Anne y Carol

112 7 7
                                    


Vaya título, pero es lo que mejor puede recordar nuestra detective ¿no? Después de haber pasado buenos días con ellas, y decídme querido/a lector/a, que ya no estén no significa que no puedan hacer presencia ¿verdad?

Jenny suda cada noche por recuerdos dolorosos, no todas las noches son iguales, claro. Y no suda por el clima necesariamente, podría ser que alguna vez hayas experimentado cómo una situación está tan presente que alborota todo tu cuerpo y aunque no lleguen a sudar te llega a mortificar intensamente.

Qué podría hacer nuestra Jenny para escapar de su pasado, cuando cinco muertes han pasado a través de sus ojos y que decir además de que cuán trágico puede ser para una persona el fallecimiento de sus seres queridos... Porque, ¿quién podría realmente experimentar algo así tantas veces?

Dirías que nadie, el hecho de que no conozcas a alguien no significa que no suceda. Como seres humanos que somos muchos toman la decisión que les lleva a ser "personas frías" y se siente importantes por ello; "He sufrido tanto y he dejado de amar". Sin embargo Jenny no es así. Muchas veces elegimos lo que nos sucede aunque eso es entrar en otro tema. Jenny no quiere dejar de amar, ella quiere que quienes la rodean dejen de morir, pero cuán viva es al querer eso y haber elegido un trabajo como el que tiene ¿eh?

Tanto trabajo en Phoenix la deja cansada, sobre todo al caer la noche y peor aún cuando le llaman tarde y todavía debe atrapar a unos cuantos malhechores. Cae rendida después de cenar y tomar un baño, esto último para dormir mejor.

~
-Maldita sea Jenny, hasta que te encuentro -abre la puerta después de unos golpes tan fuertes-. Todos te mintieron, tenía que esperar a recuperarme para venir a buscarte, obligué a Betsy a que me diera tú dirección, lamento llegar a esta hora.
-Anne, entra. No... Puedo creerlo... Estas semanas había creído..
-Estoy viva jenny, ¡tócame!
-¡Anne!
-Me hirió mucho, pero sigo viva, me dieron sangre...

Nuestra detective se tira a sus pies sollozando sin parar. Anne se agacha para ayudarle a pararse.

-Siempre quise hacer esto, y no sabes cuánto -deposita un beso en los labios de Jenny.

Le saben a sal debido a sus propias lágrimas y de igual manera sintió la suavidad de los labios de Anne. Anne limpia las lágrimas de los ojos de Jenny. Ambas van a la sala.

-No quiero hacer otra cosa que estar en tus brazos Anne. No me dejes por favor.
-Ven, siéntate, He venido de tan lejos... ¿Estás feliz aquí? ¿cómo es tu trabajo?
-Odio estar aquí, te extraño tanto como no tienes idea -dice Jenny sin dejar de llorar.
-Tranquila -acaricia su cabeza.
-Anne, vámonos de aquí, trabajemos de otra cosa, seamos felices juntas, nada importará si estoy contigo.
-Alguien te marca, ¿no piensas responder?
-No me interesa quien sea.
-El sonido es molesto, responde ya.
-Está bien. ¿Diga?
-Jenny, lamento no haber respondido a tus llamadas, tenía miedo del asesino, tenía miedo de que me dejaras por ser prostituta. Perdóname por favor, ¿podemos vernos pronto? Te necesito ahora... Necesito explicarte todo.
-Así que siempre fue ella ¿no?
-¿Qué? Anne espera...
-No, anda, ella "te necesita".
-Anne... Yo...
-Por ella nunca me hacías caso.
-Espera Anne... Ni siquiera, yo tenía... Fue hace poco...
-¿Jenny sigues ahí?
-Anda, responde que te llama.
-Anne, deja que te explique ¿si?
-No tienes nada que explicarme, lárgate con ella, por eso jamás me aceptaste.
-Anne... -dice con la cabeza baja y sollozando, toma aire y vuelve a hablar-, Anne, es que yo jamás te conté sobre ella, ni te diste cuenta jamás... ¿Cómo es esto posible?

Ring, ring...

-Te está llamando de nuevo -dice Anne.

Ring, ring...

-¿No piensas responder? -le insiste.

Ring ring...

-¡Responde Jenny!
~

-¡Rayos! -despierta Jenny asustada.
Maldito teléfono.
-Jenny, mi vida.
-Eres tú, ¿qué quieres?
-Disculpe usted, ¿acaso esperabas a alguien más?
-Me acabas de despertar de un hermoso sueño, o de una horrible pesadilla... -se queda pensando Jenny.
-Entonces te he salvado la vida, pudiste haber muerto ¿sabes?... Casi no respondes mis llamadas Jenny.
-¿Que quieres Ed? Te dije que necesito tiempo, ¿es difícil entender eso?
-No, sólo quería saber cómo ibas en tu trabajo, en tu nueva casa y esas cosas, es lo que un buen amigo debe hacer, preocuparse por su mejor amiga.
-Gracias Ed, en resumen, todo es horrible.
-Ya casi se cumplen los tres meses.
-No te emociones, falta más de la mitad.
-Pronto estaré ahí... Por cierto, hay algo que quiero contarte, estoy muy, muy emocionado.
-Soy toda oídos.
-Estoy conociendo a Carl -se nota una gran emoción en su voz.
-¿Estás loco? Bueno, al caso, eres tú.
-¿Qué tiene de malo? Era tu jefe...
-Nada, sólo equis con él, te deseo mucha suerte.
-Te estás despidiendo...
-Ya es tarde y quiero dormir, el trabajo ha sido demandante.
-Entonces el sueño era bueno eh...
-Si, seguro que si. Pásala bien Ed, yo regresaré con mis demonios.
-Hasta pronto Jenny, te quiero.

Nuestra detective le cuelga. Está claro que no dormirá en toda la noche, apenas había pasado poco de que Jenny se había quedado dormida hasta que la despertó Edmundo y es muy temprano aún. Se pregunta si será bueno comprar un televisor para eso del insomnio, se queda pensativa mirando el techo del cuarto...

Delito no evidenteWhere stories live. Discover now