormir tranquilamente y de repente un sentimiento de paz aflora en mi sistema es como si a esta bebe la protegiera un aura que no permite que cualquier elemento negativo del exterior la agobie, duerme tan tranquila, tan ajena a todo lo que pasa a su alrededor... Envuelta en su propia burbuja.

Esta soy yoWhere stories live. Discover now