Settle Down |Malec-AU|

•XXI•

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Alexander se levanto del suelo una vez que todo había terminado. Observaba atónito como los ojos de Magnus pasaron de ser los que le habían causando miedo a volver a ser los marrones de siempre.

Y Alec se sintió engañado. Mas que nunca y no lo comparo siquiera con el engaño de sus padres. Y en la mente de Alexander ahora todo cobraba sentido con respecto a lo que Ishtar había dicho.

Alec intento en vano mantener la calma, tratando de controlar el temblor en su cuerpo, tratando de no seguir dando esa mirada de horror que probablemente estuviera reflejando ahora mismo.

Y observo con atención y pena con dolor cuando Magnus se quiso acercar a él dando Alexander un paso atrás inconsciente. Arrepintiéndose al instante cuando vio el dolor reflejada en los ojos de Magnus, pero simplemente no podía. No puede soportar el echo de que él se acercase. Era impensable.

Horrible.

Alec aspiro hondo, tratando de alejar sus pensamientos en vano, siendo imposibles. Tratando de mantener la imagen tierna de los ojos de Magnus y no eso. Siendo realmente difícil. La verdad estaba ante él, y no había nada que se impusiese a no verla.

Magnus sentía su garganta seca, su cuerpo ya tenía un imperceptible temblor, sus pies y cuerpo se quedaron estancados justo en el lugar donde quiso avanzar hacia Alec, a solo un par de metros de él pero que ahora mismo parecía que un océano los separaban.

Un océano de mentiras y verdades ocultas.

Magnus tranquilizo un poco su temblor, incapaz de decir algo hasta que Alexander hablo.

–¿Que es esto, Magnus?

El brujo callo, Alexander no lo soporto y sin esperar avanzo a grandes zancadas hasta el auto, entrando, prendiendolo y quedándose allí. Esperando.

Magnus lo entendió, por mas que Alec ahora estuviese confundido y engañado hasta la medula por él, no lo dejaría solo en el lugar que los habían atacado por mas que quisiese.

Magnus se tomo su tiempo, tenia dos opciones, dos trágicas opciones que ambas lo llevarían al sufrimiento y desilusión. Tenia para escapar, crear un portal fuera de aquí e irse, dejar todo atrás. Dejarlo atrás. O, simplemente subir al auto, sabiendo que una vez que lo haga no habría marcha atrás, sabiendo que una vez que llegara a Alec otra vez, su mirada de horror no desaparecería de él junto a las millones de preguntas que pudiese formular y la posible discusión que podría haber. Y no podía aguantar el peso de la mirada iracunda de Alec en él, sobretodo por su culpa.

Borrarle la memoria.

Volvería a ser todo tal y como era, mentiría de que Alec se quedo dormido plácidamente y que todo había sido un mal sueño.

Pero estaba harto. Harto de mentir y mentirse.

Subió al auto con tortuosa lentitud y el regreso a camino a casa nunca se le había echo tan corto y largo a la vez.

Alec bajo del auto y entro rápidamente al loft, Magnus aun sin su sabiduría de años logro saber el porque su novio había salido así de presuroso.