Recuerdos

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Jenny conducía a toda prisa pasando altos en los semáforos y esquivando carros en las avenidas.

—Jenny nos vas a matar.
—Al único que mataré es a Carl si no encuentro a Ed.
—Maneja con cuidado por favor —dice Norris aterrada sujetándose como puede.

¿Ryan? Soy Jenny tengo un problema y te necesito...

—Es un perro maldito, dejó el caso con facilidad y no tuvo reacciones emocionales sobre el caso ni lo que pasó con...

—Tiene a mi mejor amigo Edmundo...

—Le instalé un chip al auto por algún contratiempo, no iba a quedarme de brazos cruzados luego de perder a Andy. He investigado un poco y...

—¡Jenny cuidado!

Esquiva un ciclista y frena a un metro del semáforo. Ambas están pasmadas.

—¡Rayos Jenny! Baja del puto auto.

Norris la obliga a pasar al asiento del copiloto para evitar que nuestra detective las mate. Se quedan quietas por unos momentos.

—Ahora dime adónde vamos —expresa Norris luego de un rato ya más relajada.
—Hacia el norte a Summerlin.

Durante el trayecto ambas van calladas y nuestra detective se nota muy ansiosa, varias veces Norris procura sacarla de sus pensamientos. Estaciona el auto a unas cuadras del lugar de manera que el auto quede lejos y avanzan con sigilo, con una lámpara en la mano y su arma en la otra, caminan hasta donde les marca la ubicación del chip.

—Buenas noches, ¿interrumpo algo?
—Jenny... Que sorpresa.
—Ahora si suenas sorprendido, ahora da la vuelta despacio y las manos arriba.
—En realidad en el fondo te esperaba.

Ambas lámparas apuntan a Carl quien se nota ya irritado por ser descubierto. La vuelta resulta más lenta de lo normal y en la mano tiene una mascada que olía con arrebato cuando fue descubierto por las detectives, entonces Norris prende el interruptor que ilumina el almacén.

—¿Qué estabas haciendo con eso? Y... ¿Qué demonios es todo esto?

Ambas detectives están sorprendidas lo que aumenta el ego de Carl.

—Bienvenidas a mi hogar.
—No te he dado permiso para hablar —ataca Jenny—, ¿dónde está Edmundo?
—No está aquí obviamente —se burla Carl mirando a su alrededor—. Te dije que no estaba conmigo, no me creíste...
—¿Crees que estoy jugando? Norris desármalo.
—Debí deshacerme de ti cuando pude.

Carl no hace mucho por defenderse y Norris le quita con facilidad su arma y revisa que no tenga ningún otro tipo de arma.

—Te lo preguntaré de nuevo, ¿dónde está Edmundo?

—Me encontraste Jenny así que no puedo dejar que salgan vivas de aquí.
—Te apunto con un arma, idiota. ¿Dónde está Edmundo?
—Se ha escondido, dijo que no quería volver a verte, así como lo hicieron Anne y...

Jenny gruñe y se lanza contra Carl, éste se vuelve hacia atrás y cubre su cara pero Jenny le golpea con el arma al estómago tirándolo al instante y dejándolo sin aire, entonces le da un rodillazo a la mandíbula y Norris la toma por detrás mientras Carl cae de espaldas, el mareo no le impide reír para hacerla enojar más. Se arrastra hasta una mesa y se sujeta para levantarse.

—¡Dónde está Edmundo! —grita Jenny con fuerza.
—Hay cosas más importantes —articula con dificultad Carl—, como la muerte de Anne, ¿quieres saber qué pasó?
—Sólo te está provocando Jenny.
—Mientras veníamos aún quería convencerme que estabas cubriendo al asesino, quería creer que no eras tú.

Delito no evidenteOnde histórias criam vida. Descubra agora