Con cuidado

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-Buen día señoritas.
-Buen día -le responde Norris.
-Que maldita costumbre por saludar siempre -se jacta Jenny en tono inaudible.
-Hay trabajo nenas, un par de idiotas acaban de asaltar una licorería hace quince minutos, les será fácil atraparlos.
-Jefe, en realidad son hermanos, los hermanos Kyle ya con muchos antecedentes. Me acaban de informar que van por Road street hacia el noroeste -le dice a James.
-No, en realidad debemos darnos prisa, ya están en una casa con cinco rehenes, los vecinos han escuchado gritos y han pedido ayuda, se encuentran en un suburbio de gente adinerada -interrumpe Sean dándole un par de archivos a James.
-Perfecto, déjenoslo a nosotras jefe -pide con ahínco Jenny.
-¿Cómo rayos llegaron ahí? -se asombra el jefe-. Está bien, rápido, no quiero heridos.

Todos se dirigen a la casa donde están los secuestradores con los rehenes, Jenny está excitada por el caso del día. Es algo que puede llevarla al hospital o aún peor, pero el dolor físico comienza a darle sentido a su vida. Es una idea desagradable pero a Jenny no le importa. Varias veces ha pensado en morir. Cree que todos han sido tan egoístas como para irse y dejarla que siente que debe hacer lo mismo. Nunca se ha preguntado sobre la vida más allá de la muerte pero imagina que sea lo que sea que haya después, tiene que ser mejor que la vida que está teniendo.

-Jenny reacciona, ¿en qué tanto piensas?
-En nada, vamos -se excusa ante Norris.

Ambas suben al carro. Se dirigen a la dirección que les han dado.
Llegan al lugar, hay varias patrullas, una ambulancia y bomberos en la calle por cualquier emergencia.
Se topan con un escuadrón de negociadores.

-¿Qué sucede pregunta Jenny?
-Los negociadores se encargarán de sacar a los rehenes -explica Sean quien llegó primero que ellas.
-Este par de hermanos nunca había cometido ningún delito mayor que el de robar autos, asaltar personas y locales comerciales -les explica Freddy.
-¿Eso qué significa?
-Que con armas en mano y alcohol cometerán una gran estupidez Norris.
-El escuadrón cubrirá la casa, nosotros estaremos detrás de ellos, entraran los negociadores de rehenes para sacarlos sanos de ahí.
-Para esto vine -se enfurece nuestra detective.
-Cálmate Jenny.

Se oye un par de disparos antes de que puedan hacer algo. Una explosión retumba dentro de la casa, sale fuego y los bomberos se preparan para entrar, el escuadrón entra con sus armas en mano. Jenny por otro lado corre por el patio trasero para evitar que los malos escapen.
Una bomba casera estalló en la cocina. Los rehenes están dispersos por toda la casa atados para tener tiempo de escapar. Jenny alcanza a ver a uno de ellos cómo sale corriendo con arma en mano por lo cual prepara la suya y se detiene en su andar. Él intenta cruzar la valla y ella apunta a su pie para disparar, está a la altura de la puerta trasera y el segundo tipo sale de golpe chocando contra ella a lo cual ambos caen.
El hermano que brincó la valla está cubriéndose y dispara a nuestra detective. Por suerte falla y la bala cae cerca de la cabeza, Jenny se cubre ante el impacto y llega pronto Norris en su ayuda quien dispara hacia la valla. Mientras tanto el hermano que chocó y cayó se apresura levantándose rápidamente sin preocuparse por tomar su pistola y corre cuanto puede pero de nada le sirve pues Jenny se le va encima volviendo a caer ambos. Toma su cabeza y la golpea contra el pasto para aturdirlo y poder esposarlo rápido. En esos momentos el hermano de la valla y Norris disparan entre sí. Al ver cómo arrestan al que cayó al suelo el otro se echa a correr sin lograr escapar pues Sean al percatarse de los disparos va a interceptar a los malos, taclea al segundo hermano cayendo los dos y realizando la misma operación de Jenny. Los llevan a las patruyas. James ya está en la escena. Meten a los hermanos. James reprende a Jenny por su impulsividad.

-Vamos jefe. Nuestra misión eran los rehenes, no los secuestradores. Se hubieran escapado de no haber sido por su grupo de oficiales -agrega uno del escuadrón.

James no dice nada más, observa a su equipo con detenimiento y les da el resto del día libre. Aclara que a menos que se presente alguna emergencia no se les molestará.

-Deberías ir al doctor -le susurra Norris a Jenny.
-No fue nada, sólo me duele un poco.
-El caída ha de haber sido fuerte para que hagas esos gestos de dolor. Tienes que ir.
-¡Que no es nada! Además no hago gestos.
-Está bien sube, te llevo a casa.
-Yo puedo irme sola.
-No puedes manejar así. Anda sube.

Jenny sabe que no tiene opción y sube como copiloto al auto.
Al entrar Norris arranca rápido.

-¿Llevas prisa? -se sorprende Jenny.

Norris llega rápido a un semáforo y se detiene al ver el rojo. Pone una mano en la parte trasera del hombro de nuestra detective y con la otra mano golpea fuertemente aplicando mucha fuerza y dislocándole el hombro a Jenny a lo cual ésta grita de dolor.

-Sí, llevo prisa, debo llevarte al doctor.
-Eres una m-maldtia -apenas el dolor deja hablar a nuestra detective.
-Un poco de incapacidad no te vendrá mal -es todo lo que responde.

Delito no evidenteWhere stories live. Discover now