Settle Down |Malec-AU|

•XXIX•

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—¿Sabes? Siempre creí que aquel vacío que sentía era por la partida de Camille o Imasu jamás creí por alguien a quien en realidad no conocía.

—Técnicamente lo sabías.

—No, Ragnor, no lo sabía. O si lo sabía, mi propia madre —. La palabra de la boca de Magnus salio algo dificultosa —. Me los quito.

—Mags, fue por una buena razón... De no haber sido así tú...

—Ya se, habría muerto de pena pero ¿Quitarme los recuerdos?

—Era lo mejor.

Magnus solo refunfuño, apartando la vista de los ojos oscuros de su compañero. Había pasado todo el día desde anoche hasta ahora, casi anocheciendo con la vista en su gran ventanal al puente de Brooklyn iluminado por las luces instaladas y los faros de los coches, el sonido de los autos mas el de la misma calle de una u otra manera lo llego a calmar.

—Es imposible que se pareciese tanto a Alexander... ¡Son prácticamente iguales!

—Pero...

—Pero Brayton no es mi Alexander.

Ragnor solo sonrió. Chasqueo los dedos y una mesa grande apareció y encima de ella, las muchas cosas que Ragnor oculto de Magnus referente a Imasu, de Camille o de hasta Brayton, Magnus se levanto de su sitio del sillón, aun con unos pantalones de buzo y la camiseta negra de Alexander empapada en algunas lágrimas traicioneras:—.¿Qué es esto?

—Son algunas cosillas, ya sabes, tanto de personas que conociste como que no...

Con sus manos algo frías, Magnus toco una especie de guitarra pequeña, un charango para ser mas específicos. Con algo de memoria, Magnus deslizó sus dedos por las cuerdas sacando diferentes tipos de sonido que hizo que Ragnor lanzara un quejido en protesta.

—No, por favor. Te ruego que no lo toques. Cuidarte ya me dio demasiado dolor de cabeza —. Añadió en broma, Magnus volvió a si haciendo en el sillón de terciopelo negro. Ragnor con ambas piernas en el aire y en postura relajada y natural.

—Imasu lo tocaba tan bien... En ambos sentidos —. Ragnor hizo una mueca de asco, para después alzar los hombros, al final, él hacia lo mismo con Raphael —. Tal vez Camille tiene razón, hasta Brayton.

—¿Brayton? ¿Porqué él? —. Ragnor se enderezó en su sitio mirándolo dubitativo. Magnus tomo su respiro.

—Hubo algo que él me dijo antes de partir a la guerra, él ya había sido dominado y es por esa razón que me lo dijo... Yo jamás te quise, eras interesante en un principio y fue divertido Magnus, lo admito y también admito que extrañare cuando me rogabas por quedarme pero Magnus, ambos sabíamos que esto no duraría y la verdad, no esperaba tanto de ti pero al saber que fui, soy y seré tu primer amor para siempre puedo irme tranquilamente y ten la certeza de esto: tú nunca fuiste mi primer amor... —. Magnus lo dijo al pie de la letra, observo con el rostro del brujo cambiaba de la sorpresa, a la incredulidad y por último al enojo.

—¡Que malnacido!

Magnus lanzo una risa triste, era cierto aquello que Brayton soltó más un beso hipócrita de su parte e irse caminando burlón hacia un camión de guerra que lo esperaba y despedirse con sarcasmo, lo odio por un tiempo pero su amor fue más y su muerte, lo termino por derrumbar. No recordaba como así Ishtar lo había encontrado y quitado de él todo recuerdo doloroso.