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Tocan la puerta y nuestra detective se apura por abrir.

-Hola, me han dicho que te sentías enferma y que no irías al trabajo así es que quise pasar a ver en qué podía ayudarte.
-No tenías porqué venir Anne, no estoy enferma y no necesito ayuda de nadie.
-Si lo sé, lo has demostrado muchas veces pero de verdad creí que habías enfermado... Hueles a, cerveza, ¿tomaste? Ayer intentaba comunicarme contigo pero ahora veo que más bien me ignoraste.
-Si bueno, estaba ocupada. Estaba con mi doctor, salimos a comer.
-Claro y por eso el hedor a alcohol.
-Ya esta bien, ya me baño. Cuando te retires ciertas la puerta por favor.

La manera en que Jenny le habla a Anne hace que ésta se retire sin decir más. Apenas si pasan diez minutos cuando vuelven a tocar la puerta.

-Rayos, si le dije que se retirara.

Al abrir la puerta nuestra agente se da cuenta que no es Anne sino Carol quien ha dado fácilmente al departamento.

-Hola, estoy a punto de bañarme, ¿te molesta si te dejo para asearme?
-No, adelante, de haber sabido llegaba un poco más tarde.
-Claro, si yo no creí que llegarías tan pronto. Ya vuelvo.

La invitada se pone cómoda mientras la anfitriona se da su baño. A los cinco minutos se levanta del sillón y comienza a caminar por el pasillo del departamento, observa también la sala, los gustos de Jenny le parecen interesantes. Unas pinturas tan extrañas para ella, sin sentido. La damisela comienza a aburrirse, también se pone cada vez más nerviosa mientras pasan los segundos, se preocupa.

-Listo, ¿me tardé?
-No, está bien.
-Te ves nerviosa.
-Si bueno, no acostumbro a entablar relaciones con policías.
-Claro. Dime, la verdad que no me interesa lo que pasó esa noche, pero me supongo que por eso estás aquí.
-No, para nada, te equivocas. No vengo por tus servicios policíacos.
-Me parece perfecto porque hoy no laboro.
-¿Te mandas tú sola?
-Exacto - le dice nuestra detective.
-Dime, ¿qué estudias?
-Si, seguramente sabes, no a todos la vida nos trata bien.
-Explícate -le incita Jenny.
-Creí que hoy no laborabas -le reprocha ante su comenzado interrogatorio.

Jenny se da cuenta que su lenguaje corporal ha hablado pues se ha sentado en el sillón como psicólogo con su paciente valorando una situación, por lo cual se relaja y se acomoda mejor, eso le da confianza a la invitada para hablar.

-Sabes, soy muy directa al hablar.
-Perfecto, pues yo también -interrumpe Jenny.
-Por inteligencia no debo involucrarme emocionalmente con nadie.
-Pues vaya que vas fallando.
-¿Qué? -se sorprende la damisela.
-Que a mi me suena a declaración.
-Después de todo no eres tan agradable.
-No pretendo serlo.
-¿Siempre eres así?
-Depende. Puedes venir cuando gustes a tomar otra taza de café para comprobarlo, hablando de eso... ¿Vienes?

Ambas se dirigen ahora a la cocina, la invitada sigue con nerviosismo a Jenny, la situación le incomoda, es ahora que desearía no sentirse como se siente.

-Sabes, no muerdo.

Le dice Jenny acercándole la taza de café, se acerca demasiado, tanto que la invitada tira por accidente la taza al suelo.

-¿Tanto así? Pero es que, no lo sé, es decir, eres una niña -sonríe Jenny por la situación.

Nuestra detective está frente a la invitada, acorralándola contra la barra de la cocina, se le acerca demasiado, para que sus cuerpos se junten. Nuestra detective se toma la taza de café de un sólo sorbo, deja la taza de lado.

-Pero no importa, has venido a buscarme -le dice susurrándole al oído.
-Se supone que sea yo..., quien esté provocando... Cosas en ti -traga saliva.
-Pues ya ves que no. La experiencia siempre gana.
-Tengo más experiencia que tú.
-Ja, quiero verlo.

Jenny no se hace esperar, toma con ambas manos la cintura de la chica obligándo a chocar ambos cuerpos, la besa con fuerza, sin delicadeza pero con deseo. Jenny no comprende cómo rayos es que ha sentido eso pero se abandona al placer.

-Espera, espera.

La chica hace una pausa para tomar aire, está jadeando. Pone su mano en el pecho de nuestra agente para alejarla un poco.

-Me has dicho que eres mayor de edad, ¿acaso que tienes miedo?
-No es eso, ni siquiera sabes quién soy.
-Tú tampoco sabes quién soy y estás aquí. Te has arriesgado demasiado.
-No temo a nada.
-Claro, como aquél tipo que intentó hacerte daño, tampoco le temías.
-Creo que la que quiere hablar de eso eres tú.
-Checa lo poco que me importa.

Nuestra detective toma ahora con más fuerza a su invitada, la despoja de sus ropas aún ahí en la cocina, le da muy poco tiempo para respirar, lo que más le gusta a Jenny es tener poder sobre ella pues ésta tiembla ante sus caricias, tener esa sensación al momento de chocar su cuerpo contra el de ella, tan joven, tan fresco, le hace sentir viva. Jenny se da cuenta que los besos no le gustan necesariamente a su invitada y es por ello que la besa aún con más fuerza. La arrastra hasta su cama, donde planea hacer de la niña lo que quiera, cuando llega cae sobre ella, pero poco a poco se da cuenta que no es así, pues su invitada es quien se apodera totalmente del momento. Carol es quien, en la propia cama de Jenny, hace de Jenny lo que quiere.

Delito no evidenteTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang