Capitulo 20 2/2

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- ¿Te gusto el regalo? – Pregunto con entusiasmo – Lo vi e inmediatamente pensé esto tiene que ser para mi abuelo. Me llamaba, eh – Rio y el me acompaña riendo forzadamente.

- Me encanto, pequeña. Te agradezco mucho este detalle – Observa con detenimiento la pluma entre sus manos; completamente negra con detalles en dorado. Muy sofisticada, algo que le gusta a mi abuelo, sobretodo alguien que vive relatando todo lo que ve – Pero ¿Sabes cuál es el mejor regalo? Este que estoy viendo justo ahora, nunca dejes de ser feliz, mi Annie – Acaricia mi mejilla – Tu sonrisa, es el mejor regalo que puedo tener este y todo los días

- Mientras estés conmigo ten por seguro que siempre estará presente – Le dedico un guiño y rio – Te quiero mucho, abuelo

- Y yo a ti, mi niña. Yo te quiero a ti

Siento sesenta y tres diminutas y ovaladas lámparas iluminan el fúnebre pasillo, combinado con las paredes blancas y su total silencio da un aspecto de total soledad y agonía. Tétrico. Veinte son las veces que me han preguntado si estoy bien ¿Lo estoy? No lo sé. Deje de sentir desde hace unos momentos, cuando las risas se volvieron lágrimas y las charlas animadas se volvieron gritos ensordecedores. El reloj marca las siete y media de la noche, hace una hora que estamos aquí, hace una hora que he visto el palillo grande moverse, hace una hora que llevo contando las lámparas que se reflejan en el piso de cerámica y parecen no ser suficientes para distraer a mi mente de la horrible escena que nos trajo a esto.

Solo silencio.

Nadie sabe qué decir, somos un monto de personas vagando en mundos diferentes, buscando esa luz que nos saque de esta sombría oscuridad.

Desde chiquita he aborrecido los hospitales, nada bueno sale de ellos, no hay felicidad plena, solo caras largas y depresión; solo se visita cuando te sientes mal o tuviste algún accidente, es por eso que estos lugares siempre están cargado de energías negativas, nada bueno sale cuando vienes a un hospital y con nada bueno quedas cuando sales de ellos. Es por eso que me siento ahogada entre sus paredes, como si en cualquier momento se fuesen a cerrar dejándome sumida entre ellas. Solo hace que entre en pánico.

¿Quiero llorar? No lo sé.

¿Quiero gritar? No lo se

Estoy... ¿Cómo estoy? Tampoco lo sé.

Solo quisiera cerrar los ojos y pensar que todo esto forma parte de una horrible pesadilla y en cualquier momento abriré los ojos regresándome a la realidad donde todo estaba bien. Hasta hace unas horas ¿Cómo es posible que todo se puede derrumbar en cuestión de segundo? La felicidad solo dura un momento, lo tienes y al otro ya no, se esfuma como pequeños dientes de león al ser tocados por el viento. Y acaba tan rápido que ni siquiera te das cuenta cuando fue que todo empezó, la felicidad fue sustituida por la tristeza. Y así estamos, todos sumidos en una profunda desesperación, buscando una señal, en la espera de una respuesta que regrese la calma a nuestras almas.

¿Por qué tardan tanto? Fue solo un desmayo ¿no? Tal vez se golpeó muy fuerte la cabeza al caer y esa es la razón por la que no han salido a decirnos algo. Rezo para que sea eso, mi mente se rehúsa a pensar lo peor.

Aunque el que no haya despertado camino al hospital ya lo hace grave.

Todo paso muy rápido, en un momento estaba sobre sus piernas, riendo, como suele ser, como siempre es cada vez que estoy con él y en un abrir y cerrar de ojos todos se volvió un huracán de gritos que nos llevó a esto.

Esta soy yoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz