•XVI•

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No supo definitivamente como había logrado salir de su antigua casa, tomar a las justas su abrigo y salir corriendo ante los llamados desesperados de su padre y también los burlones de los de Henry.

Sus piernas lo llevaban a donde él creía en su subconsciente que era seguro por ahora, sabía que Magnus tal vez aun no estaría en el loft por lo tanto no tenia apuro, pero si tenia apuro en refugiarse en un lugar normal y respirar tranquilo. Aunque sea por un par de horas.

Sentía algo cálido correr por su rostro y algo salado en sus labios, estaba llorando. Aun sin quererlo.

Cuando al fin se detuvo, sus piernas no daban para mas que termino cayendo de rodillas al suelo y sintió la yerba en sus manos, levanto los ojos azules empapados encontrándose en medio de Central Park y sintió seguro.

Sentía el aire llegar a sus pulmones con algo de dolor por el frío que empezaba a dar y se quedo allí minutos o tal vez horas hasta que la oscuridad dio encima de él.

Por alguna extraña razón su móvil estaba sin batería y haciendo sonidos raros que le causaban escalofríos.

Levanto la mirada una vez más observamdo con admiración la luna llena en el cielo, probablemente ya era tarde pero Alec no sentía preocupación en ello. Se levanto del césped con tranquilidad y lanzándose uno que otro quejido por el adormecimiento de sus piernas; avanzo con lentitud hasta los limites del campo hasta que choco con algo. Algo que obviamente no estaba allí pero que le impedía salir.

– ¿Que demonios...?

Escucho algo parecidos a crujidos y algo romperse, Alec giro con lentitud encontrándose con una sonrisa amigable y unos ojos verdes. Sus ojos azules se abrieron con sorpresa al comprobar que era esa mujer, aquella mujer que al parecer lo empujo por un portal hasta su mundo causándole miedo. Alexander fruncio el ceño.

– Tú.

– Yo –. Su voz de escuchaba jovial, y mantenía aquel vestido en tonalidades blancas y grises con cola sobre el césped y sin preocuparse por que se ensuciara. Isabelle daría el grito al cielo por ello. Mostraba una gran sonrisa que lo llego a calmar, solo un poco –. Tuve que llamarte para que vengas.

– ¿Llamarme?

– Si, llamarte, Alexander –. Avanzo un poco y Alec por el repentino movimiento retrocedió topándose nuevamente con aquella pared invisible.

– ¿Porque no puedo salir?

– Estas en un bucle no te preocupes, no es nada malo. Ya veras que es divertido.

– ¿Un bucle? ¿Que es eso?

– Es un bucle de tiempo*, es temporal, solo por ahora –. Indico con un movimiento de cabeza que la siguiera a lo que Alec lo hizo algo cohibido.

– ¿De tiempo? O sea que ahora estoy atrapado. ¿Como puede ser eso divertido?

– Ya lo verás y es solo por ahora, después podrás regresar pero hay cosas que te quiero enseñar y dar razón de lo que te dijo tu Padre o intentar solucionar lo que ellos malograron –. Añadió con fastidio.

Alec freno su caminar de golpe mirándola enojado y decir:–. Si esto es obra de él, no quiero...

– Oh, Alec. Él no sabe que existo ni mucho menos lo que ahora te voy a enseñar... Me encanta esa chaqueta, descuida, ya regresaras con quien te la compro. ¿Magnus, verdad?

Settle Down |Malec-AU|Where stories live. Discover now