Reuniones

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Ya una vez salido el sol Ed se prepara para ir al trabajo así que llama a Jenny para desayunar, luego de unos momentos se decide a tocar su puerta, tampoco responde y entra al cuarto, no hay nadie y se dispone a llamarla cuando ve una nota encima de la almohada:
"Llego más tarde seré puntual lo prometo, te quiero".

—Jenny más te vale que no me falles, esto es importante —lo dice en voz alta para no caer en la desesperación.

A unos cuantos kilómetros en un restaurante...

—¿Por qué querías verme con tanta urgencia? Sólo dispongo de dos horas.
—Es suficiente no te preocupes. Soy la mejor amiga de Edmundo.
—Lo sé, me habló de ti en varias ocasiones.
—Bien, quiero saber por qué terminaron.

Dan traga saliva y luego de un momento incómodo llama al mesero para que tome la orden. Así se pasan las dos horas, entre preguntas incómodas y respuestas sin mucho sentido...

—Entonces, ¿te dijo por llamada que eras muy femenino para él y terminaron?
—Eso me dijo, pero no fue suficiente para mí pues yo en verdad lo quería mucho.
—¿Entonces?
—Le pedí que me lo dijera a la cara y así nos citamos en un bar. Dos horas antes de verlo al volver de la tienda un tipo me acorraló en la esquina de la calle. Me dijo que era el nuevo novio de Ed y que no me entrometiera en el amor de ambos o yo la iba a pagar, algo así. Por eso cuando me ví con Ed no cuestioné más y sólo bebí a embriagarme para luego volver a casa.
—Ése maldito infeliz.
—Creí que era de esos tipos mega celosos y decidí cortar todo contacto con Ed, por la seguridad de él y la mía. Si Ed quería tener por novio a un hombre así era su problema.
—Dan, necesito que me ayudes. Es una relación fingida.
—¿De qué hablas? —pregunta Dan extrañado.
—El hombre que te amenazó no es gay.
—¡Qué!
—Está utilizando a Edmundo y voy a descubrir para qué.
—¿Bromeas?
—¿Vas al trabajo ahora?
—No, hoy descanso sólo voy a otra cita.
—Necesito que canceles, la vida de Ed puede estar en peligro. O la mía...

Luego del almuerzo Dan se queda con nuestra detective hasta ya muy entrada la noche. La acompaña en sus travesías para un caso muerto.
Y al final terminan en un bar. Nuestra detective tiene ya muchas llamadas perdidas de Edmundo, el cual más que preocupado está ansioso por su compromiso. Está tan nervioso que no puede ni enojarse con Jenny, si tan sólo ella apareciera...
Nuestra detective ha puesto el celular en silencio a propósito.
Llaman a la puerta y Edmundo ya ansioso reza porque no sea Carl.

—Hola Ed, que guapo estás.
—Gracias amor, pasa.
—¿Te encuentras bien?
—Si es que Jenny salió y viene con un poco de retraso.
—Tranquilo, ya verás que todo saldrá bien. Es raro verla después de tanto tiempo y luego de todo lo que pasó.
—Ya te dije, tuvo un accidente en el trabajo y le dieron incapacidad.
—Lo sé pero igual me sorprende.

Edmundo no le contó de la primera impresión que tuvo Jenny al contarle lo de ambos y es eso lo que lo tiene mal.
Media hora después tocan a la puerta.

—Por Dios Jenny, ¡qué rayos te pasa!
—Ed... Ed... Ed —dice nuestra detective intentando no caer.
—¡Estás ebria!
—Sssssii —dice para luego soltarse a reír.
—Vamos, te llevaré a que te bañes.
—Mejor deja que duerma y que mañana se bañe a primera hora —recomienda Carl.
—En verdad lo siento amor.
—Tranquilo, ya será otro día, ¿quieres que te ayude?
—No, yo puedo con ella.

Edmundo lleva a Jenny a su cama y le reclama su estado entre otras cosas que ella no recordará al día siguiente. Al terminar de ver que todo está bien con Jenny, vuelve con Carl.

—Aún podemos cenar nosotros dos.

Se oye a lo lejos cómo Jenny vomita mucho.

—Mejor si le das un baño, no sea que se ahogue en vómito.
—Si, ¿nos vemos mañana?
—Hasta mañana —se despide Carl.

Edmundo se despide con tristeza de Carl y vuelve a disculparse. Cierra la puerta y acude pronto en ayuda con nuestra detective.

Delito no evidenteWhere stories live. Discover now