Settle Down |Malec-AU|

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Capítulos intercalados de la vida Magnus a la de Alec o de Alec a Magnus. :3

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La vida para Alexander Gideon Lightwood no era fácil como la mayoría de personas pensaba. Al tenerlo todo pero a la misma nada era lo mas difícil.

La ausencia de su padre para con él y sus hermanos era absurdo. La falta de cariño (aunque no tanta) era simplemente una burrada.

Tenia todo, y con todo él se refiere a su hermana Isabelle, su pequeño hermano Max y... Jonathan.

Jonathan llego un día cualquiera (un tarde de Marzo, si llegaba a hacer buena memoria) a su familia. Era un niño delgado y de una combinación de ojos entre celestes y cafés. La combinación perfecta. En ese entonces.

Quedó maravillado. Encantado que al ser un niño (un año menor que él) fuera tan alto (dos centímetros mas que Alec quien tena doce en ese entonces).

Aunque el niño (Jonathan, Alec, Jonathan) que vino un día cualquiera a su vida, y la de su familia fue extraño y raro. Nunca supo que había pasado para que el menor de los Wayland estuviera sentado en su sofá de su sala en aquella casa de verano donde solía vivir con sus padres.

Cuando aun había comunicación y paz.

Pero aquello no venia al cabo. Ningún tema casi nunca venia acompañado con Jonathan, ya que casi siempre Alec se la pasaba hablando de él. Como una adolescente. Y a su hermana le valía un cuerno. A menos que sea otro tema menos Jonathan.

Además, nunca se pregunto el porque de su aparición allí aquella tarde de Marzo y cuando tuvo la edad suficiente para hacerlo jamas lo hizo por respeto a Jonathan y su familia.

Su hermana Isabelle cuando vio a Jace, como solía decirle su madre Maryse, lo saludo con toda la familiaridad del mundo, y el niño (¡Jace!) había cedido encantado de la efusividad de su hermana. Mientras él... Bueno él se quedó callado y observando en silencio, siendo la sombra de su hermana. Una vez más.

Mas eso no le molestaba, en lo absoluto.

Que notaran mas a su hermana menor que resaltaba por su belleza y elegancia con sus brillantes ojos negros llenos de astucia te envolvían rápidamente y sin aviso. Como el mas mortal de los látigos y la más suave de las plumas. Tanto que Alec terminaba siendo el pequeño niño de cabellos tan negros como el de su madre y ojos aun mas claros que el de su padre, que amaba leer y encerrarse en su cuarto un día de lluvia escuchando su musica. Además de algo torpe pero sin llegar a ser un tonto. Con cariño.

Por supuesto que eso no le molestaba. Solo le incomodaba. Solo un poco.

Todo eso fue hasta que llego Jace quien evitó que volviera a ser la sombra de Isabelle, llevándolo a todas partes que iba y enseñándole a luchar lo que su padre, Michael Wayland, le llegó a enseñar. Con el paso del tiempo fueron volviéndose mas unidos, casi hermanos de verdad. Pero eso, no evito que Alec llegara a ser la sombra de Jace. Incluso por voluntad propia.

Alexander Lightwood, primogénito del gran empresario Robert Lightwood en Nueva York, alto, delgado y... Lindo (por lo endemoniadamente tierno que llegaba a ser sin proponérselo) llego a gustar de alguien mas que no fuera su familia o parientes cercanos (como los Branwell o los Penhallow).