•XXV•

2.3K 210 49
                                    

Actualización sorpresa por ser tan majos. ❤ :v

----------★----------

–La ceremonia de compromiso será hoy por la noche, vendrán los de la Clave, y familiares a festejar este hermoso evento.

Alexander sentía ganas de golpearlo, lo suficientemente para que lo mandará al hospital por lo menos, toda la vida. O mucho peor. Pero no podía, veía a su padre delante de él de espaldas, tenso y pálido, sus ojos azules al igual que los de él daban un aviso callado de que se callará pero Henry era imposible. Sus ojos verdes emitían un brillo encargados de enviar un escalofrío por toda la espina dorsal expandiéndose por su cuerpo del Lightwood, y también, de su padre. Recto como un tronco y tenso.

–Si –. Respondió Robert, al cabo de unos minutos y un bufido aburrido de Henry –. Ya esta casi listo.

Alexander sintió ganas de zarandearlo. Aunque ni él sabia el porque de querer hacerlo, él mismo quería zarandearse y de ser posible, tirarse desde el piso mas alto para que su cabeza funcionará y evitara todo esto.

Y ahora que lo pensaba, caminando por el gran salón de un local, todo decorado y elegante, Alexander Gideon Lightwood sintió que no era tan mala idea.

–¿Que opinas, Alexander? –. La melodiosa voz de Henry lo saco de sus pensamientos y con su rostro demostró que no tenia idea de que hablaba. Henry fruncio el ceño en enojo y frustración –. ¿No escuchaste nada, verdad?

Sintió la mirada azulada de su padre en él:–. Absolutamente nada –. Y una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

Tal vez, Alec, unos días después de aceptar el compromiso y que su padre le dijera todo aun seguiría enojado pero ya no tanto, su padre no tenía la culpa —salvo por también ceder a Henry— de todo lo que pasaba, y ahora él se sentía solo. Se enojo con su hermana, si, a Jace también, ¿Como no hacerlo? También lo hizo. Pero el único culpable aquí era él, él y su maldito orgullo.

Mientras ambos padres hablaban no prestaron atención cuando la puerta de doble entrada de caoba pintado exquisitamente de blanco y detalles dorados se abrió, mostrando a la única hija de Branwell, Lydia.

Y Alec también sintió ganas de zarandearla, a todos en realidad. Sentimiento que aumento mas a ver el rostro sonrosado de Lydia, sus azules ojos observando toda la estancia, como una princesa en un cuento de hadas.

Y Alexander se sintió mal, Lydia lo sabía, sabia que Alexander tenía cierta tendencia a mirar hacia otro lado, pero no tendría de que preocuparse de que mirase a otras mujeres, ya que miraría a los de su mismo sexo, uno solo que tenia nombre y apellido.

Sintió el pesar de lleno en él, hubiera deseado que aquel ser vivo que lo ataba con fuerza llevara su apellido. Lightwood-Ba...

Sabes que aun puedes...

La voz masculina, rasposa y cansada, resonó en su cabeza, aun sin apartar la mirada de Lydia, detrás de ella, vio a un hombre trajeado en blanco, con una corona de espinas rojas alrededor de su frente, y Alec se río un poco por el parecido a la corona de espinas de Dios. Dejo de reír.

Ojos oro verdoso lo miraba con determinación, y algo de suplica. Se desviaron a su lado y Alec lo siguió, miraba a Lydia con pena y después hacia el otro que Alexander vio, donde estaban su padre y Branwell que le devolvía la mirada cargada de pánico y enojo hasta donde estaba el hombre.

Settle Down |Malec-AU|Where stories live. Discover now