•VI•

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Los sueños que Alexander tenía desde ese entonces en la casa de Magnus se repetían con insistencia pero una en particular en la que lo llenaba de pavor y miedo al mismo tiempo, tanto así es la consternación de eso que ya ni se concentraba cuando su padre le hablaba, están presente jugando con Max mas su mente divagaba con miedo al recordar aquellos ojos.

La pesadilla se repetía constantemente incapaz de dejarlo descansar tranquilo por la noches, una y otra vez. Pero lo que mas le sorprendió es que cuando no tenia algún encuentro con Magnus en la cafetería o en otro lugar la pesadilla no aparecía en toda la noche, dejándolo dormir tranquilo evitando que Isabelle o Jace vinieran a ver por que tanto se quejaba.

Era en una cita donde pasaba el sueño, no recordaba que número o en donde es el lugar, solo ve a Magnus soltar chispas azules de sus manos y arrancar miembros de personas que él desconocía, botar a cada uno por el aire. Cuando todo acaba Alec se ve en el sueño tirado en el suelo con la manos raspadas, una mejilla roja y el labio roto recargándose en sus codos observando bien a Magnus aun con las llamas azules en sus manos voltear lentamente encarando a Alec con la cara manchada de gotas de sangre y los ojos amarillos verdosos mirándolo meditabundo y es ahí donde Alec echa a correr y lo hace hasta que alguien lo despierta a media madrugada para que después no vuelva a dormir.

En cada cita o salida que tuvo con Magnus, planeada o no, tenia la obligación, o tal vez no, de tomar una pastilla de dormir y estar lúcido al día siguiente.

Todo por que se dio cuenta de que lo ama, hace mas de un par de semanas confesándose a un adolorido Max.

...

- En serio, Alec. Tienes que dejarlo... -. Jace miraba a su hermano sentado en la cama con las manos en la cabeza respirando agitado.

Eran como las siete y tantos de la noche, Alec venía de tanto trabajo arduo con su universidad y su padre a una siesta matutina antes de cenar, Jace a las dos horas entro corriendo a la habitación de Alec a levantarlo y evitar que despierte a Max.

- Iré donde Max -. Dijo, su voz salio pastosa por el sueño embargado. Se levanto con lentitud restregandose los ojos en el camino hacia la puerta, palmeando el hombro de Jace antes de salir de la habitación.

(...)

- ¿Crees que debería decircelo primero?

Magnus se mordió el labio, Ragnor lo observaba con la cabeza ladeada, las piernas cruzadas y los brazos colgados del sillón personal.

- ¿Acerca de que quieres que sea tu novio o acerca de que eres un brujo que cada década se le da la regalada gana de cambiar su edad? -. Respondió Ragnor con sarcasmo, Magnus ladeó la cabeza sonriendo divertido.

- Lo segundo... -. Ragnor lo miro con los ojos abiertos por la sorpresa y antes de hablar gritándole a Magnus, este habló primero -. No me gusta eso de guardale secretos... Contigo lo puedo hacer -. Ragnor abrió la boca fingiéndose indignado -. Con Catarina a veces si es que no me pesca...

Ragnor guardo silencio, Presidente salto echándose cuan largo era en las piernas del brujo:

- Se lo dirás. Listo pero... ¿Que harás con el tema de la inmortalidad? -. Comento.

Magnus cerro los ojos con lentitud, había pensado ya varias veces en ello tanto que llegaba a dolerle mucho tiempo, también estaba el tema de la familia de Alec. Magnus sabia que Robert y Maryse Lightwood saben que es un brujo, mas tiene el conocimiento pleno de que Alexander no sabe lo que es ni mucho menos de donde provine su familia.

Settle Down |Malec-AU|Where stories live. Discover now